La UE logra nuevo acuerdo comercial con EE. UU. sin impuestos digitales ni tarifas por uso de red
La Unión Europea (UE) y el gobierno de Estados Unidos celebraron haber firmado un nuevo acuerdo comercial entre ambas regiones, que asegurará “la relación económica más valiosa del mundo de 1.6 billones de euros” al año.
Con este acuerdo, los países miembros de la comunidad europea lograron contener la amenaza de los aranceles a 15% sobre diversos productos; sin embargo, la UE también se comprometió a invertir hasta 600,000 millones de dólares y a no impulsar ninguna tarifa sobre el uso de redes.
Las dos economías emitieron una Declaración Conjunta que establece el “compromiso de ambas partes de trabajar para restablecer la estabilidad y la previsibilidad en el comercio y la inversión”, luego de intensas negociaciones entre oficiales de comercio y las diversas amenazas arancelarias del presidente Donald Trump.
El componente más importante del acuerdo es que establece un nuevo régimen arancelario de Estados Unidos hacia la UE, con una tarifa máxima “clara y global” del 15% para la gran mayoría de las exportaciones europeas, incluidos sectores estratégicos como los automóviles, los productos farmacéuticos, los semiconductores y la madera.
También lee: La geopolítica de las plataformas se convirtió en variable de la política comercial de Trump contra Brasil
Por otro lado, los sectores que ya están sujetos a aranceles de nación más favorecida (NMF) de 15% o más, no estarán sujetos a aranceles adicionales.
En ese sentido, ciertos productos como aeronaves y sus componentes, productos farmacéuticos genéricos y recursos naturales no disponibles (incluido el corcho), se someterán únicamente a aranceles NMF, con la expectativa de añadir más categorías.
El techo bajo NMF también aplicará a productos que están actualmente o pueden estar en el futuro sujetos a las medidas de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 de los Estados Unidos, en particular automóviles, productos farmacéuticos, semiconductores y madera.
Pese a la nueva tarifa arancelaria, la UE también es clara en afirmar que en “los aranceles impuestos por EE. UU., quien paga es el importador estadounidense”. Y aun cuando el importador busca compensar este impuesto con descuentos del fabricante, “suelen ser los consumidores (en este caso, los estadounidenses) quienes pagan indirectamente los aranceles”.
En ese sentido, la organización multilateral señala que aunque “sigue convencida de que los elevados aranceles son perjudiciales para la economía mundial, el resultado negociado evita una escalada perjudicial y crea una base para el diálogo continuo y el desarrollo de la relación transatlántica, también en ámbitos de interés estratégico compartido”.
Compromisos europeos de inversión y compras
Para la firma del acuerdo, la UE tuvo que ceder en ciertos aspectos, tales como comprometerse a un monto mínimo de inversión, y a adquirir ciertos productos estadounidenses.
En este apartado, se incluyen hasta 750,000 millones de dólares en adquisiciones de fuentes de energía estadounidense que permitan reducir la dependencia de la región al gas natural proveniente de Rusia.
La UE también pretende adquirir chips de Inteligencia Artificial por valor de 40,000 millones de euros, lo que beneficiará de forma importante a compañías estadounidenses como Nvidia y AMD, que se han convertido actualmente en los principales proveedores de los aceleradores y GPUs requeridos para cargas de trabajo avanzadas de IA.
La organización europea señala que estos chips son “esenciales para mantener la ventaja tecnológica de la UE” y está en línea con sus esfuerzos de transición digital, así como la ampliación de la disponibilidad de AI Factories.
Por otro lado, respecto a los esfuerzos de Estados Unidos por limitar el acceso a estos chips avanzados de naciones consideradas rivales, la UE indica que “sólo se compromete a trabajar estrechamente con EE. UU. para garantizar que los chips de última generación utilizados para la IA no acaben en manos de terceros no confiables”.
¿Fin del debate del Fair Share?
El acuerdo también incluye ciertos compromisos de la UE respecto de su enfoque regulatorio alrededor de las tecnologías digitales.
Aunque la organización europea fue categórica en que “no estaba considerando” cambios en la regulación digital actual, incluida la Ley de Mercados Digitales y la Ley de Servicios Digitales, señala que el acuerdo permitirá ampliar la “cooperación en materia digital”.
Asimismo, la UE reiteró el “compromiso compartido de no imponer aranceles aduaneros a las transmisiones electrónicas y de seguir apoyando la moratoria multilateral sobre los aranceles aduaneros a las transmisiones electrónicas en la Organización Mundial del Comercio, así como de buscar la adopción de un compromiso multilateral permanente”.
No obstante, como parte de los compromisos asumidos por ambas economías para reducir las “barreras injustificadas” al comercio digital, “la Unión Europea confirma que no adoptará ni mantendrá tarifas por uso de la red”.
Dicho compromiso parece estar relacionado a prevenir la posibilidad de que la UE adoptara medidas para imponer una tasa por el uso de las redes de telecomunicaciones a las principales compañías generadoras de tráfico.
Esta tarifa, conocida como “Fair Share”, era principalmente impulsada por las telcos europeas, las cuales demandaban que las grandes tecnológicas –principalmente estadounidenses– participaran en la inversión de nuevas redes de infraestructura.
La industria de telecomunicaciones asegura que las tecnológicas son las principales responsables de la generación de tráfico y las más beneficiadas, por lo que debían compartir la responsabilidad de ampliar las redes de telecomunicaciones.
Por otro lado, aunque Trump también había demandado a la UE que evitara la imposición de impuestos digitales, a los que había acusado de injustos por enfocarse principalmente en las grandes tecnológicas estadounidenses, la UE afirma que el acuerdo no implica cambios a los impuestos ya aplicados por ciertos Estados Miembros.