La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil aprobó la conversión de multas en penas de obligación de hacer, a fin de garantizar la expansión de la infraestructura de telecomunicaciones en el país.
La sanción de la obligación de hacer consiste en la determinación del infractor de adoptar una determinada conducta, como realizar inversiones en infraestructura, diferentes de las obligaciones ya previstas en derecho y regulación, en beneficio del servicio de telecomunicaciones o del usuario de ese servicio, para inhibir la comisión de una nueva infracción.
La decisión determina que el proveedor realice inversiones en regiones de bajo atractivo económico y gran interés social. Deberán ser instaladas estaciones de radio base, con tecnología 4G, en 13 ubicaciones en distritos fuera de la sede, distribuidas en todas las regiones brasileñas.
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Además, el proveedor debe garantizar un mantenimiento y operación adecuados de las instalaciones por un periodo mínimo de tres años.
La sanción de la obligación de hacer está prevista en el sistema legal brasileño y en el Reglamento para la aplicación de sanciones administrativas por parte de la Anatel.
