Ante un crecimiento en la demanda de hogares y empresas por mayor conectividad, además de renovados planes gubernamentales para ampliar la cobertura de Internet, la fibra óptica ha comenzado a escasear en el mundo, incrementando sus precios y ralentizando los proyectos de despliegue.
Europa, India y China se encuentran entre las regiones más afectadas por la crisis, con un aumento de los precios de fibra de hasta un 70 por ciento desde los mínimos históricos de marzo de 2021, desde 3.70 dólares hasta 6.30 dólares por kilómetro, según un reporte de Cru Group, citado por el Financial Times.
Los precios de la fibra óptica registran actualmente su mayor nivel desde julio de 2019, con un mayor impacto en Europa, China e India.
“Dado que el costo de implementación se duplicó repentinamente, ahora hay dudas sobre si los países podrán cumplir los objetivos establecidos para la construcción de infraestructura y si esto podría tener un impacto en la conectividad global”, dijo Michael Finch, analista de Cru.
Múltiples factores inciden en la demanda por una mayor cantidad de fibra óptica, incluyendo el crecimiento en la demanda de servicios de streaming y de videojuegos en los hogares, nuevas soluciones empresariales de gran ancho de banda, el continuo despliegue de las redes 5G, así como nueva infraestructura para ampliar la huella de la Nube y los centros de datos.
El reporte de Cru señala que el consumo total de cable aumentó 8.1 por ciento en la primera mitad de 2022 en comparación con el mismo periodo del año pasado. China representó el 46 por ciento del total, y América del Norte representó la región de más rápido crecimiento, con un 15 por ciento anual.
Además de la demanda por más fibra, el reporte también apunta a una escasez en algunos de los componentes para su fabricación, tales como el helio, con precios al alza en 135 por ciento en el último par de años, ante el apagón de plantas de producción en Rusia y Estados Unidos. Asimismo, los precios del tetracloruro de silicio han aumentado hasta en un 50 por ciento.