En todo México hay sólo 7 mil 500 personas con la certificación para poder dar asesoría financiera; sin embargo, si se descuentan otros roles que piden la misma certificación, pero que cuyo rol no es asesorar, sino operar o funge como otro requisito, “creemos que la capacidad instalada para dar asesoría en inversiones es de menos de 3 mil personas” en el país, contó en entrevista con DPL News Luis Madrigal, director de GBM Advisors.
En Brasil, cuenta Madrigal, hay 70 mil personas que se dedican a dar asesoría en inversiones, por lo que esa brecha “habla de la oportunidad de crecimiento que hay”.
El ejecutivo señala que hay otro indicador que ilustra el rezago de México: en los años 2000, la penetración de activos gestionados en fondos de inversión con respecto al PIB alrededor era del 10 por ciento; hoy en Brasil ese número ya es alrededor del 70 por ciento, mientras que México se quedó estancado en esa métrica cercana al 10 por ciento.
Habilitadores y modelos de afiliados
Madrigal identifica dos factores que podrían impulsar la formación de asesores en México: la educación y mecanismos para que la gente sepa cómo puede convertirse en ello.
Por ello, a partir de la de la experiencia de agentes financieros en otras regiones, como Europa y Estados Unidos y, sobre todo donde, cuenta Madrigal, tras la introducción de un modelo de afiliados por parte de XP Investimentos y más tarde BTG Pactual, se disparó la participación tanto en el número de personas que se certificaron y empezaron a proveer asesoría como la penetración de las inversiones en el mercado y hoy dos de cada siete están en un modelo, en 2021 GBM lanzó un programa de asesores afiliados.
Esto responde a la intención de GBM de “generar una base de profesionales que se dediquen a dar asesoría en inversiones como un servicio profesional” y revertir la baja participación de los mexicanos en las inversiones que, a pesar de las más de 8 millones de cuentas que tiene solo esta casa de bolsa, aún es inferior al 5 por ciento de la población.
El proceso para convertirse en un asesor afiliado de GBM consiste en hablar con la casa de bolsa para entender el modelo y acordar un plan de negocios en conjunto: una parte contractual de cómo es la relación con el asesor y el tipo de servicios que presta, a lo que sigue una fase de inducción, con cursos internos de soluciones de inversión, cumplimiento y operación, tras lo que se habilita el acceso del asesor de las plataformas para que pueda empezar a entablar relaciones con sus clientes.
Hoy, tres años después, ya hay 250 asesores afiliados a la casa de bolsa que gestionan más de 30 mil millones de pesos en activos de 10 mil inversionistas. En aras de seguir posicionando la asesoría de inversiones como una carrera atractiva,
GBM organizó este 11 de septiembre la segunda edición de Pioneros, el mayor evento en México centrado en la profesión del asesor.
El factor humano de las finanzas
En cuanto a la incorporación de la tecnología en el sistema financiero y, específicamente, en la asesoría de inversiones, Madrigal señala que los roboadvisors ‘han tenido sus retos este para despegar’.
“Viendo el track record de los roboadvisors y la preferencia de los clientes, vemos todas estas nuevas herramientas tecnológicas como algo que se vuelva un complemento al rol del asesor y que sirva para potenciar su actividad, pero ese vínculo para enmarcar las metas, mantener la disciplina y celebrar los logros va a seguir siendo instintivamente humano”, puntualiza.
Posteriormente comparte algunas opiniones que les han externado usuarios en algunos sondeos que han realizado, desde las más radicales: “Para nada quiero que una máquina me asesore, quiero el acompañamiento humano”, hasta las conciliatorias: “Yo quiero la combinación de los dos mundos, o sea sí, quiero tener información de mis inversiones y recomendaciones en una plataforma tecnológica, pero a la vez contar con el respaldo de un asesor”.
Valor emocional del asesor y fraudes
Luego expone que el rol tradicional de un asesor se percibe como un promotor de producto vinculado a una institución o alguien que está ofreciendo cierto nivel de rendimiento; sin embargo, advierte que su papel va más allá de eso e incluso tiene un ‘valor emocional que es una parte muy importante’, ya que “el asesor, en cierta forma, se convierte en un coach o en un psicólogo para el inversionista”.
Además, incluso postula que esta figura podría contribuir a evitar que las personas caigan en fraudes y estafas: “Viendo una rendición de cuentas frecuente, oportuna, profesional, en esa medida vamos a evitar buena parte de estos esquemas que la gente cae y, lo peor, es que cae recurrentemente y a veces pues porque no ve ninguna alternativa”.
Importancia de la inversión y la diversificación
Madrigal, como ejecutivo de una casa de bolsa, advierte otros dos riesgos: el riesgo de no invertir, el cual, asegura, también es ‘muy grande’ y un “sesgo muy natural que también existe en México: apostar mucho por las inversiones en bienes raíces o las inversiones sólo en dólares, sin entender, todo el abanico de instrumentos que existen en el mercado”.
“Los instrumentos bursátiles son el mejor mecanismo para diversificar las inversiones”, enfatiza. “Creemos que la mejor forma para que las personas logren sus objetivos es contando con un portafolio bien diversificado y asegurarse de que en toda esa construcción de patrimonio incorporan los distintos instrumentos a los que una persona puede tener acceso”.
El modelo y volatilidad de los mercados
Madrigal cuenta que la asesoría funciona como “traje a la medida del inversionista” y las comisiones que pagará dependen de cómo se construya su portafolio: los fondos de renta fija tienen una comisión de alrededor del 1.2 por ciento, distinta a los instrumentos que tienen este más riesgo, una gestión más activa y, por lo tanto, una comisión mayor.
Sobre los recientes movimientos de los índices asiáticos, Madrigal expone que son “parte de la volatilidad que existe en los mercados y también lo interconectados que están, tanto todos los tipos de activos, como todos lo que participan en las distintas clases de activos”.
Asimismo exhiben cómo ‘movimientos tan pequeños, como ese incremento de tasa que hizo el Banco Central japonés, afectan distintas posiciones y mercados’ y el hecho de que las cosas se muevan muy rápido generara una volatilidad temporal tras la cual, nuevamente regresaron varias de las posiciones. A partir de ello, concluye con ‘dos reflexiones: la importancia del asesor y la importancia de la diversificación’.