La Nube privada o el uso de centros de datos propietarios comienza a ganar terreno para la migración de cargas de trabajo de Inteligencia Artificial (IA), derivado de sus ventajas como eficiencia de costos y de operación frente a la Nube pública, apuntó José Miguel Guzmán, senior Network Consultant en Whitestack.
Conforme se acelera la experimentación con IA y se incrementa su implementación en múltiples casos de uso industriales, las empresas han comenzado a explorar alternativas que les permitan adoptar la tecnología a un costo efectivo y en cumplimiento con sus políticas internas de seguridad y privacidad de datos.
Al respecto, Guzmán explicó en entrevista con DPL News, que aunque la Nube pública permite un despliegue rápido y efectivo, las compañías con demandas significativas de cómputo han comenzado a repatriar sus cargas de trabajo a la Nube privada. Lo anterior, derivado de que las inversiones en infraestructura propia pueden representar un ahorro a largo plazo, lo que reduce el costo total de propiedad (TCO).
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El uso de tecnologías como Kubernetes, por ejemplo, un protocolo para orquestar contenedores, permite a las empresas mover aplicaciones entre diferentes plataformas (Nube pública, privada o híbrida) de forma sencilla. “Eso es lo que está permitiendo el concepto de multi-cloud o de cloud híbrido porque ya no hay una complejidad entre moverse de un cloud a otro”, agregó el directivo.
Adicionalmente, la aparición de tecnología abierta en procesadores de cómputo general y de gráficos, infraestructura de servidores y software, que se han comoditizado en los últimos años y pueden ser adquiridas y adoptadas fácilmente por cualquier empresa, “reduce la diferenciación respecto al modelo de Nube pública”.
Para Guzmán, la adopción de Nube privada estaría enfocada principalmente para grandes usuarios corporativos que gastan más de 100 mil dólares anuales en servicios de Nube pública, y que les podría resultar más rentable construir infraestructura privada que puede tener una vida útil de hasta cinco años.
Refirió que incluso personalidades del sector como Michael Dell han confirmado que la mayoría de las grandes compañías están repatriando sus cargas de trabajo a la Nube privada porque “financieramente les hace mucho más sentido y en América Latina lo estamos viendo también”.
Reto de infraestructura latinoamericana
Sin embargo, Guzmán también advirtió que América Latina aún enfrenta un gran desafío en términos de disponibilidad de infraestructura digital. Advirtió que la región tiene un rezago significativo en comparación con Europa, Asia o Norteamérica en aspectos como conectividad de fibra óptica, centros de datos y capacidad de cómputo. Este déficit no sólo limita el desarrollo económico, sino que también condiciona la digitalización de las economías locales.
Para el directivo este reto representa también una oportunidad para la región y para Whitestack. “Queremos ser la organización más eficiente en construir infraestructura digital en esta región para que en la siguiente década esta región sea la que más avance porque estamos en deuda. De hecho, seremos los que vamos a avanzar más porque estamos todavía muy atrás”, explicó.
En ese sentido, explicó que Whitestack se enfoca en el despliegue de infraestructura digital, enfocado principalmente en el mercado mayorista y con presencia en las principales capitales de América Latina, donde trabaja de cerca con los principales operadores de telecomunicaciones.
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Guzmán apuntó también al Edge Computing como una importante oportunidad de mercado y un caso similar a Nube pero más pequeño y más cerca de donde se generan datos. En este mercado, las telecomunicaciones también desempeñarán un papel clave, al aprovechar su infraestructura existente para ofrecer servicios de cómputo en sitios locales, permitiendo a pequeñas ciudades y zonas rurales acceder a tecnología avanzada.
El Edge, montado en la infraestructura existente de las telecomunicaciones, será clave para aplicaciones que requieren baja latencia, como ciudades inteligentes, control de vehículos autónomos o procesamiento de imágenes médicas, entre otros.
En países con geografías extensas, como Chile o México, el Edge Computing ayuda a superar los desafíos de distancia y latencia, ofreciendo una solución más viable para regiones aisladas o menos desarrolladas. Por ejemplo, la compañía colabora en el proyecto Internet para Todos en Perú, enfocado en cubrir zonas rurales a través de una oferta mayorista.
“Esa es la brecha que nosotros queremos llenar. Nosotros le queremos dar a la empresa latinoamericana, a las telcos, a los gobiernos, a los bancos o sitios de e-commerce, acceso a la misma infraestructura, a un mismo nivel de costos que tiene la Nube pública, para que cuando ellas quieran construir, lo hagan a un 50 por ciento del costo o menos”, añadió.