Cuidado con el mercado gris de smartphones

El Economista Jorge Bravo

¿Compraste un smartphone en el extranjero en una tienda de tecnología de aeropuerto o en el comercio electrónico porque el precio era considerablemente más bajo? Entonces te encuentras en el mercado gris y tu equipo puede ser bloqueado, si no es que ya ocurrió.

El mercado gris de smartphones acaba de emerger como un tema espinoso en la industria tecnológica y de telecomunicaciones. Este fenómeno no es nuevo pero ha cobrado importancia debido a las recientes acciones de bloqueo tomadas por algunos fabricantes de teléfonos móviles.

El mercado gris es la venta y distribución de gadgets legales, genuinos, usados o reacondicionados, pero a través de canales de distribución como tiendas o marketplaces no autorizados por los fabricantes o los operadores de telecomunicaciones.

En el caso de los smartphones, suelen ser equipos importados de otros países o adquiridos en el extranjero a través de canales o establecimientos no oficiales como las tiendas de los aeropuertos o el e-commerce, pero con precios atractivos para los consumidores.

Pero el mercado gris (diferente al mercado negro de dispositivos robados o piratas) tiene implicaciones adversas para los usuarios, los fabricantes y los operadores de red.

Para los usuarios, el mayor problema es un funcionamiento inadecuado de los equipos, debido a que las especificaciones técnicas o bandas del espectro habilitadas para su uso podrían no estar asignadas en el país, lo cual impediría realizar llamadas locales de voz o navegar por Internet móvil e incluso la versión del WiFi podría no estar actualizada y provocar una navegación lenta.

Otro inconveniente es que los dispositivos adquiridos a través del mercado gris no están amparados por las normas oficiales, carecen de garantía ante el fabricante o los distribuidores con presencia nacional y tampoco tienen un servicio o reparación postventa oficial. Si el teléfono se avería o se rompe, tiene algún desperfecto técnico o no se puede conectar a la red del operador, el usuario queda desamparado porque no lo compró en los establecimientos adecuados.

Algunos smartphones del mercado gris podrían intencionalmente no recibir actualizaciones de software o del sistema operativo o incluso recibir estas actualizaciones más tarde que los dispositivos adquiridos a través de canales oficiales, haciéndolos vulnerables en términos de ciberseguridad, de uso de aplicaciones y de experiencia del usuario.

Para los fabricantes de teléfonos representa pérdidas de ventas locales (a pesar de que previamente vendieron un dispositivo en el mercado gris) y daños a su reputación, porque si los teléfonos no funcionan como el cliente esperaría, lo más seguro es que cambie de marca.

Los fabricantes invierten recursos en el desarrollo y comercialización de sus productos. El mercado gris socava su capacidad para controlar la distribución, venta, calidad, soporte al cliente y garantía de sus terminales, lo cual afecta negativamente la percepción de la marca y la experiencia del cliente.

Motorola, Samsung, Oppo y ZTE han anunciado la desactivación de dispositivos que no son adquiridos por distribuidores autorizados.

Samsung anunció que a partir del 11 de octubre comenzaría a bloquear smartphones que provienen del mercado gris y que hayan sido activados a partir del 21 de septiembre de 2023 en México. El bloqueo se realiza mediante el código IMEI que los fabricantes asignan a cada equipo, el cual también sirve para inhabilitar el dispositivo cuando es robado. El desarrollador surcoreano también ofrece un cupón de 30% de descuento para la compra de otro equipo de su marca.

Los operadores móviles de telecomunicaciones también tienen una relación indirecta con el mercado gris. Los smartphones que se venden fuera de sus centros de atención o de las tiendas de los fabricantes pueden no estar optimizados para las redes locales, lo cual ocasiona un mal funcionamiento que el usuario le atribuye injustamente al proveedor de servicios, provocando malestar en el consumidor y quejas.

Los operadores y los fabricantes de smartphones firman acuerdos comerciales para vender sus gadgets, pero ninguna de las partes puede responsabilizarse de dispositivos adquiridos de forma distinta a las de esos convenios y canales.

Para desactivar los smartphones, los fabricantes aducen el cumplimiento de la regulación nacional. En específico, apelan a la Norma Oficial Mexicana NOM-24-SCFI-2013 sobre información comercial para empaques, instructivos y garantías de productos electrónicos, cuya verificación y vigilancia corresponde a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Esta NOM se aprobó pensando en la transición a la Televisión Digital Terrestre y la venta de televisores que sintonizaran o no señales de TV digital. En ningún momento la NOM-24-SCFI-2013 autoriza bloqueos o desactivaciones de smartphones, pero la regulación sólo se refiere a productos que se comercialicen en territorio nacional.

Aunque el bloqueo es una medida severa que protege a fabricantes, operadores y consumidores de productos no adquiridos en canales autorizados, también plantea preguntas sobre la propiedad, el control de los dispositivos y el rol de las plataformas de comercio electrónico donde se ofertan estos equipos, pero sin los acuerdos comerciales con los fabricantes.

Es sencillo asumir una posición populista para quedar bien con los usuarios y decir que el fabricante de smartphones no debería inhabilitar los dispositivos que no fueron comprados en un establecimiento autorizado, pero tampoco son ilegales.

El crecimiento del mercado gris no sólo en México ha sido considerable, sobre todo a partir de la pandemia cuando se incrementó el uso de dispositivos electrónicos para hacer frente al confinamiento, el teletrabajo y la educación a distancia, y más recientemente por la inflación. El consumidor quiere un dispositivo de alta tecnología y busca en plataformas de comercio electrónico o establecimientos opciones más económicas.

Nuevamente, surge la pregunta de la función informativa y educativa que deberían cumplir instituciones como la Profeco, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, las autoridades aduaneras y de comercio exterior, el regulador de competencia y las cámaras de la industria, para que los usuarios de smartphones conozcan los riesgos del mercado gris. Este fenómeno es un claro ejemplo de falta de información a favor del consumidor, por lo que su derecho a estar enterado está siendo afectado.

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