América Latina debe desarrollar un plan de resiliencia digital para hacer frente a la actual y futuras pandemias

Tecnologías como la banda ancha pueden abonar a mitigar los efectos socioeconómicos negativos de Covid-19 en América Latina, pero la región enfrenta retos de política pública y regulación a largo plazo.

La digitalización puede contribuir a mitigar los efectos negativos, tanto sociales como económicos, de la crisis por el coronavirus en América Latina, pero depende del nivel de desarrollo tecnológico que presentan los diferentes países.

Para combatir la actual pandemia y futuras situaciones similares, la región necesita comenzar a crear un plan de resiliencia digital, partiendo de que a la fecha presenta un grado de desarrollo digital intermedio y debe trabajar más en reducir la brecha, asignar espectro no licenciado y otros desafíos.

Así lo expuso Raúl Katz, presidente de Telecom Advisory Services y director de Investigación de Estrategia Empresarial del Instituto de Columbia para la Tele-Información, durante el webinar El estado de la digitalización en América Latina frente a la pandemia del Covid-19, organizado por el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (cet.la).

Con base en un análisis sobre el virus SARS-CoV, que se extendió a 30 países del mundo en 2003, y los datos actuales sobre la propagación de Covid-19, Katz señaló que tecnologías como la banda ancha contribuyen a disminuir las consecuencias negativas de una pandemia a largo plazo, luego de que los gobiernos adoptan medidas como el aislamiento social y ponen pausa a varias actividades productivas.

Sin embargo, el reto para la región es concebir un proyecto de resiliencia digital, atendiendo las ventajas y desafíos que se enfrentan en la materia. Actualmente se hace evidente la importancia de las redes de telecomunicaciones para mantener actividades de salud, educación y comercio electrónico, pero falta que los reguladores y generadores de políticas públicas impulsen la resiliencia mediante, primero, un diagnóstico del estado de la infraestructura, la brecha digital, la integración de la tecnología a los procesos productivos y la coordinación con el sector privado, entre otros elementos.

Maryleana Méndez, secretaria General de la Asiet, enfatizó que “los grandes ausentes de esta pandemia han sido los fondos de servicio universal”, a cuyos recursos ha contribuido la industria, por lo que no están cumpliendo con el fin para el que fueron creados: llevar servicios asequibles como Internet a la población desconectada. Por ello, dijo que esta pandemia de Covid-19 debe servir para repensar la coordinación entre sector público y privado para promover proyectos destinados a aumentar la conectividad.

En su participación, Jorge Fernando Negrete, presidente de Digital Policy & Law (DPL), señaló que prácticamente todos los países de América Latina ya han anunciado una serie de acciones para asegurar la continuidad de las telecomunicaciones, y los reguladores han construido un discurso novedoso, colocando a estos servicios como públicos, al entender que tecnologías como la banda ancha sustentan derechos fundamentales para la población, como el acceso a la información o a la educación.

Los especialistas coincidieron en el webinar ―en el que también participaron Mauricio Agudelo, especialista del CAF, y Bruno Ramos, director de la Oficina Regional para las Américas de la Unión Internacional de Telecomunicaciones― que la emergencia sanitaria está impulsando una serie de avances en política pública y regulación respecto a la digitalización; por ejemplo, al facilitar el despliegue de infraestructura. Pero la interrogante y gran desafío será mantener este progreso una vez que la región, y el mundo, logre superar la pandemia de Covid-19.

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