A partir del 1 de agosto, Japón agregará a las industrias de alta tecnología a una lista de empresas para las cuales la propiedad extranjera de firmas japonesas estará restringida. El gobierno japonés no mencionó países o compañías específicas que se verán afectadas por estas restricciones en la industria de TI y telecomunicaciones.
El anuncio se da el mismo día en que Donald Trump se reúne con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, para dialogar sobre comercio y otros temas.
En una declaración, los ministerios japoneses aseguraron que, para garantizar la seguridad cibernética, tomarán las medidas necesarias, “incluida la adición de la fabricación de circuitos integrados”, previniendo toda situación que afecte gravemente la seguridad nacional de Japón.
Los ministerios de Finanzas, Comercio y Comunicaciones añadieron que Japón busca evitar una fuga de tecnología que se considere importante para la seguridad nacional, así como daños a la producción de defensa y la base tecnológica.
La medida se aplicará a 20 sectores dentro de las industrias de información y comunicaciones. Bajo la ley de control de divisas y comercio exterior, Japón pone a industrias como la de los aviones, energía nuclear y fabricación de armas bajo los controles de capital extranjero.
Con esta ley los inversionistas extranjeros deberán informar al gobierno japonés y someterse a una inspección en caso de adquirir 10 por ciento o más de las acciones en compañías japonesas cotizadas o al comprar acciones de empresas no cotizadas.
En caso de que el gobierno encuentre alguna deficiencia, podrá ordenar a los inversionistas extranjeros el cambio o la cancelación de la inversión.