Todo en Brasil es ‘lo más grande del mundo’ o, cuanto menos, lo más grande de Latinoamérica, incluso cuando ellos (los brasileños) no se consideren parte de ella. São Paulo es la ciudad con más helicópteros del mundo, te cuentan los guías locales en medio del ruido de las hélices que surcan los cielos paulistas.
Pero no todo son datos anecdóticos sobre medios de transporte alternativos, sino también sobre finanzas y, específicamente, finanzas digitales. São Paulo, y particularmente la Faria Lima, es el centro financiero más importante de América Latina. Tan sólo en esa avenida están los tres mayores bancos de inversión del país: BTG Pactual, Itaú y Bradesco. Además, es la sede de los principales bancos de inversión internacionales: Goldman Sachs, Credit Suisse, Morgan Stanley, Bank of America, JPMorgan Chase y UBS.
Nueva York aventaja a São Paulo en volumen de transacciones, pero São Paulo lo supera en número de helicópteros: tiene la flota más grande del mundo, con más de 2 mil unidades y 260 helipuertos. Todos los grandes edificios y rascacielos de la Faria Lima que albergan estos bancos tienen su propio helipuerto. Todo eso ha hecho que se considere el ‘Wall Street brasileño’ por el gran número de instituciones financieras que ahí radican, e incluso se usa para referirse, vía una metonimia de símbolo, a la economía brasileña, la tercera más grande del continente en términos nominales y la décima a nivel mundial por el valor de su Producto Interno Bruto (PIB).
Uno de los cónsules nos dijo que el PIB de São Paulo, un solo estado de Brasil, era más grande que el de toda Argentina, el tercer país más grande de América Latina. De vuelta en casa, verifiqué el dato y constaté que era cierto.
Brasil es, además, la cuna de todo: la meca de los pagos digitales en América Latina y uno de los mercados que está emergiendo como estándares globales no sólo de sistemas de pagos inmediatos (RTPs), sino también de finanzas y datos abiertos. En 2020, el Banco Central de Brasil lanzó Pix. 5 años después, al 31 de mayo de 2025 sumó 175 millones 471 mil 829 usuarios. Un año antes, en 2019, el Banco de México (Banxico) lanzó CoDi (Cobro Digital), y al 26 de mayo sumaba 21 millones 357 mil 215 cuentas validadas. “El problema con CoDi es que estás haciendo un midband“, explicó esta semana Hugo Nájera, director General de Banca Minorista de BBVA México, en su ponencia en Open Finance 2050, por lo que se tenía que evangelizar por los dos lados y crear tanto la oferta como la demanda. BBVA es el líder en la adopción de CoDi en México con el 60 por ciento de las cuentas totales.
Brasil —y São Paulo en particular— es la cuna de Nubank: fundado en 2014 por el colombiano David Vélez y la local Cristina Junqueira, que ya es el banco digital más grande del mundo (sin contar las superapps chinas). Cerró el primer trimestre de 2025 con cerca de 105 millones de clientes, que duplica los 52.5 millones con los que Revolut cerró 2024 en medio centenar de países. Esa es la magnitud del mercado brasileño.
Los brasileños le dieron, además, la vuelta a lo que nosotros no hemos podido: después de China y la India, es el gran ejemplo de la digitalización del dinero y de las transacciones financieras. Tal como consta en el Global Payments Report 2025 de Worldpay, Pix y UPI (Unified Payments Interface) son los ejemplos ‘más prominentes’ de sistemas de pagos rápidos alrededor del mundo.
Según el estudio, tres de cada cuatro brasileños usan Pix y la participación del efectivo en el valor de los puntos de venta (POS) se redujo a la mitad en sus primeros cinco años, al pasar del 35 por ciento en 2020 al cerrar 2024 con 17 por ciento. El valor de las transacciones con Pix ahora supera al de las tarjetas en línea y se proyecta que las supere en los POS físicos este mismo año, por lo que se convertirá en el principal medio de pago en Brasil.
Para muestra de la aversión que ahora tienen los brasileños hacia el efectivo, un ejemplo ilustrativo: un miércoles por la tarde salimos del Shopping Vila Olimpia y a mis colegas se les antoja un chuchuluco de un puesto callejero enfrente: piden cada uno un pastel de feira —una suerte de empanada de hojaldre frita en aceite con el relleno de tu elección— que costaba 12 reales cada uno; en total, de los dos, casi 25. Una colega más prevenida que sí cambió moneda local antes de abordar el avión le extiende un billete de 100 reales y la encargada lo mira con desdén y no se lo recibe. —Eu não tenho troco —le dice. Interpreto la raíz, troco, como trocar, les digo y terminan pagando con cartão, en la misma terminal contactless donde el comensal anterior pagó con Pix. Por eso siempre digo que ir a Brasil, además de desplazarse en el espacio, también es viajar en el tiempo. Es un viaje al futuro, nuestro faro y brújula que nos indica hacia dónde tendríamos que ir.
20 años de inclusión financiera
Dada la escasa o prácticamente nula educación financiera que hay en México, se suele creer que ‘estar en buró’ es ‘malo’. Seguro, apreciable lector, usted ha sostenido alguna conversación en la que alguna persona, de cualquiera que sea su origen geográfico, extracción social o grado académico, la utiliza con un connotación negativa. Desconozco, querido lector, cuál habrá sido su reacción. Aunque, como dijo Aristóteles a propósito de la democracia, quien no quiera participar de él, que esté dispuesto a pagar sus consecuencias.
El ‘buró’ es el Coco: este ente aterrador imaginario que causa pavor entre la población aunque no lo conozca y, quizás, nunca lo haya visto. Ignoro cuál es el porcentaje de mexicanos que sabe que el ‘buró’ no es una entidad pública, y detrás de ese concepto etéreo en México hay dos empresas privadas, denominadas Sociedades de Información Crediticia (SIC): una que, efectivamente, tiene ese nombre comercial, ‘Buró de Crédito’ y la otra Círculo de Crédito (CdC), que esta semana cumple 20 años.
A mediados de los 90, no existía ninguna SIC en México. Luego vino el ‘error de diciembre’, la crisis económica, el Fobaproa, con el que Ernesto Zedillo volvió pública la deuda privada de los bancos. Muchos mexicanos defaultearon, dejaron de pagar sus créditos, lo que mermó la industria y la confianza en el sistema crediticio mexicano. Buró de Crédito se fundó en 1996 como Trans Unión de México S. A.
En la década siguiente, la primera del nuevo milenio, nacieron los bancomercios o bancos comerciales de inclusión financiera, con sucursales físicas de sus tiendas en municipios pequeños y medianos de todo lo alto y ancho de la República, donde en muchas ocasiones son las únicas vías de acceso al sistema financiero formal, Banco Azteca se fundó en 2002 y Bancoppel, en 2007. Sin embargo, cuando comenzaron a operar se dieron cuenta de que el 75 por ciento de sus usuarios potenciales ‘no estaban en el Buró’, lo que se conoce técnicamente como un ‘no hit’. Así que decidieron crear el suyo propio. Círculo de Crédito se creó en 2003 y el 13 de junio de 2005 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la autorización para su constitución y operación como SIC. Entre los grupos empresariales y financieros Sus tres miembros fundadores fueron Grupo Elektra, Banca Afirme y Coppel, antes incluso de que lanzara su propio banco, ya que, como recordaron sus directivos esta semana, la empresa lleva décadas dando ‘créditos a la palabra’; mientras que entre las personas físicas figuraban los hermanos Antonio y Alfredo Chedraui Obeso, los fundadores de la cadena de supermercados que lleva su nombre. Si Banco Azteca dice que ha bancarizado a 23 millones de mexicanos; Coppel, 15 y Afirme, junto con su apuesta digital Billú, suma cerca de un millón de clientes, eso quiere decir que sólo sus tres instituciones fundantes han metido a casi 40 millones de mexicanos al sistema financiero formal.
Nació con la ola de las microfinanzas, según su actual CEO, Juan Manuel Ruiz Palmieri, posteriormente se expandió con las nuevas licencias bancarias y luego vino la tecnología: en 2019, lanzó su API Hub, lo que, según el 90 por ciento del mercado de las FinTechs, que aparecieron mayoritariamente ese año y explotaron durante la pandemia. Hoy tiene registrados 80 millones de teléfonos y, quizás el dato más impresionante es que cada mes tiene 14 millones de consultas, de las que, ahora, por el contrario, el 96 por ciento tiene algún tipo de registro.
Estudios
- Los ingresos totales de las fintechs ascendieron a 231 mil millones de dólares en 2024, lo que implicó un crecimiento de 21 por ciento, de acuerdo con el estudio Fintech’s Next Chapter. Scaled Winners and Emerging Disruptors, de BCG y QED Investors.
- El comercio electrónico minorista crecerá a una tasa compuesta anual (CAGR) del 25 por ciento en México entre 2023 y 2027, con lo que alcanzará un volumen de 184.2 mil millones de dólares, según la tercera edición de la Guía de Expansión de Mercados de Alto Crecimiento de Nuvei.
- Existe una brecha entre las expectativas de los mexicanos y la preparación de los comercios en cuanto a pagos digitales: el 77 por ciento de los consumidores espera que las empresas ofrezca una experiencia de compra fluida entre los canales físicos y digitales, pero sólo el 28 por ciento de las empresas declaró contar con una estrategia de comercio unificado, según el Retail Report 2025 de Adyen.
Abecedario de noticias
- aviva ganó el premio en la categoría de Mejor Estrategia de IA en Servicios Financieros en los GoFA Awards organizados por Open Finance 2050.
- Cobre se alió con Cabify para habilitar pagos instantáneos a los 150 mil conductores registrados en la plataforma de movilidad en Colombia.
- DiDi lanzó una cuenta de ahorro con rendimientos en México.
- Mercado Pago ganó el premio en la categoría de Solución de Pagos más disruptiva en los GoFA Awards.
- Jeeves firmó un acuerdo con Coparmex para impulsar la innovación y la competitividad entre las mipymes.
- Kapital obtuvo la calificación de depósitos a largo plazo de A-.mx con perspectiva estable y de depósitos a corto plazo de ML A-2.mx por parte de Moody’s México.
- Stori ganó el premio a la Inclusión Financiera en los GoFA Awards.
- Vuela fue el evento que organizó el fondo de VC Angel Ventures para conmemorar su 16 aniversario.