Un nuevo informe de Argencon da cuenta de lo bueno, lo malo y lo feo del rendimiento de la industria del conocimiento en Argentina. La tendencia al alza en el volumen de exportaciones se mantuvo, pero también sigue la fuga de talentos, que se suma al impacto negativo de la variación del tipo de cambio como aspectos que limitan la performance del sector.
Lo bueno: exportaciones récord. Se registró una “sensible expansión de las exportaciones de servicios de conocimiento por los cambios económicos y sociales producidos por la pandemia”. Este incremento fue global y también se dio en Argentina, donde por primera vez desde 2017 las exportaciones anuales de la economía del conocimiento crecieron respecto al año anterior. La variación interanual fue del 14 por ciento. Además, el cuarto trimestre de 2021 fue “el segundo mejor registro de la historia”.
Lo malo: fuga de talentos. En algunos casos, siempre según el informe, las empresas debieron reemplazar a todo su personal en un periodo de tres años. “La pérdida de competitividad es difícil de revertir porque, en general, los profesionales que migran al mercado informal no se reincorporan al oficial”, dijo Luis Galeazzi, director Ejecutivo de Argencon. Hay, además, un deterioro de la capacidad de aprendizaje interno de las empresas porque se corta la cadena normal de formación en el trabajo por falta de supervisores capacitados. La suma de esto pone “en riesgo la estabilidad completa del ecosistema del conocimiento, lo que implicará no sólo limitaciones para crecer sino para mantener el nivel de actividad presente”.
Lo feo: pérdida en el tipo de cambio. La relación entre la evolución de los salarios y el precio del dólar es esencial para establecer el costo de producción. “Lamentablemente la macroeconomía argentina presenta una fuerte inestabilidad de estas dos variables, presentando periodos de fuerte atraso del dólar y consecuente aumento del costo exportado con otros de mayor aceleración del dólar con reducción en el costo de venta”. De acuerdo al documento, “en la mayoría de las industrias, un mismo servicio se encareció entre un 25 y un 45 por ciento entre enero y diciembre” de 2021. Para el clúster de Desarrollo de Software, en tanto, el efecto promedio fue de 35.8 por ciento.
A pesar de los puntos flojos, los indicadores se complementan con un escenario internacional –pandemia e invasión de Rusia a Ucrania– que “genera espacios para que nuevos líderes puedan absorber la prestación de servicios de valor agregado”. Argentina tiene potencial para convertirse en nuevo referente, aprovechando sus virtudes y trabajando en los dos mayores defectos que surgen del estudio: inflación y problemas cambiarios y, anexado a esto, fuga masiva de talentos.