Microsoft ha decidido ponerse del lado correcto de la historia y se unió a la lista de gigantes tecnológicos que limitará el uso de sistemas de reconocimiento facial, luego de anunciar que no venderá su tecnología impulsada por Inteligencia Artificial (IA) a los departamentos de policía, hasta que exista una ley federal que la regule.
La decisión fue anunciada por el Presidente de Microsoft, Brad Smith, durante el evento virtual Washington Post Live, y sigue las directrices de sus similares Amazon e IBM.
“No venderemos tecnología de reconocimiento facial a los departamentos de policía en Estados Unidos hasta que tengamos una ley nacional, basada en los derechos humanos, que regirá esta tecnología”, señaló Smith.
También, la compañía señaló que planean implementar factores de revisión más robustos que los actuales, para así “proteger los derechos humanos de las personas a medida que se implementa esta tecnología”.
La decisión de las compañías tecnológicas se da a raíz de la muerte de George Floyd, un ciudadano afroamericano que murió a manos de un policía blanco en Minneapolis, luego de asfixiarlo con la rodilla.
No cabe duda que el reconocimiento facial es un negocio emergente clave. Hasta el momento es utilizado para desbloquear dispositivos móviles y etiquetar amigos en redes sociales; no obstante, los defensores de la privacidad han expresado su preocupación por el uso de dicha tecnología por parte de la fuerza policial. Al no estar del todo desarrollada y aún contener importantes sesgos, principalmente étnicos, el reconocimiento facial puede causar arrestos injustos.
La moratoria impuesta por Amazon y Microsoft a los departamentos de policía no mencionó si las nuevas políticas prohibirán el uso de la tecnología a otras agencias gubernamentales como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Luego de los problemas con los empleados en 2018 sobre la oferta de Microsoft por un contrato de computación en la nube con el Pentágono, Smith dejó en claro que la compañía continuará trabajando con el ejército mientras busca formas de garantizar que la tecnología se utilizará responsablemente.