La asignación de espectro de las bandas de 2.5 GHz y 3.5 GHz para telecomunicaciones móviles (IMT) contribuirá al desarrollo de redes 5G en América Latina y el Caribe gracias a un alto grado de armonización internacional, además de las características físicas de la banda que ofrecen un buen equilibrio entre cobertura y capacidad.
Según el reporte Estado de las bandas de espectro radioeléctrico en América Latina: 2300 MHz, 2500 MHz y 3500 MHz, publicado por 5G Americas, en la región aún existen retos para la asignación de estas bandas, desde países donde no se ha ocupado ninguno, hasta aquellos que los asignaron a otros servicios diferentes de comunicación y que ahora requieren ser reordenadas o reasignadas para su uso en comunicación celular.
Las bandas de espectro mencionadas en el reporte son aptas para despliegues de red en zonas con alta densidad de conexiones. Si bien tienen menor propagación que bandas “bajas” (bajo 1 GHz), ofrecen amplios anchos de banda útiles para aumentar la capacidad de las redes móviles. Estas propiedades son relevantes para redes en zonas urbanas, pero también pueden apoyar despliegues en polígonos suburbanos o rurales en donde se concentren las conexiones móviles “tradicionales” y las del Internet de las cosas (IoT) para aplicaciones industriales.
En el caso de la banda de 2.5 GHz, esta fue identificada prácticamente a nivel global para el servicio móvil, lo que se ha traducido en un amplio entorno de equipos de red y terminales compatibles. 5G Americas señala que la asignación de la banda de 2.5 GHz jugó un papel clave en la adopción de redes LTE en casos como Brasil y Chile.
En tanto, la banda de 3.5 GHz (3.3 – 3.8 GHz) cuenta también con una amplia armonización internacional que apoyará el desarrollo de equipos para redes 5G. El estudio encuentra que en la región existen esfuerzos para su aprovechamiento, aunque su estado actual varía por país.
En algunos casos, porciones libres de esta banda se han incorporado a nuevos cronogramas de espectro; mientras que otras agencias han emprendido mecanismos y planes de reorganización de licencias preexistentes.
En países como Chile, México y Perú, parte de la banda de 3.5 GHz se asignó entre las décadas de 1990 y 2000 para promover el despliegue de redes de acceso fijo-inalámbrico, por lo que algunos operadores de telecomunicaciones ya tienen asignados algunos bloques. Sin embargo, algunas de esas licencias están altamente fragmentadas regionalmente o tienen una canalización distinta, por lo que se han requerido procesos de reorganización y autorización para servicios distintos.
En otros casos, como en Brasil, parte de la banda de 3.5 GHz se asignó a otra clase de servicios para los cuales se plantea una reubicación.
Al respecto, la organización advierte sobre el reto para el refarming de estas bandas de espectro, el cual puede tomar años en completarse y se corre el riesgo de que los costos sean transferidos a los operadores móviles.
Lo anterior, se suma a precios muy altos del espectro en licitaciones y a obligaciones de cobertura y/o velocidad que se incluyen cada vez más en las licencias, elevando los costos iniciales de red.
En ese sentido, 5G Americas recomienda a los reguladores que se deben optar por mecanismos, condiciones y contraprestaciones razonables para permitir el uso de la banda de 3.5 GHz para servicios móviles y promover inversiones en redes 5G.