Barcelona. Telefónica, quien se identifica como una early adopter de la arquitectura Open RAN (O-RAN), consideró durante una ponencia en el Mobile World Congress 2022 (MWC22) que aunque la tecnología tiene un importante futuro en las redes de telecomunicaciones, aún quedan retos por resolver como la madurez de proveedores y soluciones, así como una regulación que permita acelerar su adopción.
Maité Aparicio, CTO de Telefónica, destacó los avances de la compañía en el despliegue de O-RAN a través de sus distintas regiones y con múltiples proveedores, tales como Qualcomm o Altiostar, así como Parallel Wireless para su proyecto Internet para Todos, y Mavenir para el despliegue en Brasil. La compañía prepara lanzamientos adicionales en sus principales mercados del Reino Unido, Brasil y España.
Entre los principales beneficios que Telefónica ha podido identificar se encuentran que reduce la posible dependencia hacia los proveedores de los componentes de la red, y amplía la oportunidad para mayores casos de uso y oportunidades de negocio a través de la virtualización de la red.

Sin embargo, Aparicio también advirtió que algunos beneficios aún tomarán tiempo en concretarse, tales como los posibles ahorros en el despliegue y la operación de las redes, que podrían generarse hacia el mediano y largo plazo.
Al respecto, señaló que debe considerarse que Telefónica es un operador con una red ya establecida (brown field operator), por lo que se enfrenta a ciertos retos particulares que no tienen otros operadores que recién ingresan al sector (green field operator), tales como el costo que representa el cambio de proveedores para el equipamiento de la red.
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Destacó la importancia de los proveedores de las soluciones O-RAN, no sólo como fabricantes o desarrolladores, sino como colaboradores en la formación de los estándares, que permitan a la compañía también acceder a soluciones completas, y formar mapas de ruta respecto al desempeño de la red y los costos.
Actualmente, Telefónica se encuentra en medio de la Fase 0 de su estrategia de despliegue de O-RAN, en la que planea despliegues piloto con entre 10 y 20 sitios por unidad de negocio. La fase 1 iniciaría este año con cerca de 200 sitios O-RAN por unidad de negocio hasta 2023, cuando iniciaría el despliegue masivo de la solución. El grupo de telecomunicaciones tiene la expectativa de que a partir de ese año y hasta 2025 pueda registrar un crecimiento de entre 30 y 50 por ciento de RAN mediante O-RAN.
Aparicio advirtió que pese a las crecientes expectativas alrededor de la solución, se deben resolver primero ciertos retos antes de llevarla al despliegue masivo. “Es importante destacar que hay mucho ruido, y no es sinónimo de fácil, de plug and play, o libre de costos. O-RAN es complejo y estamos haciendo lo mejor para incorporarla como parte de la evolución del acceso”, agregó.
Entre los principales retos y lecciones aprendidas identificadas por Telefónica, se encuentran el requerir tiempo para realizar pruebas de interoperabilidad, ampliar las opciones de múltiples proveedores, integrar el diseño de sitios de alta capacidad, avanzar en la automatización de la red, y hacer un cambio en el rol del integrador de sistemas.