Si se analiza la cantidad de mujeres que están generando recursos por medio de las plataformas digitales —alrededor de 2 mil 200—, cómo muchas de ellas al perder sus empleos durante la pandemia vieron la oportunidad de obtener ingresos y el alto porcentaje de féminas que antes no habían generado recursos —22 por ciento en el caso de las repartidoras y 15 por ciento de las conductoras—, “podríamos extrapolar que efectivamente hay un empoderamiento económico” mediante el uso de las plataformas digitales de movilidad y reparto en Costa Rica, explicó en entrevista con DPL News la politóloga Marcela Piedra Durán, coautora del estudio de Plataformas Digitales elaborado por la Cámara de Comercio (CCCR)
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“Tenemos un empoderamiento económico mucho más importante con respecto a las mujeres que no tenían otra forma de generar ingresos —una cifra que oscila entre 22 y 30 por ciento, según la actividad— hasta que están utilizando las plataformas digitales, porque no dependen de otras personas, tienen sus propios ingresos, su propio manejo de los recursos y eso las hace mucho más libres sobre qué hacer, cómo y cuándo hacerlo”, agregó.
“Tanto conductoras como repartidoras ven en las plataformas digitales una oportunidad con la que no contaban antes. Al final es una gran ayuda, mucho más durante o después de la pandemia, porque las mujeres, no solo en Costa Rica, en América Latina, se vieron muchísimo más impactadas por las pérdidas y la recuperación de ese empleo”, detalló.
Situación de las mujeres en las plataformas digitales de Costa Rica
En entrevista con DPL News, el coordinador del estudio, Luis Adrián Salazar, contó que existen aproximadamente 2 mil 200 mujeres que se dedican a este tipo de actividad económica en Costa Rica.
De ellas, 90 por ciento de las repartidoras y 74 por ciento de las conductoras son jefas del hogar.
Efectos colaterales positivos: inclusión financiera
Piedra, investigadora y profesora de la Universidad de Costa Rica, agregó que un efecto colateral positivo del uso de las plataformas es el aumento de la inclusión financiera, ya que “las plataformas hacen que estas mujeres utilicen la banca. Tienen que tener una cuenta bancaria y también una cuenta de ahorros, entonces pueden acceder a otros productos financieros que muchas mujeres no tenían”.
Tareas pendientes: brecha digital
No obstante, Piedra destacó la necesidad de resolver algunas desigualdades estructurales que afectan específicamente a las mujeres, como la brecha digital.
Consideró que las empresas podrían colaborar con el Estado para capacitarlas sobre los diferentes recursos tecnológicos y mejorar las condiciones de seguridad, como el programa Puntos Púrpura —presentes en México, lugares iluminados que permiten que las mujeres recarguen sus celulares.
Urgió a atender otras brechas que trascienden las plataformas, como la de ingresos y la del tiempo dedicado a los cuidados familiares, dos factores que están intrínsecamente relacionados.
En cuanto al primero, las mujeres que colaboran en plataformas digitales en Costa Rica ganan menos que los hombres. Las conductoras generan en promedio 392 colones mensuales —frente a 428 de los hombres— y las repartidoras 146 colones —contra 203 de los varones.
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En general, las mujeres ganan 9 por ciento menos que los hombres; sin embargo, según el estudio y la propia Marcela Piedra, obedece a que dedican menos horas a estas actividades. En general, tanto en las plataformas de conducción como en las de reparto, las mujeres trabajan 14 por ciento menos que los hombres.
La politóloga explica que las mujeres dedican más tiempo a las labores de cuidados, las cuales no les permiten realizar actividades de conducción y reparto en las plataformas.
“Encontramos que la flexibilidad es muy relevante tanto para las repartidoras como para las conductoras: ser realmente sus propias jefas y no tener un horario fijo. No depender de alguien hace que sea una actividad que facilita muchísimo más transitar el acceso a recursos”, comentó
Para el caso de las usuarias, que en Costa Rica representan 50 por ciento del total, Piedra puntualizó que un elemento de gran impacto es la seguridad. “Utilizar para la movilidad estas plataformas les permite tener muchísima más seguridad y transitar de un transporte a otro de forma segura”.
Regulación de plataformas: necesidad de generar alianzas
Finalmente, Piedra resaltó la necesidad de la cooperación para resolver las tareas pendientes. “Habría que plantear alianzas entre las plataformas, la ciudadanía, las mujeres y el Estado para generar vasos comunicantes para mejorar las condiciones de ellas”.
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