Chile recibe premio en MWC por tener el Internet más rápido de América Latina
Barcelona.- Chile presentó la velocidad media de bajada de Internet fijo más alta de América Latina. Así lo reportó Ookla en su informe más reciente, en el que destacó que el país sudamericano pasó de una media de 50.3 Mbps en 2020 a 205.96 Mbps en la segunda mitad de 2022. Su rendimiento mejoró al punto de ubicarlo en el top 5 del mundo, alcanzando el segundo puesto en enero.
El informe pone en la competencia la razón de este sólido desempeño: “Chile tiene seis ISP con más del 5 por ciento de participación y todos ellos están muy enfocados en fibra”. Según los datos más recientes de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), hay 4.4 millones de conexiones de banda ancha en el país y 2.8 millones, el 63 por ciento, corresponde a fibra óptica.
Ookla premió oficialmente a Chile por la novedad en el marco del Mobile World Congress. Recibió el galardón el senador por Valparaíso, Kenneth Pugh, quien luego dialogó en exclusiva con DPL News para comentar sus sensaciones. “Nos enorgullece. Estamos llegando al 70 por ciento de hogares con fibra en Chile y queremos alcanzar el 100 por ciento. Este premio nos permite seguir con más fuerza”, señaló.
Sobre los desafíos para alcanzar al 30 por ciento restante, el funcionario habló de tres niveles de retos: urbanización digital, que es preparar esta nueva forma de relacionamiento con el mundo digital y avanzar con los despliegues; inclusión digital, para que todos puedan acceder; y educación digital, que es más que alfabetización: el entendimiento de la importancia de contar con Internet y aprovechar su uso. También puntualizó que será clave que la digitalización se mantenga como protagonista en el nuevo proceso por reescribir la Constitución.
Pugh indicó, además, que para garantizar el acceso de todos es fundamental el subsidio a la demanda. “Existe una brecha conformada por quienes no pueden pagar. Hay que subvencionar ese acceso y asegurarles la conectividad”, señaló para luego considerar que la batalla privada es suficiente para completar los despliegues: “El Estado es muy bueno en identificar dónde se requiere algo, aunque no necesariamente dando las soluciones. Tenemos muchas empresas. Es mejor que el Estado participe pero con incentivos para ellas”.