76% de los consumidores piensan que debería existir más regulación sobre la Inteligencia Artificial
Consumidores, empleados y ciudadanos están preocupados por los asuntos éticos relacionados con la IA y desean algún tipo de regulación.
La ética en la Inteligencia Artificial (IA) se está volviendo fundamental para ganarse la confianza de la gente. Según un reciente estudio del Instituto de Investigación Capgemini, 76 por ciento de los consumidores piensan que deberían existir más regulaciones sobre cómo las empresas usan la IA.
Los consumidores, los empleados y los ciudadanos están preocupados por los asuntos éticos relacionadas con la IA y desean algún tipo de regulación. Casi la mitad de los encuestados (47%) cree que ha experimentado al menos dos tipos de usos de la IA que dieron lugar a problemas éticos en los últimos 2 -3 años.
La mayoría (75%) dijo que desea más transparencia cuando un servicio es impulsado por Inteligencia Artificial y saber si la IA los está tratando de manera justa (73%).
Encuestados por el Instituto también dijeron que serían más leales, comprarían más o serían defensores de organizaciones cuyas interacciones de Inteligencia Artificial se consideran éticas.
El informe revela que las empresas que utilicen la IA de manera ética serán recompensadas entre los consumidores encuestados:
- 62 por ciento dijo que confiaría más en una empresa cuyas interacciones de Inteligencia Artificial percibieron como éticas,
- 61 por ciento compartiría experiencias positivas con amigos y familiares,
- 59 por ciento tendría una mayor lealtad a la compañía, y
- 55 por ciento dijo que compraría más productos y proporcionaría calificaciones altas y comentarios positivos en las redes sociales.
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Por el contrario, cuando las interacciones de los consumidores con la Inteligencia Artificial dan lugar a problemas éticos, amenaza a la reputación; un 41 por ciento dijo que se quejaría en caso de que la interacción de la IA resultara en problemas éticos, 36 por ciento exigiría una explicación y 34 por ciento dejaría de interactuar con la compañía.
Los ejecutivos de nueve de cada 10 organizaciones creen que los problemas éticos se deben al uso de los sistemas de Inteligencia Artificial durante los últimos 2 o 3 años, con ejemplos como la recopilación de datos personales de pacientes sin consentimiento en la atención médica y la dependencia excesiva en las decisiones dirigidas por máquinas.
Los ejecutivos citaron razones como la presión para implementar con urgencia la Inteligencia Artificial, la falta de consideración de la ética al construir sistemas de IA y la escasez de recursos dedicados a los sistemas de inteligencia ética.
La investigación encontró que 41 por ciento de los ejecutivos senior informaron haber abandonado un sistema de Inteligencia Artificial por completo cuando se había planteado un problema ético.