La industria de la moda se está adaptando a experimentar con tecnologías inmersivas y soluciones digitales para sus consumidores, con el objetivo de seguir a flote en este momento de cuarentena masiva.
De acuerdo con Forbes, la demanda de soluciones digitales, como ropa y showrooms o pasarelas virtuales, ha aumentado durante la pandemia. Esto demuestra que las medidas de prevención que impiden el contacto físico ha provocado que tanto diseñadores como fabricantes recurran a la moda digital.
Entre las marcas de moda que ya están inmersas en el sector de la moda digital se encuentra The Fabricant, una casa de moda totalmente digital que crea muestras de ropa virtuales, en lugar de usar muestras físicas, para evitar el desperdicio textil.

En el Reino Unido, la cadena Selfridges lanzó una campaña que “explora el futuro de la moda y el comercio minorista a través del arte digital”. En colaboración con el diseñador de moda digital en 3D, Cat Taylor, la marca transformó su colección de la temporada en renders digitales que se vincularon en el sitio de e-commerce de Selfridges.
Pero, después de la crisis del Covid-19, las marcas deben esperar un cambio en el sentimiento del consumidor. Por lo que la industria de la moda debe apostar por demostrar acciones socialmente positivas y eco-éticas.