Perú tendrá su propio registro de celulares a través de un sistema biométrico de huella dactilar, de acuerdo con un decreto que modifica el Registro Nacional de Equipos Terminales Móviles para la Seguridad.
De acuerdo con dicho decreto, su versión del “Panaut mexicano” está orientado a la prevención y combate del comercio ilegal de equipos terminales móviles y al fortalecimiento de la seguridad ciudadana.
Con la modificación a la ley, las empresas operadoras de servicios públicos de telecomunicaciones adquirirán obligaciones para la recopilación de los datos de los usuarios.
Deberán “verificar plenamente la identidad de quien contrata el servicio de servicios públicos móviles de telecomunicaciones mediante el sistema de verificación biométrica de huella dactilar. Asimismo, verificar la propiedad del equipo terminal móvil donde se utilizará el servicio que se adquiere (chip) constatando el EMEI”.
Además, señala que en caso de que el EMEI sea alterado, inválido o no sea identificado el propietario del equipo terminal móvil, no procederá la venta del servicio, aunque habrá algunas excepciones.
“La presente norma es congruente con la legislación nacional y no colisiona con ninguna norma vigente, por el contrario, permitirá solucionar los problemas del robo de equipos terminales móviles, el comercio ilegal de equipos terminales móviles y la venta indiscriminada de equipos; que ponen en riesgo la seguridad de los peruanos y genera un mercado negro de venta de celulares; problemas que persisten y se incrementan, después de 15 años de haberse expedido la norma que pretendió solucionarlos.
“La propuesta legislativa contribuirá, de esta manera, a la seguridad de la población peruana, que se ve constantemente amenazada debido a que por evitar el robo de un celular puede sufrir lesiones permanentes, incluso, perder su vida”, señala la modificación.
Además, afirma que la iniciativa presentada no significará ningún costo al Estado, ni vulnera principios, disposiciones o políticas de disciplina fiscal y presupuestaria, sino por el contrario, tendrá un impacto directo en el bienestar de la población.