Entrevista a Carlos Rebellón, director de Gobierno y Políticas para el territorio de las Américas en Intel.
¿Cuáles son los beneficios de la asignación de la banda de 6 GHz para Wi-Fi 6?
Es un momento histórico. El Wi-Fi soporta más de la mitad del tráfico IP del mundo, y todo el día tenemos nuestros dispositivos conectados a Wi-Fi, ya sea en la oficina, en el hogar, en un café Internet, en una escuela, etcétera. Entonces, al ser la red más usada o el último pedazo de la red más usado en el mundo es muy importante para todos nosotros en nuestro quehacer diario.
Y lo que ha pasado con Wi-Fi es que es un estándar que ha venido evolucionando en los últimos 20 años, sin espectro nuevo. Mientras cada vez más dispositivos se conectan al Wi-Fi, computadores, routers, smartwatches o asistentes de voz, el espectro se mantuvo intacto por más de 13 años. Este nuevo estándar tiene la ventaja de que fue desarrollado en la banda completa, los 1,200 GHz de la banda de 6 GHz, y eso es trascendental, porque el hecho de disponer de eso hace que, por ejemplo, un equipo con Intel, con Wi-Fi 6E, presente una mejora de cuatro veces en la resolución de un video por streaming, latencias menores en un 66 por ciento para llamadas de video de voz.
Por eso es tan importante que esta banda se asigne y por eso en tantos países ya se está asignando, como Estados Unidos, Corea del Sur, Brasil, Canadá, Costa Rica, Chile, Honduras, El Salvador. Recientemente, el Ministerio de Comunicación de Japón inició los estudios para el uso libre, y recientemente Europa, que se había enfocado en una parte de la banda, en enero tomó la decisión de estudiar la segunda parte para uso libre.
Es un movimiento mundial que creo que reconoce que cuando hay un cuello de botella tan grande para la tecnología y la oportunidad de destrabarlo, la mejor decisión que se puede tomar, que va a beneficiar a todos, es exponer esa banda para uso libre lo más pronto posible.
¿Qué implicaciones podría tener para México si se decide por una asignación diferente de la banda al resto del continente americano?
El mundo de las telecomunicaciones y de la tecnología se mueven por economías de escala. En el caso de América, si uno ya lo cuenta por población, es más del 80 por ciento que ya eligió destinar la banda de 6 GHz a Wi-Fi 6. Esto hace que cuando una empresa como Intel fabrica un chipset, y es usado por las diferentes marcas para varios países, no va a haber costos adicionales.
Un país que decide usar el estándar de manera diferente, por ejemplo, usando un pedazo de la banda solamente, es una nación donde esos equipos van a tener que ser ajustados y tuneados para ese país. Eso hará que esos fabricantes no puedan usar ese mismo equipo que están fabricando a gran escala y tengan que dedicar un trabajo especialmente para México o para el grupo de países que utilizan media banda. Son equipos que van a estar menos disponibles, va a ser menos plural la oferta, y puede que haya fabricantes que no se interesen por este tipo de mercados por el volumen.
También hay implicaciones para la experiencia del usuario, cuando se adquieran dispositivos que se piensan preparados para Wi-Fi 6E y no se cumplan las expectativas.
Respecto a las afirmaciones de la industria celular sobre que la asignación de la banda a uso libre puede ser una limitante para 5G, ¿realmente crees que exista un conflicto o se limite el crecimiento de 5G?
Nosotros somos los principales interesados en que se desarrolle 5G en el mundo. Buena parte de los chips que fabrica Intel y buena parte de las redes 5G se basan cada vez más en el cómputo. Intel hace una tarea de trabajar directamente con fabricantes de redes 5G y con operadores para apoyar la labor con los gobiernos, que entiendan la importancia del 5G y de las redes para el futuro.
Estamos del lado de la industria, pero creemos que el cuello de botella 5G a nivel de espectro es diferente. Creemos que el cuello de botella en la región es que no se han entregado aún las bandas que ya están armonizadas globalmente para 5G, como 700 MHz, 800 MHz, 900 MHz, las bandas en el rango de los 1400 MHz a 1800 MHz, la importantísima banda 3.5 GHz –que el IFT ya dio la buena noticia que está buscando asignarla– y las famosas bandas milimétricas que son las que permiten gigantes anchos de banda.
Estamos en la lucha de impulsar el 5G a nivel mundial. América Latina tiene una oportunidad muy grande, pero creemos que lo mejor para los ciudadanos es que también empujemos el Wi-Fi, porque ahí está nuestra vida hoy, transcurre entre estar conectados a nuestra red móvil cuando nos movemos y entre estar conectados a la red Wi-Fi cuando estamos más fijos.
¿Qué tipo de casos de uso se esperan con Wi-Fi 6E, para los que sea importante la banda de 6 GHz?
Lo primero es la simple experiencia del usuario y la velocidad va a subir, lo que va a ser notable en vídeos 4K y 8K. Otro aspecto que impacta también en los hogares es que no por conectar más dispositivos la red se deteriora tan fácil como la red Wi-Fi actual, porque al haber más espectro, hay más canales y puedes tener más usuarios intensivos al mismo tiempo.
Y a nivel empresarial, es muy importante para las pymes, porque hoy por hoy el Wi-Fi puede ser un cuello de botella, porque no da las prestaciones que una empresa requiere y tienen que cablear. Cablear cuesta. Actualmente, todos los chips de la 12a generación de Intel cuentan con Wi-Fi 6E, y la ventaja de ir avanzando cada vez hacia tecnologías inalámbricas es que no tienes que cablear porque Wi-Fi 6E te va a dar las prestaciones que una Pyme o una empresa más grande necesita.
Las empresas grandes incluso también pueden hacer redes Wi-Fi más inteligentes y más amplias, más ubicuas, lo que genera eficiencia, productividad. No sólo para hogares o empresas, sino también en las escuelas que dependen del Wi-Fi y ni se diga los hospitales.
Entonces los impactos son tan grandes que por eso la oportunidad es así de grande.
Ahora que mencionas que los chips de Intel están listos para Wi-Fi 6E, se observaron también múltiples lanzamientos de dispositivos con el nuevo estándar en el pasado CES. ¿Cuál es su perspectiva respecto a la adopción de estos nuevos dispositivos por parte de los consumidores?
La parte larga de todo dispositivo arranca en los diseños, unos prototipos, unos acuerdos entre la industria sobre los parámetros o potencia, y demás. Esa etapa, que es larga, se tomó ya desde el año 2016, cuando se empezaron a aprobar los primeros estándares de Wi-Fi 6E experimentales, por decirlo así. Y de ese trayecto de tres años ya se dio cuando por fin se definió un estándar por la IEEE y se adoptó un proceso de certificación por la Wi-Fi Alliance. Y entonces el mundo ya quedó listo para que cualquiera pueda fabricar y que esto sea armonizado.
Ahora viene el camino que mencionas. Es la primera vez que ya en un CES, Intel no estuvo solo, toda la industria, tanto la que fabrica routers, los que fabrican PCs, los que fabrican smartphones, ya hizo sus primeros lanzamientos comerciales. Hoy por hoy, mientras hablamos a nivel global, los grandes fabricantes están organizando su línea de ventas, para saber en qué momentos, a qué países lo envían, y seguramente los países que primero van a recibir los equipos son los que ya han asignado el espectro y ya tienen regulados los parámetros. El fabricante y sus canales tienen la certeza que esos dispositivos si los envían a ese país, van a ser usados, y la experiencia del usuario va a ser conforme a la promesa.
Y hay otras señales que te dejan ver que estamos en ese momento del boom comercial. La Wi-Fi Alliance había estimado que para 2021 se enviaron 338 millones de dispositivos (Wi-Fi 6E) y para 2022 representará el 20 por ciento de los envíos de Wi-Fi en el mundo.
Y Wi-Fi 7 está avanzando a grandes pasos, ya también tiene un estándar borrador en discusión, y es importante porque Wi-Fi 7 va a poder usar la misma banda y es el segundo salto que va a impactar de manera incluso más contundente, experiencias de Realidad Virtual y Aumentada que son aún más demandantes de baja latencia, altísima velocidad, altísima capacidad de respuesta. Esta carrera viene para largo y estamos en el momento trascendental de la adopción y del alistamiento incluso de las tecnologías que ya se vienen a futuro.