DPL Movilidad | Cómo las plataformas de transporte pueden contribuir a una movilidad más sustentable
Las plataformas digitales de transporte, como DiDi, Uber, Lyft y Cabify pueden ser una solución innovadora para promover una movilidad más eficiente, limpia, sustentable y amigable con el medio ambiente.
En la actualidad, el transporte es responsable de 30 por ciento de los gases de efecto invernadero generados en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). De ahí la importancia de buscar nuevas vías para reducir la huella de carbono de este sector.
Aunque los vehículos asociados a las plataformas no están exentos de emitir gases contaminantes, existen varios factores que indican que su impacto puede ser potencialmente menor en comparación con otras modalidades de transporte como el taxi tradicional o los desplazamientos en automóvil privado.
Un estudio de la Junta de Recursos del Aire de California señala que los vehículos registrados en las aplicaciones tecnológicas suelen ser más nuevos y, por tanto, más eficientes en el uso de combustibles fósiles.
Además, en algunas ciudades están creciendo las flotillas de automóviles híbridos o incluso eléctricos disponibles para atender las solicitudes de viajes.
El nivel de ocupación de los vehículos es otro de los elementos que se debe tomar en cuenta al medir su impacto ambiental.
Al poder recoger pasajeros en cualquier punto y responder a peticiones de viaje cuando todavía están en movimiento, los automóviles de las plataformas disminuyen la cantidad de kilómetros recorridos sin personas a bordo y el “tiempo muerto”.
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Asimismo, los viajes a través de las plataformas pueden reducir la huella de carbono en el sector de transporte si son compartidos.
Un estudio de la OCDE destaca que la movilidad compartida es una alternativa más sustentable respecto del coche privado e, incluso, al transporte público.
La investigación apunta que los viajes compartidos tienen el potencial de eliminar alrededor de 6.3 por ciento de las emisiones contaminantes que se producen en el sector del transporte de pasajeros.
Si bien este posible beneficio varía entre ciudades y las diversas opciones de movilidad disponibles, esta forma de transporte presenta oportunidades relevantes para avanzar hacia un transporte más sostenible.
El informe elaborado por la Dirección de Medio Ambiente de la OCDE resalta que “la movilidad compartida puede desempeñar un papel complementario en los esfuerzos por alcanzar la neutralidad de carbono para 2050”.
Sin embargo, aunque los viajes compartidos han ganado preferencia entre los usuarios de las plataformas, es cierto que la proporción de los traslados que se realizan de esta forma aún es menor en la mayoría de las grandes ciudades.
Es decir, todavía las personas se inclinan en mayor medida por utilizar las aplicaciones para viajar de forma individual, en lugar de compartir el costo (económico y ambiental) del traslado con uno o más pasajeros. La OCDE advierte que esto limita el potencial beneficio, al menos en el corto plazo.
La información disponible sobre el impacto ambiental de las plataformas de transporte aún es escasa y no concluyente.
Del lado contrario a lo expuesto anteriormente, también hay estudios que advierten un potencial aumento de los gases de efecto invernadero a causa de los vehículos de aplicación.
No obstante, la organización independiente Resources for the Future revela en una investigación reciente que los viajes a través de las plataformas tienden a reemplazar los traslados en automóvil privado o el taxi.
Por tal razón, en realidad las plataformas no incrementan significativamente las emisiones de carbono del sector transporte.
Inclusive, si se complementan con otras modalidades como el transporte público o la bicicleta, según la disponibilidad de infraestructura y vialidades, fomentan la descarbonización del sector.
Si comparamos el servicio de transporte de las plataformas digitales con el taxi tradicional, se hace evidente que las primeras tienen el potencial de reducir la huella de carbono.
En primer lugar, porque los vehículos de las plataformas pueden tomar viajes prácticamente en cualquier lugar donde se encuentren. En horarios de alta demanda, antes de finalizar un traslado el conductor ya recibió una nueva solicitud para desplazarse a un nuevo destino cercano.
En contraste, algunos servicios de taxi sólo pueden aceptar viajes desde una base específica o en vías concurridas.
Por ejemplo, los taxis de los aeropuertos únicamente trasladan viajes desde una dirección, ya sea hacia o desde los aeropuertos, lo cual aumenta el tiempo muerto y el uso de combustible en función de la cantidad de personas atendidas.
Un taxi de aeropuerto, al regresar a su base sin pasajero, está contaminando más que un vehículo de plataforma que puede detenerse para esperar un viaje o ya tiene un nuevo destino programado.
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Además, las plataformas digitales tienen a su disposición una herramienta poderosa para promover viajes menos contaminantes: la tecnología.
Las empresas de Internet son capaces de recopilar información sobre el tráfico y el comportamiento de los viajes, con el fin de aportar a la construcción de soluciones innovadoras para disminuir la congestión del tráfico y, con ello, la emisión de dióxido de carbono.
Por ejemplo, DiDi está desarrollando proyectos de movilidad inteligente en países como China y México, utilizando la Inteligencia Artificial y el Big Data.
La plataforma usa los datos de los traslados para analizar y monitorear el tráfico, con el fin de ayudar a las autoridades a gestionar de manera más eficiente el transporte en las ciudades.
Si se detecta que hay un punto donde la congestión del tráfico es persistente o suceden recurrentemente incidentes viales, contar con esa información permite intervenir para solucionar los problemas y riesgos a largo plazo.
También las plataformas digitales están apostando por integrar vehículos eléctricos y autónomos a sus flotillas.
Las plataformas tecnológicas no son una solución mágica para alcanzar un transporte más sostenible en las ciudades. Pero si se integran al ecosistema de movilidad, reduciendo el uso del automóvil propio o formas de transporte menos eficientes, pueden contribuir a aminorar el costo ambiental del transporte.