Reforma Jorge F. Negrete P.
La frontera más sofisticada de la nueva guerra económica global se encuentra en la geopolítica digital y su cara más visible es la diplomacia digital. América Latina está en el centro de los intereses digitales de Estados Unidos, China y la Unión Europea.
Las tres regiones cuentan con regulación en materia de protección de datos, competencia económica y derechos humanos en el mundo digital, desde la óptica de su propia historia, cultura e idiosincrasia. Cada región con un propósito distinto, estrategias diferenciadas y un discurso público diferente.
El común denominador es la defensa ante el otro y la desconfianza a sus productos digitales. Todos buscan defender su capacidad creativa y de innovación. ¿La estrategia? Generar alianzas, confianza y formas de entender la tecnología y sus beneficios para el ciudadano. Cada región confía en su visión: China en el Estado y el mercado juntos; EUA en el poder del mercado y la Unión Europea en la regulación. Ningún discurso de los tres está fuera del bienestar del ciudadano, la economía digital y los derechos digitales. Los tres buscan influir. ¿Dónde? En América Latina.
Estados Unidos. Joe Biden tiene claro que para vencer a China se requiere reconstruir los lazos con los aliados que fueron dañados durante la administración Trump. Parte de este esfuerzo se logra con la firma por la Declaración para el Futuro de Internet, un documento suscrito por Estados Unidos y otros 60 países con la intención de promover un Internet “abierto, libre, global, interoperable, confiable y seguro”.
Adicionalmente mantiene sus restricciones a China de la tecnología estadounidense y fortalece su capacidad de infraestructura digital, innovación y diseño de procesadores.
China. La política digital es liderada por el presidente Xi Jinping, quien sostiene que “es una prioridad estratégica del Estado”. Estableció el objetivo de “convertirse en un centro de innovación global en este campo antes de 2030”. El valor de producción total de las industrias de Inteligencia Artificial supera los 147.80 mil millones de dólares y ha consolidado 156 centros de desarrollo de alta tecnología y generó más de 1 millón y medio de patentes.
Europa. Es la tercera zona más creativa del mundo, muy atrás de EUA y China, y en sólo ciertos países. ¿Qué regula la UE en el mundo digital? Muchas áreas rojas de atención, como la competencia económica de las telcos y plataformas digitales, la protección al consumidor, la protección de datos personales, la ciberseguridad, el pago de impuestos, la libertad de prensa, derechos de autor y ahora los derechos digitales. Hasta aquí, la narrativa de Europa no sólo es correcta, es impecable para ellos.
Pedro Sánchez presenta esta semana ante la Cumbre Iberoamericana de presidentes la Carta de Derechos Digitales para Iberoamérica, y tras él, arribó una delegación de Europa a Bogotá del más alto nivel. ¿Por qué? La presencia de China y EUA en América Latina y el Caribe (ALC) es una amenaza. La UE responde a esta amenaza estrechando sus relaciones con esta región.
La Vicepresidenta de la Comisión de Digitalización y Competencia de Europa, Margaret Vestager, señaló que “Europa busca aprovechar la afinidad de ALC con los valores y el derecho europeo”.
Diana Jansen, Viceministra de Cooperación y Comercio Exterior de Suecia, señaló que “es necesario un entorno seguro donde construyan modelos digitales que estén en armonía con la democracia y asegurar que se respeten derechos fundamentales como la privacidad y la seguridad” Más claro ni el agua: asistencia jurídica, democracia y regulación al estilo Europa. América Latina primero debe conectar, generar inclusión y bienestar digital a la sociedad. Es un hub digital, productor de startups, unicornios y no debe comprar el modelo hiper regulatorio europeo, que destruye la expansión de la infraestructura, inhibe modelos de negocio digitales y los regula como una sociedad industrial. Debemos alejar la geopolítica con la diplomacia digital.
Presidente de Digital Policy & Law
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