Las redes de fibra en América Latina podrían tropezar con el WiFi obsoleto

Si los operadores y fabricantes no impulsan la actualización tecnológica de WiFi, los beneficios de la fibra óptica se diluirán en hogares que aún usan routers antiguos.

Imagen: Envato

América Latina corre el riesgo de que sus redes de fibra óptica de alta velocidad se vean obstaculizadas por la lenta adopción de estándares modernos de WiFi.

Si bien los operadores están desplegando infraestructura cada vez más avanzada, muchos usuarios aún se conectan mediante tecnologías inalámbricas antiguas que limitan la velocidad y la calidad del servicio.

Un nuevo informe de Ookla advierte que esta desconexión entre la red de acceso y el entorno doméstico podría hacer que los operadores “tropiecen con su propio éxito”: ofrecer conexiones de hasta 50 Gbps, pero con un rendimiento percibido muy inferior debido a routers basados en WiFi 4 o WiFi 5.

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“Suscribirse al plan de 50 Gbps de Mundo (en Chile) mientras usa un enrutador WiFi 4 sería como comer un bistec con una pajita: obtendría lo que necesita, pero no lo que desea”, ilustra el estudio.

La brecha invisible entre la fibra y el WiFi del hogar

En muchos hogares de la región, la experiencia digital no refleja la capacidad real de las redes de fibra óptica. Los routers antiguos reducen la velocidad efectiva, degradan la estabilidad de las conexiones y limitan la cantidad de dispositivos conectados simultáneamente.

Esta brecha tecnológica afecta la satisfacción del cliente y distorsiona la percepción del valor del servicio. Según Ookla, la actualización hacia WiFi 6 es esencial para aprovechar al máximo la inversión en redes fijas de nueva generación y garantizar que la ultra banda ancha llegue efectivamente a los usuarios finales.

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Chile y Uruguay, referentes regionales en WiFi 6

Aunque en general la región avanza lento en la actualización, Chile y Uruguay despuntan como líderes en la adopción de WiFi 6, con cerca del 30% de las conexiones analizadas bajo este estándar, de acuerdo con Ookla.

En Chile, el avance responde a una estrategia sostenida de despliegue de fibra óptica y una oferta creciente de planes de ultra alta velocidad, que ya alcanzan los 8 Gbps y se preparan para escalar hasta 50 Gbps. La adopción de WiFi 6 ha reducido el tiempo promedio de carga de páginas Web a 2.44 segundos, menos de la mitad frente a estándares anteriores.

Uruguay sigue una trayectoria similar, apoyada en políticas públicas que incentivan la innovación tecnológica y la expansión de la conectividad. En ambos países, los usuarios reportan mejoras tangibles en la estabilidad y calidad de servicios como el streaming, el teletrabajo y la educación a distancia.

Avance lento en la región

Fuera de estos casos, la adopción de WiFi 6 en América Latina es todavía incipiente.

  • Brasil: 13.4% de las conexiones analizadas utilizan WiFi 6.
  • México: 13.3%.
  • Perú: 12.6%.
  • Argentina: 11.1%.
  • Ecuador: 10.7%.
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El resto del tráfico sigue dominado por WiFi 5 y WiFi 4, incluso en los países líderes. En Chile, más de la mitad de las conexiones aún operan bajo WiFi 5; en Argentina, casi 42% siguen siendo WiFi 4.

Entre los principales obstáculos se encuentran el alto costo del equipamiento compatible, la baja renovación de routers domésticos y empresariales y la brecha urbano-rural, que continúa ampliando las diferencias en calidad de servicio.

Un estándar clave para la competitividad digital

Más allá de su papel técnico, WiFi 6 representa una ventaja competitiva para las economías latinoamericanas. Su capacidad para manejar numerosos dispositivos, optimizar el uso del espectro y reducir la latencia lo convierte en un habilitador del Internet de las Cosas (IoT), los ecosistemas inteligentes y la transformación digital en sectores como salud, manufactura y educación.

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Además, sienta las bases para la evolución hacia WiFi 6E y WiFi 7, así como para la integración con redes 5G, fortaleciendo el ecosistema de conectividad regional.

Actualizar o perder impulso

Ookla señala que los operadores, fabricantes y reguladores deben colaborar para cerrar la brecha tecnológica y acelerar la transición hacia WiFi 6.

Actualizar los routers de los clientes podría mejorar drásticamente la experiencia del usuario y garantizar que las redes de fibra cumplan con su promesa de alta velocidad y confiabilidad.

De lo contrario, América Latina corre el riesgo de seguir construyendo autopistas digitales por las que los datos circulan a paso lento.