Asus trajo a México su nueva portátil ROG Zephyrus G14, cuya principal característica es que empaqueta una poderosa configuración para ejecutar los juegos más exigentes, acompañado de una nueva unidad de procesamiento neural (NPU) para cargas de trabajo de Inteligencia Artificial (IA) directamente en el dispositivo.
Y aunque el hardware promete cumplir de manera eficiente con prácticamente cualquier tarea que debamos ejecutar, la realidad es que el software y las capacidades de IA aún requieren ser pulidas para acercar esta tecnología a cualquier usuario.
Las especificaciones técnicas de la portátil incluyen un procesador AMD Ryzen 9 8945HS a 4GHz (24MB Cache, 8 cores, 16 Threads). El procesador viene acompañado de dos módulos RAM LPDDR5X 6400, además de un disco de estado sólido tipo M.2 con 1TB conectado al puerto PCIe 4.0.
Incluso, esta sería una de las primeras ASUS en el mercado en contar con capacidades de IA, con un procesador XDNA de AMD a 16TOPs.
En el apartado gráfico, ASUS incluyó una NVIDIA GeForce RTX 4050 con memoria de 6GB GDDR6. La tarjeta gráfica recibe un impulso personalizado por el fabricante con ROG Boost de hasta 2105 MHz a 90W (2055 MHz Boost Clock + 50MHz OC, 65W+25W Dynamic Boost).
En el caso de la conectividad, cuenta con capacidad para Wi-Fi 6E (802.11ax) (actualmente no disponible en México), acompañado de Bluetooth 5.3.
Diseño distintivo
Como ya es costumbre en esta línea de ASUS, la nueva versión de la ROG Zephyrus G14 destaca por su diseño, un cuerpo delgado de 14 pulgadas, con un peso de tan sólo 1.7 kilos y un grosor de 1.79 cm, ligeramente más grande en comparación con una MacBook Air M2. Este formato contrasta de forma importante con otros dispositivos similares destinados al gaming que suelen ser más grandes y pesados.
Tenemos entonces un dispositivo enfocado en la portabilidad y la movilidad, ya que se puede llevar fácilmente y sin demasiado peso en una mochila, lo que al mismo tiempo ofrece una mayor versatilidad para atender tareas de trabajo o escuela.
Al contar con un diseño más portátil y sobrio respecto a lo que usualmente se encuentra en este segmento, la línea Zephyrus no busca atender únicamente a los gamers, sino que pretende extender el atractivo del dispositivo a otros usuarios que requieran de la misma potencia, como pueden ser estudiantes o desarrolladores en áreas creativas como diseño, arquitectura o edición, entre otros.
La unidad está hecha completamente de aluminio de aviación, lo que por un lado ayuda a su ligereza, da una mayor resistencia a rasguños y permite una mayor disipación del calor.
El diseño viene acompañado también de ciertos detalles que dan una mayor distinción al dispositivo, como una matriz de LED que ASUS bautizó como Slash Lighting y que funciona como línea de notificación y sincronización con el sonido. Como es de esperar, al estar en la parte posterior de la pantalla, está oculta prácticamente todo el tiempo para el usuario, pero sin duda se logra el objetivo de darle mayor personalización.
Adicionalmente, nos encontramos con el logo de la línea Republic of Gamers (ROG) de ASUS grabada directamente en la tapa del dispositivo.
En la parte inferior tenemos una enorme parrilla de ventilación, que como se describe más adelante, es una característica necesaria al considerar las altas temperaturas que puede alcanzar el dispositivo cuando se le exige más rendimiento.
Aunque es portátil, ASUS se aseguró de equipar este dispositivo con múltiples entradas para no limitar la experiencia de la conectividad de otros dispositivos y periféricos. Del lado derecho, tenemos un puerto USB-C 3.2 Gen 2, uno USB-A 3.2 Gen 2, y un lector para tarjetas Micro SD. Del otro lado, encontramos el puerto de alimentación, un puerto HDMI 2.1, un USB-C 3.0 –que también sirve como puerto de alimentación para otros dispositivos–, otro USB-a 3.2 Gen 2 y el clásico conector de 3.5 mm.
Cabe destacar que ambos puertos USB-C son compatibles con Display Port 1.4, por lo que el dispositivo cuenta con la capacidad de transmisión para dos monitores de manera simultánea.
Como ya comienza a ser más usual en equipos en esta gama, contamos con nuevas opciones de identificación biométrica para iniciar sesión en el sistema. En este caso, la cámara (1080P FHD) tiene funcionalidad de reconocimiento facial, por lo que es completamente compatible con Windows Hello. El reconocimiento facial funciona como se espera, aun en condiciones de poca luz, por lo que nos ayuda a tener un inicio de sesión rápido y seguro.
Experiencia de sonido insuperable
Una de las principales sorpresas con las que nos encontramos en el dispositivo fue la experiencia de sonido. La calidad fue mejor a lo esperado considerando el tamaño de los speakers integrados: dos tweeter de 0.7W y otros dos speakers de 2.5W, con capacidad de Smart Amp Technology.
El sonido de los speakers es excepcional, buen volumen, prácticamente sin distorsiones –aun con el volumen al máximo–, y con un rendimiento mejorado por la ecualización de Dolby Access. Asimismo, tenemos un buen equilibrio con agudos y medios, y aunque los bajos pueden no ser tan profundos, aún se pueden disfrutar canciones como Hysteria de Muse, o The Lemon Song de Led Zeppelin. El formato estéreo también es fácilmente identificable.
Acostumbrado a que el sonido de una portátil siempre te haga extrañar unos buenos audífonos o te obligue a instalar un par de altavoces externos, en este caso la experiencia multimedia con los speakers integrados es completa para prácticamente todas las tareas: videojuegos, películas, música o videoconferencias.
Desde la configuración de sistema de Windows se puede elegir reproducir con una calidad de hasta 16 bit/48 KHz, similar a la de un DVD. Esta configuración es suficiente para reproducir música en alta calidad, por ejemplo, desde Tidal que ofrece acceso a música en formato FLAC de 16 bit/44.1 KHz.
Esta capacidad del dispositivo bien permitiría aprovechar dispositivos de audio de alta gama. Según la configuración de los controladores proporcionados por Realtek, la portátil podría reproducir contenido en 24 bit/96 KHz, pero para eso requeriríamos también dispositivos de salida certificados como Alta Resolución (Hi-Res). La página de ASUS aclara que la capacidad Hi-Res aplica sólo para uso en audífonos.
Rendimiento superior
En general, el rendimiento de la Zephyrus no decepciona: lo mismo puede ejecutar videojuegos en alta calidad, editar videos e imágenes, o atender tareas diarias sin dificultades. El rendimiento en general de Windows 11 estuvo a la altura, por lo que fácilmente podemos hacer funciones de multitasking, ya sea múltiples ventanas abiertas o escritorios. Los 16 GB de RAM incluidos en el dispositivo deberían ser suficientes para sesiones de trabajo exigentes.
La experiencia se ve mejorada con un panel OLED de 14 pulgadas con una resolución de 2880 por 1800 y con una tasa de refresco de hasta 120 Hz. El teclado retroiluminado es sumamente cómodo, con un espacio suficiente entre teclas para un uso preciso.
Se agradece también que Asus haya incluido un touchpad gigante que ocupa todo el espacio libre inferior al teclado. El touchpad es responsivo y pese a su tamaño no se interpone en el uso del teclado.
Para la reseña se pusieron a prueba algunos juegos como Death Stranding, Cyberpunk 2077 y Fortnite. En el caso del primero, se lograron marcar todas las casillas de rendimiento y calidad, lo que nos dio una excelente experiencia en términos de sonido y gráficos. El audio integrado permite disfrutar ese melancólico y atmosférico soundtrack del juego.
Este juego no se distingue por ser de los más demandantes en gráficos para PC, por lo que la capacidad de la Zephyrus es más que suficiente para tener una ejecución fluida con una tasa de hasta 102 fps, sin tener que sacrificar calidad.
En el caso de Cyberpunk 2077, más exigente que el anterior, el propio juego nos da la configuración recomendada. Como se observa, son bastante buenas, con una resolución de 2880×1800 en la pantalla de la Zephyrus y una tasa promedio de entre 35 a 45 fps, llegando a subir hasta 60 fps en zonas de poca acción o incluso 200 fps en menú y otras.
También se puede elegir entre más rendimiento o más calidad, según los gustos de cada jugador. La tasa de fps puede llegar a bajar hasta los 20 fps si elegimos opciones que prioricen la calidad.
El juego cuenta con múltiples opciones y controladores adicionales, por lo que también se recomienda experimentar con cada uno de ellos para obtener el rendimiento que mejor se adapte a los gustos y la expectativa.
El desempeño en general del juego fue bastante fluido, con un buen rendimiento gráfico y sin registro de retrasos o interrupciones. Dada la resolución y rendimiento del monitor, se tiene también una experiencia bastante positiva en cuanto a la reproducción de colores en un juego tan llamativo y lleno de detalles como Cyberpunk. Además, el monitor integrado es compatible con HDR, con lo que tenemos un buen balance entre zonas oscuras e iluminadas.
Sin embargo, hay que advertir que, como lo sugiere el propio juego, las opciones de Ray Tracing, aunque disponibles, se deben usar con cuidado. Se realizó un intento por encender todas las opciones de Ray Tracing –como reflejos y sombras– y el juego crasheó en segundos. Con una correcta configuración se podría utilizar esta característica, sin tener que sacrificar de forma significativa otras opciones.
También hay que tener en cuenta que, por alguna razón, en los primeros intentos el dispositivo no utilizaba de forma automática la tarjeta gráfica discreta –esta dificultad se puede encontrar en múltiples foros con diversos dispositivos, pero con la constante de Cyberpunk–, por lo que se tuvo que configurar de forma manual en las opciones de Windows y en GeForce Experience. La experiencia mejora notablemente.
Para el caso de las tareas creativas, los 6 GB de memoria gráfica, más 16 GB en memoria RAM, nos da un equipo que cumple con este tipo de tareas, tanto para edición de imágenes como de vídeo. La edición de video de una sesión de Fortnite se realizó mediante DaVinci en Zephyrus. El rendereo del video (de casi 40 minutos) fue relativamente rápido y la portátil aún contaba con recursos de sobra para seguir trabajando otras tareas en la PC de forma fluida y sin contratiempos.
Experiencia móvil
Otra de las características a destacar es la aplicación de Armoury Crate, instalada por defecto en la Zephyrus G14 y otras computadoras de la línea gaming de Asus.
La aplicación de escritorio para Windows es sumamente útil y fácil de usar, que nos ofrece múltiples opciones para configurar el dispositivo según el uso que vayamos a realizar. Por ejemplo, elegir el modo Ultimate que utiliza al máximo los recursos de la computadora, o elegir el modo optimizado que asigna los recursos de forma dinámica. Cabe señalar que el modo Ultimate requiere un reinicio total del equipo.
Asimismo, encontramos información adicional como la temperatura de los componentes: CPU, GPU y memoria RAM. Además de las estadísticas de uso de cada uno de estos para asegurarnos que el equipo está siendo aprovechado cuando requerimos hacer uso de toda su capacidad. Contiene incluso información sobre el uso de los ventiladores para enfriar los componentes y el ruido que se tiene.
La experiencia se extiende mediante la aplicación móvil de Armoury Crate, disponible para Android e iOS, que ofrece acceso a prácticamente la misma información y opciones que su contraparte para Windows. Es una aplicación muy útil cuando no se cuenta con un segundo monitor, pero aún se desea monitorear el estado del dispositivo; o cambiar algunas características sin tener que cerrar un juego en la Zephyrus.
Adicionalmente, la ROG Zephyrus cuenta con el AMD Software Adrenalin Edition, el cual nos da opciones adicionales de configuración, además de acceder a controladores exclusivos de AMD como AMD FidelityFX Super Resolution (FSR). Además de ofrecer accesos directos de los videojuegos que tengamos instalados, la herramienta permite buscar la configuración óptima acorde a la exigencia del juego y las capacidades de nuestro dispositivo.
Batería promedio
Considerando todos los componentes de alto rendimiento con los que cuenta la portátil, la batería nos ofrece un desempeño ligeramente mejor respecto a otras portátiles del segmento gaming.
En promedio, con una configuración estándar, la batería podría durar entre cuatro a seis horas, según el tipo de tareas que realizáramos, variando según reproducíamos multimedia o utilizábamos un navegador exigente como Chrome. Con un uso exigente como un videojuego, nos acercábamos cuando mucho a las dos horas.
Mediante el modo Eco se lograba una pequeña ganancia en la duración de batería. Pero como se mencionó anteriormente, este modo restringe el acceso a ciertas opciones, por lo que queda para su uso en tareas más sencillas.
La portátil incluye un conector rectangular de hasta 180 Watts. Sin embargo, debería ser capaz de trabajar con un cargador de USB-C de hasta 100W. Como es de esperar, la segunda opción limitaría algunas de las funciones, pero también ofrecería algo más de portabilidad.
La temperatura es una constante
Prácticamente sin importar lo que hiciéramos, la temperatura de la computadora se mantuvo siempre bastante alta. Es muy común que este tipo de equipos, especialmente uno tan delgado como la Zephyrus, al ejecutar un videojuego la temperatura se eleve cuando se le exige un alto rendimiento.
Aunque el sistema de ventilación es bastante amplio y hace un buen trabajo ventilando la parte inferior, el problema se encuentra en la parte superior y por arriba del teclado. Directamente sobre el teclado se percibe una sensación de calentamiento, pero cuando se toca el borde superior donde se encuentran las teclas de volumen es donde uno se puede dar cuenta de qué tan caliente se puede poner el equipo; difícilmente se puede mantener ahí la mano por más de unos segundos.
Durante la ejecución de un juego –cuando la temperatura del CPU se acerca los 90 grados y el GPU por arriba de 70 grados–, quizás se utilice un joystick o un teclado externo, por lo que la temperatura del equipo no debería suponer un problema para el uso. Pero cuando se utiliza directamente el teclado incorporado, podría llegar a ser un tanto incómodo. Siendo justos, la prueba se realizó en el mes de junio cuando las temperaturas en la Ciudad de México no ayudaban a la refrigeración, pero lo cierto es que incluso en ambientes ventilados, el equipo puede llegar a una temperatura considerable.
Aun utilizando únicamente el navegador –Brave, con algunas ventanas abiertas–, una aplicación para reproducción de música, y el sistema de archivos, la temperatura del procesador se mantiene alrededor de 70 grados, acompañado por la memoria en aproximadamente 60 grados, según datos del propio equipo. Esto bajo el modo Optimizado, configurado para que el sistema tome la mejor decisión sobre qué recursos utilizar. Y aunque no llega a ser incómodo, todavía se percibe una temperatura constante.
En el modo Eco, la temperatura baja a niveles más normales para máquinas con Windows. Este modo prácticamente desconecta la GPU discreta de Nvidia y se basa únicamente en la GPU integrada de AMD Radeon 780M. Esto no demerita el rendimiento general de la máquina, ya que aún tenemos una alta resolución de pantalla y aplicaciones muy responsivas.
Es una buena opción cuando se van a realizar tareas sencillas, como trabajo o estudio. Lo recomendable es planear con antelación y configurar el dispositivo. Por ejemplo, activar el modo Eco antes de salir de casa, para así obtener también una mayor duración de batería.
No obstante, el modo Eco sí que tiene sus limitaciones. No permite el uso de pantallas externas, y se tendrán que apagar ciertas aplicaciones que utilicen la GPU aunque sea lo mínimo. Por ejemplo, OneDrive de Microsoft podría estar utilizando la GPU, pero es una aplicación que al reiniciarse podrá usar la integrada sin problema. Evidentemente, con la GPU discreta “desconectada” también habrá algunas aplicaciones de Nvidia no disponibles para usar en este modo.
IA tan cerca y tan lejos
Una de las características distintivas de la laptop es que cuenta con un NPU integrado que en teoría debería hacerse cargo de las cargas de trabajo de Inteligencia Artificial (IA). Es una tendencia que se ha acelerado en el último año, y que poco a poco llega a teléfonos inteligentes, portátiles y computadoras de escritorio.
En este momento, buena parte del procesamiento de IA se realiza aún en la Nube. En general, cargas más frecuentes e intensivas de IA podrían elevar los precios del uso de la Nube, por ejemplo, contratar instancias destinadas a este fin a través de los hyperscalers, lo que conlleva también un mayor consumo de datos en Internet. También existe el temor de que la creciente demanda por IA incremente la demanda de energía global, remando en contra de los esfuerzos por reducir el consumo energético y las emisiones de carbono.
En ese sentido, fabricantes como AMD se han propuesto a integrar NPUs directamente en los dispositivos finales de los usuarios, de modo que ciertas cargas de trabajo puedan realizarse directamente en el dispositivo, sin tener que acudir a la Nube cada vez que se quiera ejecutar esta tarea.
Lo anterior son buenas noticias, ya que contamos ahora con la capacidad tecnológica para cargas de trabajo de IA en nuestro dispositivo, que pueden ayudar en tareas de IA Generativa como imagen o texto, pero también a optimizar las tareas que realiza el dispositivo, como un mejor rendimiento de videojuegos o la reducción de ruido en videoconferencias.
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Sin embargo, nuestra experiencia es que las aplicaciones y el software con IA no están aún al alcance de cualquier usuario, ya que la mayoría exigen de un conocimiento técnico previo –ya sea de la herramienta o de IA–, o están disponibles por un pago adicional. Aunque Windows 11 incluye una versión previa de Copilot de Microsoft, este aún requiere de acceso a Internet, por lo que no se ejecuta ni utiliza en el NPU integrado de la computadora.
En este caso, cabe destacar la labor de Google y fabricantes de smartphones en el ecosistema Android que han incluido algunas aplicaciones de Inteligencia Artificial sin costo adicional y fácilmente accesibles para probar las capacidades de la IA sin necesidad de acudir a los servicios de Nube. Si se quiere, estas aplicaciones son aún bastante sencillas, como una transcripción de una grabación de voz o edición de imagen, pero son aplicaciones útiles que están al alcance de cualquiera.
El ecosistema de PCs, incluyendo Microsoft y fabricantes como AMD y ASUS, probablemente también tendrán que trabajar de forma más coordinada si realmente se quiere acercar lo más posible las capacidades de IA a los usuarios. Sin duda, es cuestión de tiempo, pero que requerirá acelerar el desarrollo si los fabricantes esperan cumplir sus previsiones de venta de PCs con NPU.
Al respecto, un reporte reciente de Gizmodo encontró que los fabricantes de chips sienten que, por primera vez, han superado la demanda de software. Usualmente, era el software el que marcaba el ritmo de desarrollo, y exigía por tanto un mejor rendimiento de los componentes. Pero, al menos desde el año pasado, los fabricantes de hardware lograron ponerse un paso adelante del software disponible.
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Lamentamos confesar que para esta reseña no pudimos probar todo el potencial del NPU, pese a los esfuerzos por intentar utilizar algunas herramientas gratuitas como GIMP o Audacity. Al ser open source, estas herramientas han recibido nuevos plugins con IA que mejoran sus capacidades de edición de imagen o video, respectivamente, pero que requieren de un conocimiento técnico para su instalación, además de compatibilidad con los componentes del dispositivo a utilizar.
Aún hay ciertas características que podrían demandar el NPU, como la reducción de ruido ambiental o fondos de desenfoque con un mejor reconocimiento del sujeto en aplicaciones de videoconferencia. No obstante, la llegada de la IA a la PC requerirá un desarrollo acelerado de software que facilite y aproveche el uso del NPU.
Con todo, la Zephyrus G14 es una de las cartas fuertes del portafolio de ASUS, ya que tenemos un dispositivo potente para múltiples tareas, desde edición, videojuegos o hasta IA, con una portabilidad versátil, y una buena experiencia multimedia.