La decisión final de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil sobre el aviso 5G se pospuso una vez más. El concejal Moisés Moreira pidió ver el proceso en la tarde de este lunes 13 de septiembre, y la reunión extraordinaria convocada por el consejero relator, Emmanoel Campelo, se cerró sin decisión sobre el documento.
Moreira destacó que las cartas enviadas recientemente por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) refuerzan la idea de que el asunto debe debatirse más antes de aprobar el aviso. “Creo que no tuvimos suficiente tiempo para inclinarnos y abordar los mejores pasos a seguir”, dijo.
“Por tal motivo, pido una revisión del asunto y les informo que traeré mi voto lo antes posible, dependiendo de la celeridad con la que reciba la información necesaria sobre los proyectos del Ministerio de Comunicaciones y otra información interna indispensable para hacer los ajustes necesarios”.
También expresó preocupación por algunos puntos en la votación de Campelo, que sugerían la división de bloques de 400 MHz de la banda de 26 GHz a 200 MHz y la reducción del plazo para la formación de la Entidad Administradora de la Banda (EAF, por sus siglas en portugués), por ejemplo. Sin embargo, no explicó cuál era la diferencia en relación con el relator.
Aún no hay fecha para la deliberación final de la Anatel.
Voto de Campelo
El consejero relator destacó que se cumplieron todas las determinaciones del TCU, incluido el ajuste del tipo de cambio para fijar el precio de la banda de 26 GHz, que se encareció por la subida del dólar.
Ante el temor de los lotes baldíos y menos recursos para la conectividad escolar, Campelo sugirió dividir los ocho lotes de 400 MHz en 16 lotes de 200 MHz durante 20 años en la primera ronda y, en el caso de la segunda ronda, los bloques de 200 MHz durante 10 años.
Campelo cumplió con la recomendación del TCU de anticipar la liberación de la banda de 3.5 GHz, utilizada para el servicio de TV satelital, y la posibilidad de que las empresas ganadoras puedan hacer inversión de metas de compromiso.
“El objetivo es permitir, por ejemplo, que cierto prestador de servicios, al darse cuenta de que un municipio ya es atendido por su competidor, haga una inversión, atendiendo de antemano a otro municipio que tardaría más en cubrirse”, dijo.
También propuso la determinación de un periodo fijo para la liberación de la banda de 3.5 GHz, que ya no se expresaría en días, y la reducción del periodo de 90 a 45 días para la creación de la EAF.
El plazo de 45 días parece corto para la formación de una empresa que ha acumulado varias funciones. Un interlocutor del mercado de las telecomunicaciones consultado por DPL News manifestó que existe preocupación sobre cómo la EAF gestionará todos los proyectos: saneamiento de la banda de 3.5 GHz; compensación por satélites; distribución de kits a familias que actualmente utilizan antenas parabólicas; operación de la red privada del gobierno y las redes de infovía del Amazonas; y conectar las escuelas públicas en la red básica.