El sector digital en Argentina ante la elección presidencial: qué se hizo, qué faltó y qué vendrá
Uno de los pocos sectores donde la administración de Mauricio Macri puede mostrar resultados positivos es el de las telecomunicaciones y las TIC; a su vez, es este uno de los campos donde el peronismo podría “volver para ser mejores”, gracias a la mirada económica posibilista del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández.
Dentro de la gran crisis económica y monetaria que atraviesa Argentina, si hay números que la administración del presidente Mauricio Macri puede presentar de forma positiva, son sin duda los que reflejan el avance del sector de las telecomunicaciones desde 2015. La ola de la inflación, la devaluación y el aumento de la deuda, el desempleo y la pobreza apunta a llevarse puesto al gobierno actual.
Tras el duro revés sufrido en las elecciones primarias de agosto, todos los sondeos pronostican para este domingo una victoria en primera vuelta de Alberto Fernández, el candidato de la plataforma panperonista que supo aglutinar al kirchnerismo junto con otros sectores peronistas críticos con la anterior administración de Cristina Fernández, su compañera de fórmula.
La visión económica posibilista del entorno de Alberto Fernández hacen esperar al sector TIC una visión menos dogmática y más dialogante, con lo que un gobierno del Frente de Todos podría mantener el rumbo de desarrollo del sector digital y alejarse del congelamiento que éste sufrió durante la década kirchnerista. Alberto Fernández levantó durante la campaña la bandera del impulso a la ciencia y la tecnología como uno de los pilares para la recuperación económica, junto con Fernando Peirano, quien suena como posible Ministro de este rubro.
Los 4 años de la administración Macri muestran importantes avances en el mercado de las telecomunicaciones
Según los datos de la Secretaría de Modernización, los accesos a banda ancha fija pasaron de 6.7 millones en 2015 a 8.9 millones en el segundo trimestre de 2019. Mientras que la velocidad del servicio se multiplicó por cuatro durante este periodo: pasando de 4.4 Mbps en 2015 a 20.4 Mbps este año.
Evolución de los accesos a banda ancha fija
Fuente: Secretaría de Modernización.
Evolución de la velocidad de la banda ancha fija
Fuente: Secretaría de Modernización.
A su vez, en este periodo hubo una gran expansión de las redes de fibra óptica al hogar. De acuerdo con datos del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), hay en el país 760 mil accesos con esta tecnología, lo que supone que 8.5 por ciento del total de accesos a banda ancha fija sea a través de FTTH. En diciembre de 2016 había en el país sólo 160 mil accesos con fibra.
En cuanto a los servicios móviles, el despliegue de LTE se expandió durante estos cuatro años conforme al calendario de cobertura que los operadores ganadores de la licitación de 2014 debían completar. Hasta julio de 2019 el servicio estaba presente en 2 mil 500 localidades (588 en 2015), con una cobertura de 92.2 por ciento de la población (76.4 al inicio del mandato del actual gobierno).
Por lo tanto, de acuerdo con datos de Modernización, hoy nueve de cada diez argentinos pueden acceder a este servicio. Además, hay más de 15 mil kilómetros de rutas nacionales y provinciales que cuentan con servicio 4G.
Fuente: Secretaría de Modernización.
Sin embargo, a pesar de los buenos resultados en materia de conectividad, el escenario de alta devaluación -superior al 500 por ciento en el total del periodo-; la inflación acumulada en los últimos 4 años que se acercará al 300 por ciento, y el aumento de la pobreza -1 de cada 3 argentinos es pobre según datos oficiales-; y el crecimiento de la deuda del país, que aumentó del entorno de 40 por ciento del PIB hasta superar 80 por ciento según las últimas estimaciones públicas, afectaron sin duda a los actores del mercado.
La situación macroeconómica perjudicó especialmente la capacidad de inversión de los privados por los costos que afrontan en dólares, mientras sus ingresos se mantienen en pesos. Por ejemplo, Telecom informó que redujo su inversión estimada en tres años por la situación económica.
Aciertos y desaciertos en política pública y regulación
En cuestiones regulatorias hubo aciertos y desaciertos durante estos cuatro años. Una de las primeras iniciativas impulsadas por la administración macrista para el sector fue, a los pocos días de asumir en 2015, la publicación de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para el sector donde ponía en stand by los artículos más polémicos de la ley de medios y la ley TIC “Argentina Digital”. Creó un regulador convergente -el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom)-, y prometió una ley convergente que nunca llegaría. La mayor parte del sector aplaudió estos cambios. Pero la ley convergente, pese a que se creó una comisión que realizó varias reuniones, recibió a los actores interesados e incluso elaboró un proyecto completo, no llegó a ser debatida y votada en el Congreso.
Importantes actores del sector y algunas voces de la oposición reclamaron esta ley convergente para darle a los agentes de la industria la certidumbre y seguridad jurídica que requieren las inversiones a largo plazo. En cambio, el gobierno decidió finalmente regular el sector a través de decretos y resoluciones.
Primero el DNU 267 (que había derogado parcialmente la ley de medios y la ley TIC, y creaba el Enacom), a éste le siguieron el decreto 1.060 (que establece que la administración Nacional y las empresas y sociedades del Estado garantizarán a los licenciatarios TIC el acceso múltiple o compartido a la infraestructura pasiva apta para el despliegue de redes), posteriormente el decreto 1340 (que permitió a los operadores brindar servicios de TV de paga pero con plazos y sólo en algunas localidades) y, finalmente, el DNU 58/19 (que modificó la Ley de Desarrollo de la Industria Satelital para que se subastasen las frecuencias que tenía reservadas la empresa estatal Arsat).
Aunque al Congreso nunca llegó la ley convergente, sí llegó a debate la ley de Fomento de despliegue de infraestructura y competencia TIC, conocida como la “ley corta”, donde entre otros aspectos se permitía a los operadores dar DTH (TV satelital) a partir de 2020 y ponía a disposición de la industria las frecuencias de espectro que mantenía Arsat. Este proyecto de ley logró la media sanción del Senado en 2018, pero quedó frenado en la Cámara de Diputados.
Otro de los golpes que sufrió la administración de las comunicaciones, derivado de la crisis económica, fue una degradación dentro del Poder Ejecutivo, producto de las medidas de austeridad que tuvo que aprobar el gobierno para balancear el déficit fiscal. Cuando el ejecutivo de Cambiemos asumió, creó el Ministerio de Comunicaciones; dos años después, el sector pasó a estar bajo el ministerio de Modernización. En 2018, este Ministerio -junto a otros- fue eliminado, y las políticas públicas del sector se concentraron en una secretaría TIC de la Jefatura de Gabinete.
En definitiva, pese a los avances, la convergencia plena que permitiría a todos los actores dar todos los servicios, nunca se concretó durante este mandato. Sin embargo, un actor del mercado, la empresa Telecom (Telefonía e internet) fusionada con Cablevisión (TV), fue el operador más beneficiado, siendo la primera empresa en poder ofrecer servicios de cuádruple play en el país. Tanto el Enacom como la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia aprobaron la fusión con algunas obligaciones como la devolución de 80 MHz de espectro que había concentrado por la unión entre Personal y Nextel (que compró Cablevisión tres años atrás), y desprenderse de 143 mil clientes de banda ancha.
Finalmente, en lo que se refiere a las políticas públicas, el actual gobierno continuó y profundizó la política de universalización de las comunicaciones, a través de varias iniciativas. Por un lado, se avanzó en la expansión de la Red Federal de Fibra Óptica (Refefo), iniciativa creada durante la administración anterior, que alcanzó 32 mil kilómetros construidos. Dentro de este marco, se fijó una tarifa plana del mega mayorista, la cual se fue modificando conforme la devaluación y hoy se encuentra congelada, que logró que se redujeran los costos mayoristas de los ISP del interior del país.
Además, el Enacom implementó una política de subsidios para nuevos despliegues o modernización de redes. Por un lado, lanzó créditos a tasa subsidiada y, por otro, otorgó Aportes No Reembolsables (ANR) para que operadores pymes y cooperativas lancen servicios en localidades que no tenían cobertura. El regulador también adjudicó, entre forma directa y concursada, la banda de 450 MHz en 50 áreas, favoreciendo que operadores pymes y cooperativas brinden comunicaciones rurales, buscando favorecer el acceso en estas zonas.
Además, es de destacar que durante este periodo hubo avances significativos en la institucionalidad del sector, la transparencia y en la construcción de indicadores del mercado.
Perspectivas para el futuro de las comunicaciones
A la espera de que se celebren las elecciones del 27 de octubre, todos los analistas prevén un cambio de gobierno, con la vuelta del peronismo al poder en Argentina. Las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO), realizadas en agosto, aparecen como la antesala de lo que previsiblemente se repita este domingo: una victoria por más de 10 por ciento (cifra necesaria para evitar una segunda vuelta) del Frente de Todos, con Alberto Fernández como candidato a Presidente, y Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta, quienes ya aventajaron en más de 15 puntos a la fórmula del oficialismo encabezada por Mauricio Macri en las PASO.
La vuelta del peronismo-kirchnerismo al poder (gobernó durante 12 años entre 2003 y 2015) previsiblemente significará cambios estructurales en la visión económica, ya que esta candidatura propone una ampliación del Estado, mayor intervención en la economía y políticas de preservación de la industria nacional, frente a la visión liberal del actual Ejecutivo.
Todavía no hay definiciones sobre quiénes conducirán el sector si finalmente el Presidente es Alberto Fernández. Al ser el Frente de Todos una coalición constituida por varias fuerzas políticas ligadas al peronismo, de llegar a la Casa Rosada, es de prever que las distintas familias de la coalición habrán de repartirse los ministerios, esto es, el Albertismo más posibilista, el kirchnerismo más ortodoxo con La Cámpora a la cabeza -quienes gobernaron el sector al final del periodo anterior-, y el peronismo federal encabezado por Sergio Massa, crítico con la gestión económica y los casos de corrupción durante la presidencia de Cristina Fernández.
Hay que recordar que cuando asumió el gobierno Mauricio Macri, el extinto Ministerio de Comunicaciones fue encargado a Oscar Aguad, representante de la Unión Cívica Radical, partido que acompañó al PRO en 2015, constituyendo la coalición Cambiemos. Por lo tanto, se observa que la dirigencia del sector puede ser uno de los lugares para repartir poder con las distintas fuerzas políticas aliadas, y habrá que observar cómo queda esta área en el reparto del Ejecutivo.
La Cámpora ya estuvo al mando del sector entre 2013 y 2015, cuando fue nombrado Norberto Berner secretario de Comunicaciones, y posteriormente presidente de la Autoridad Federal de las TIC (AfTIC). La conducción de Berner en el sector estuvo ligada a tres grandes hitos: la licitación de las frecuencias 4G, la sanción de la ley Argentina Digital y el lanzamiento de los dos satélites geoestacionarios argentinos construidos íntegramente en el país, los Arsat 1 y 2.
Entre las principales controversias de la gestión kirchnerista se encontraron el constante enfrentamiento con el grupo Clarín, la falta de diálogo público-privado, y los escasos avances en materia de conectividad, derivados de la política económica de “cepo” que frenaba las inversiones.
Es probable que en una nueva administración peronista el sector telecomunicaciones quedase dentro de un Ministerio de Ciencia y Tecnología. El principal nombre que suena para ocupar la dirección de este ministerio es Fernando Peirano, coordinador de los equipos de propuestas para el ámbito de ciencia y tecnología del Frente de Todos, quien además fue subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva entre 2011 y 2015.
Por su parte, el futuro del regulador del sector aún es incierto. Sí ha sonado Gustavo Beliz (funcionario del BID) para cubrir algún cargo en el sector de modernización del Estado.
El espacio que lidera Alberto Fernández propone “un nuevo acuerdo social sobre la ciencia, la tecnología y la innovación que edifique una sólida política de Estado”, abierto al diálogo entre los actores involucrados. Uno de los documentos que circuló sobre las propuestas del Frente de Todos para las telecomunicaciones sugiere que de llegar al gobierno buscarían revisar las metas de conectividad y calidad 4G; cumplirían con la ley de desarrollo de la industria satelital; atribuirían espectro adicional a nivel nacional; retomarían la regulación de los mercados mayoristas; reevaluarían el uso de los recursos públicos del Fondo de Servicio Universal y de Arsat. A corto plazo también podrían proponer volver a los paquetes de “Precios Cuidados” para la telefonía móvil, como una forma de controlar la inflación.
Por su parte, uno de los grupos de asesores más cercano a Alberto Fernández elaboró una Agenda Nacional de las TIC (ANTIC) 2020 situando la política sectorial al “máximo nivel de gobierno”. El principal objetivo que plantea esta agenda sería sentar las bases para la inserción de Argentina en la economía del conocimiento. Para eso proponen líneas de acción con el foco puesto en la Industria 4.0, la Inteligencia Artificial, el machine learning, deep learning, la Internet de las Cosas, el Big Data, y Blockchain.
Entre las iniciativas de la ANTIC se encuentran promover un marco jurídico que permita desarrollar, adoptar y aprovechar las tecnologías digitales y sus aplicaciones para la producción y la sociedad; asegurar el desarrollo de la infraestructura y accesibilidad que conecte todo el país, incluido un Plan Maestro de Expansión de las Redes de Telecomunicaciones; desarrollar una administración pública eficiente y eficaz orientada a la participación directa de los ciudadanos con apertura y transparencia que garantice la seguridad y la privacidad; contribuir al crecimiento económico mediante el desarrollo y la adopción de las tecnologías adecuadas, entre otras propuestas.
Este grupo también preparó un plan estratégico 2020-2023 para Arsat, otorgándole un rol de liderazgo en la evolución de las TIC tanto a nivel de servicios estatales como en alianza con el sector privado, para contribuir al desarrollo económico y social.
La estrategia determina que Arsat no ingresaría en el mercado de redes celulares, pero sería complementaria al desarrollo del sector mediante acuerdos de interconexión con los operadores en sitios donde la red esté presente. “Estos acuerdos motivarán la inversión de los actores privados para acelerar la cobertura de las redes 4G y 5G”, asegura el documento. Así, Arsat seguiría comercializando conectividad mayorista y siendo proveedor de servicios de data center para el Estado, además de proveedor de servicios satelitales. También plantearían que Arsat desarrolle software y servicios estratégicos para garantizar “la seguridad, soberanía y gestión eficiente de la información y datos del Estado”. A su vez, plantean retomar la idea de potenciar la infraestructura para la TV digital, algo que quedó pendiente en el periodo actual. Además, proponen retomar el desarrollo satelital argentino con foco en la banda KA con tecnología HTS. El satélite Arsat 3, que estaba pautada su construcción, pero que no se avanzó, iba a ser el que tuviera cobertura en esa banda.
En cualquier caso, haya continuidad o cambio en el Ejecutivo, quedarán pendientes de resolver algunos temas clave para los que sería un despropósito que no haya continuidad del trabajo hecho por la actual administración. Esto es, la licitación de espectro -que en teoría se iba a realizar este año- de 20 MHz de la banda 700, otros 20 MHz en AWS, un remanente de espectro para 3G y las frecuencias que devuelva Telecom por su fusión con Cablevisión.
También será importante continuar con el necesario despliegue de la Refefo; Mauricio Macri ya anunció que se construirían 5 mil nuevos kilómetros de troncal que pasarían por 358 localidades. Para esta obra se usarían fondos de servicio universal por un valor de 4.4 millones de pesos.
Además, entre los pendientes para quienes gobiernen el sector desde el 10 de diciembre estarán el plan de espectro donde se incluirán las bandas disponibles para satisfacer las necesidades de conectividad en el futuro de cara al desarrollo de 5G; el Reglamento de Compartición de Infraestructura que se sometió a consulta pública, pero aún no se lanzó una resolución específica; los avances que hizo la SeTIC sobre cómo abordar el Internet de las Cosas; y el apagón analógico que quedó postergado para agosto de 2021, que podría liberar parte de las frecuencias que se dedica a la radiodifusión para destinarlas a servicios móviles.
En conclusión, la industria digital, como el resto de los sectores económicos, permanece muy atento a lo que ocurra en las elecciones de este domingo, pero especialmente al escenario que quede a partir del 10 de diciembre.
Los reclamos de las asociaciones de la industria van en sintonía con gran parte del trabajo realizado y de las propuestas planteadas. En concreto, la GSMA propuso una serie de recomendaciones “para continuar integrando a Argentina en la economía digital”, incluyendo reducir la carga fiscal sobre los servicios móviles; fomentar un modelo impositivo que premie la inclusión digital; la utilización ágil y transparente del Fondo del Servicio Universal; la reducción de los derechos y aranceles radioeléctricos; la eliminación de normativa en desuso y simplificación de la regulación existente; una política de espectro a mediano y largo plazo; y una Ley Marco convergente, entre otros aspectos.
Sin duda, el sector TIC será fundamental en la recuperación económica del país que buscará el futuro gobierno del signo que sea, para ello es clave que en esta ocasión no se haga borrón y cuenta nueva, se dé continuidad a los aspectos que benefician el bienestar de los argentinos y se profundice en las tareas que quedaron pendientes.