Remesas: impuesto amenaza expoliar a trabajadores migrantes y sus familias

En 2024, México recibió 64 mil 745 millones de dólares por remesas, un nuevo récord histórico.

En mayo de 2025, en Estados Unidos se impulsó un paquete legislativo, llamado “One, Big, Beautiful Bill”, que, inicialmente estipulaba un impuesto del 5 por ciento por cada transferencia, aunque, luego de mucha presión de los mayores países afectados, principalmente la India y México, los dos mayores receptores de remesas desde EE. UU., el monto se redujo a 3.5 por ciento.

El embajador de México en el país vecino, Esteban Moctezuma, celebró dicha reducción. Aun así, tomando como base esa cifra, el Tesoro estadounidense estaría ingresando 2 mil 266 millones de dólares de ingresos anuales por ese concepto, que provendrían —y por lo tanto afectarían— directamente de los bolsillos de los trabajadores migrantes indocumentados y los hogares más pobres de México.

Este proyecto logró lo impensable: que altos jerarcas y asociaciones que disienten en otros puntos se manifestaran en contra de manera unánime de este lado del río Bravo:

Desde el 14 de mayo, la Asociación Fintech México rechazó categóricamente la propuesta legislativa estadounidense por considerarla “regresiva, contraria a la innovación y a los esfuerzos de inclusión financiera en la región”. 

“El impuesto a las remesas es discriminatorio”, dijo, por su parte, el presidente de la Asociación de Bancos  de México (ABM), Emilio Romano, en una entrevista con El País publicada el 22 de mayo.

“Nosotros queremos que se elimine, que se desaparezca cualquier impuesto a las remesas. No estamos de acuerdo que siga el 3.5, tiene que ser 0, porque es injusto, viola convenios y, además, va en contra de la gente más pobre”, dijo la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en su conferencia matutina del 23 de mayo.

Ambos están preocupados —y, como lo han demostrado en los últimos días, también ocupados—: esas comisiones son divisas que dejarán de entrar a México y causantes de que los bancos mexicanos —principalmente Banco Azteca y BanCoppel—, a su vez, cobren menos comisiones por el servicio porque las transacciones o bien disminuyan o se desplacen hacia medios informales y otras vías como criptomonedas volátiles, como han advertido algunos.

Según el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2024 de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el 89 por ciento de las remesas que llegaron al país se distribuyeron en municipios de muy bajo y bajo rezago social.

Las remesas eran ya, de por sí, uno de los servicios más desiguales e injustos para los usuarios (es decir, los trabajadores migrantes): tenían unas de las comisiones más altas debido al elevado número de intermediarios que participaban en el proceso. Aunque, en las últimas décadas, ese costo se ha reducido considerablemente gracias a la tecnología. 

Según el propio Panorama de la CNBV, en 2023 México registró un costo promedio de 4.9 por ciento por cada 200 dólares por el envío de remesas desde Estados Unidos. Mientras que la Secretaría de Gobernación documenta que en 25 años el costo disminuyó tres veces: al pasar de 12.69 dólares en 1999 a 4.47 en 2024.

El monto promedio ronda los 400 dólares (cerca de 8 mil pesos): se ha mantenido estable en 393 dólares durante los últimos años. La mitad de las remesas provienen de dos estados: California y Texas. Provengo de uno de los mayores estados expulsores de migrantes y el que, hasta 2023, fue el mayor receptor de remesas de México: Guanajuato. Desde 2024 fue superado por Michoacán, pero al fin y al cabo, somos vecinos y compartimos una misma región geográfica, cultural y gastronómica (que, por cierto, es la mayor zona receptora de remesas del país, e incluye a estados adyacentes como Jalisco, San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes).

“Vamos a seguir informando, porque de ser necesario nos vamos a movilizar, porque no queremos que haya impuestos a las remesas de nuestros paisanos de Estados Unidos a México, que atienden a los más necesitados”, escaló Sheinbaum su discurso al día siguiente, el sábado, en San Luis Potosí.

Tecnología e inclusión financiera 

Pero, si todo esto parece más un embrollo político —del que, por cierto, algunos partidos en México lamentablemente han tratado de sacar raja— y un asunto legislativo del otro lado de la frontera, ¿qué tiene que ver con la tecnología y la inclusión financiera, que son el meollo de este espacio? Todo.

La disminución de las comisiones a las remesas en el último cuarto de siglo se debe principalmente a la innovación tecnológica y a la emergencia de nuevas plataformas digitales que han desarrollado mecanismos alternativos, más eficientes y asequibles, para las transferencias transfronterizas.

Hay startups, como Bitso, que tienen esa misión en su ADN y cuya inquietud ha ocupado a sus fundadores durante años. Hay otras, como Félix, fundada por el mexicano Bernardo García y el venezolano Manuel Gody, para las que las remesas incluso constituyen el núcleo de su negocio. Su servicio permite transferir dinero a través de las fronteras en menos de un minuto mediante Whatsapp. Desde hace un año, el unicornio cripto latinoamericano clama que su división empresarial, Bitso Business, gestiona el 10 por ciento del volumen de las remesas de México a Estados Unidos, el segundo corredor más importante del mundo.

Bitso no lo hace directamente a los usuarios finales; provee su infraestructura Blockchain y su conexión directa a los sistemas bancarios latinoamericanos (México, Brasil, Colombia y Argentina) para que otras empresas gestionen la interfaz de usuario bajo su propia marca. Félix es cliente de Bitso y, según la empresa mexicana de servicios financieros basados en criptomonedas, la colaboración le ha permitido ofrecer una comisión fija de 2.99 dólares por transacción.

Hoy, las criptomonedas estables o stablecoins están emergiendo como una alternativa para transferir dinero a través de fronteras de manera más rápida y eficiente. Félix usa la stablecoin del dólar USDC de Circle para hacer los envíos más asequibles y veloces que el tradicional SWIFT. Las dos compañías más grandes de tecnología y finanzas de América Latina, Nubank y Mercado Pago, son clientes de Félix. En México también la usa el gigante del retail y de las tiendas de conveniencia: Oxxo, para su fintech Spin.

Por ello, FinTech México, que acaba de ratificar a Felipe Vallejo de Bitso como presidente por un periodo más, advirtió que imponer un impuesto a las remesas reduciría el volumen de operaciones y desincentivaría la “inversión en soluciones tecnológicas como billeteras móviles, pagos digitales (con stablecoins) y plataformas blockchain que hoy están transformando la manera en que se envía dinero entre países”.

Panorama latinoamericano

La medida, por supuesto, no sólo golpea a México. Si bien el país concentra poco más del 40 por ciento de las remesas que llegan a América Latina en términos absolutos; en términos relativos hay países, sobre todo los centroamericanos, para los que representan un mayor porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB): entre el 19 y el 26 por ciento para El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras.

Por eso, además de nuestro país, Félix también opera en El Salvador, Honduras y Guatemala. Y, según reveló Godoy en entrevista con Bloomberg, con su serie B de 75 millones de dólares busca expandir sus operaciones a otros países de América Latina, específicamente tres de la región andina: Colombia, Perú y Ecuador.

Para el Cono Sur, hay empresas y soluciones más ad hoc, como Global66, una startup chilena fundada en 2018 por los emprendedores Tomás Bercovich (CEO) y Cristóbal Forno (CFO).

México, destino internacional

Para México, cuyo mercado de remesas es dominado por los bancomercios —como la especialista en inclusión financiera Gabriela Zapata denomina a los bancos de las grandes cadenas de tiendas enfocadas en los estratos más pobres—, según su presidente, Alejandro Valenzuela, Banco Azteca procesa el 50 por ciento de las remesas que llegan a México; según su director general, Carlos López Moctezuma; BanCoppel, el 30 por ciento y, como ya se ha asentado, otro 10 por ciento se mueve a través de stablecoins, por lo que es, a la vez, un terreno muy concentrado.

Y cada vez llegan más opciones, ahora desde el otro lado del Atlántico: Wise, anteriormente TransferWise, una startup —ahora sé— estonia, que se volvió unicornio e hizo el debut más grande en la bolsa de Londres, oficializó su llegada a México a inicios del año. El lanzamiento oficial en el país se hizo el 30 de enero. Su segmento también es el de las transferencias internacionales de dinero: presume poder hacerlo, vía web o app, a más de 40 divisas en 160 países alrededor del mundo a través de un proceso totalmente digital. 

Según un estudio que Wise le comisionó a la firma EDC, en 2024 las personas movieron cerca de 168 mil millones de dólares dentro y fuera de México. Además, los mexicanos perdieron 446 millones de dólares en comisiones ocultas por transferir dinero internacionalmente el último año y se estima que en 2025 esa cifra se incremente a 514 mdd.

Y ahí también está Revolut, ya con licencia bancaria en mano, también enfocado en las transferencias internacionales, que, como le dijo a Bloomberg Línea en el marco de la 88 Convención Bancaria, proyecta arrancar operaciones en el segundo semestre del año, toda vez que para entonces ya haya obtenido la autorización de la CNBV.

Ahora bien, las iniciativas no sólo vienen desde ultramar y la empresa privada con fines de lucro y software cerrado, sino también desde ultra-río y una fundación sin fines de lucro que utiliza software de código abierto. Ahí está la Cámara de la Gente, un proyecto impulsado por la Fundación Interledger y la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCS), que busca hacer las remesas más rápidas y baratas a partir de un protocolo open source. La fundación organizó su primer evento en México la semana pasada, el jueves 22 de mayo, y decidió lanzar internacionalmente su proyecto en el país porque “está a la vanguardia de la innovación financiera digital y expandiendo el acceso a los servicios financieros”, según expuso su presidenta y CEO, Briana Marbury.

Bitcoin, nuevo máximo histórico

La víspera del Bitcoin Pizza Day —que este año conmemora el XV aniversario de la primera transacción con BTC—, la primera y más popular criptomoneda del mundo alcanzó un nuevo máximo histórico al sobrepasar los 111 mil dólares.

Agenda: inspiración, IA e infraestructura

La Ciudad de México está de moda. Posicionada como una de las grandes metrópolis globales, esta semana vuelve a convertirse en el epicentro de la innovación y el desarrollo tecnológico. Alberga, simultáneamente, tres eventos del máximo nivel en Latinoamérica: 

  • Endeavor Cracks Summit, coorganizada por la red global de emprendedores y el host de Cracks, reúne a líderes empresariales y del ecosistema de innovación y emprendimiento en Expo Santa Fe el 27 y 28 de mayo.
  • M360 LATAM, la cita anual de GSMA de este lado del Atlántico; congrega el 28 y 29 de mayo a las mayores compañías de telecomunicaciones del continente y a los proveedores de infraestructura digital que operan en el hemisferio. 
  • AI Summit 2025, co organizada por Fintual y OpenAI, abordará los fundamentos y la teoría de la Inteligencia Artificial, y sus posibilidades en respecto al futuro, la regulación y el arte ante una audiencia de mil personas, entre estudiantes, fundadores y expertos el 29 y 30 de mayo en el Presidente.