La biometría del comportamiento se está posicionando como una herramienta para contrarrestar los fraudes financieros tras el aumento de la adopción digital.
Se trata de una herramienta defensiva que analiza cómo interactúa una persona con un dispositivo: desde cómo sostiene el teléfono o la tableta hasta la presión que aplica a su pantalla, el ritmo de escritura y otros patrones de teclado, por ejemplo.
La aceleración de la economía digital y el aumento de los ataques de fraude en línea han creado un entorno difícil para los profesionales de la prevención del fraude encargados de proteger a los clientes y las empresas del impacto de los delitos financieros, de acuerdo con una investigación de LexisNexis Risk Solutions y Aite-Novarica Group.
Lo preocupante es que en un entorno donde los delincuentes atacan directamente a instituciones y clientes individuales, los consumidores suelen ser el eslabón más débil del ecosistema financiero.
Esto sucede así porque los usuarios carecen de conocimientos generales sobre los métodos utilizados por los estafadores y sobre cómo protegerse de los fraudes, el robo de identidad y la apropiación de cuentas, explicaron las compañías.
De acuerdo con la investigación de Aite-Novarica, ya hay un número creciente de organizaciones que han comenzado a implementar la biometría del comportamiento en sus operaciones en respuesta al aumento en el número de ataques registrados.
De hecho, para un 48 por ciento de los ejecutivos especializados en fraude, los ataques de estafa al consumidor siguen estando entre sus principales preocupaciones.
“Los ejecutivos especializados en fraude están profundamente preocupados por el aumento de los ataques de fraude y el efecto que tiene en los consumidores y en la reputación de su organización cuando ocurren pérdidas”, comentó Stephen Topliss, vicepresidente de estrategia de fraude e identidad de LexisNexis Risk Solutions.
Las preocupaciones más comunes de los ejecutivos de fraude financiero también incluyen varios tipos de pérdidas debido al fraude de aplicaciones, como cheques sin fondos e identidades sintéticas.
Un conjunto de múltiples capas de soluciones para el riesgo, incluidas herramientas de biometría del comportamiento, mejora la capacidad de una organización para detectar estafas mediante la identificación de distintos patrones de comportamiento, sostuvo LexisNexis.
