El Reino Unido aceleró sus esfuerzos para firmar un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos que evite la imposición de una nueva ronda de aranceles y así evitar una guerra comercial entre ambas naciones. Las negociaciones incluirían el impuesto digital establecido por el gobierno británico en contra de las grandes tecnológicas, que ya había sido criticado por sus pares estadounidenses.
La administración de Donald Trump estaría presionando al gobierno británico para que elimine el impuesto digital que afecta principalmente a compañías estadounidenses, como parte de las negociaciones entre ambas naciones para evitar la imposición de tarifas arancelarias, según reportan diversos medios.
Trump amenazó que a partir del 2 de abril impondría aranceles recíprocos a todas aquellas naciones que tuvieran tasas impositivas en contra de productos norteamericanos, ya sean aranceles u otros impuestos locales como el IVA. El gobierno estadounidense estaría también apuntando a naciones que hayan establecido algún tipo de impuesto digital, que afecta principalmente a grandes corporaciones tecnológicas norteamericanas.
En 2020, el gobierno del Reino Unido anunció la imposición de una tasa del 2 por ciento sobre los ingresos de compañías tecnológicas, a las cuales acusaba de evadir el pago de impuestos locales al desviar sus ingresos a otros países con menores tasas impositivas. Otras naciones como Francia, Italia y Austria también han implementado algún tipo de impuesto en contra de los servicios digitales.
La tasa del Reino Unido ya había sido criticada por Donald Trump durante su primer mandato en la presidencia de los Estados Unidos, cuando también amenazó con imponer aranceles a las importaciones de automóviles británicos.
Jonathan Reynolds, secretario de Comercio del Reino Unido, viajó a Washington el martes para reunirse con sus pares estadounidenses, Howard Lutnick, secretario de Comercio, y Jamieson Greer, representante de Comercio.
Según medios como el Financial Times, la eliminación de esta tasa sería una de las principales cartas de negociación del gobierno estadounidense a cambio de no imponer aranceles recíprocos. Sin embargo, la Tesorería del Reino Unido niega que el gobierno esté dispuesto a eliminar una tarifa que ya recauda cerca de 800 millones de libras al año para las arcas del gobierno británico.
En ese sentido, oficiales británicos citados por el medio admiten que el Reino Unido recibirá de forma inevitable un impacto por los nuevos aranceles, pero que el objetivo de Reynolds es reducir el nivel de los nuevos impuestos comerciales. Aunque habría “indicios de un potencial acuerdo” enfocado en tecnología, los oficiales citados también señalan que la posición estadounidense es “demandante”.