En 2007, Steve Jobs, CEO de Apple, presentó un objeto que revolucionó la industria de los teléfonos móviles, pero no sólo esa, sino el mundo de los servicios a través de aplicaciones. Se trata del primer iPhone que está a pocos días de cumplir 15 años.
A partir de entonces, los fabricantes de teléfonos inteligentes entraron en una revolución para competir por el mercado. Seguramente recordarán cómo comenzaron a innovar en las pantallas táctiles porque en aquella época muchos utilizaban un panel resistivo, que eran aquellos a los que tenías que presionar con un poco más de fuerza y eran plastificadas al tacto. Los más avanzados, como el iPhone, utilizaban pantallas capacitivas, que eran de cristal y más responsivas al tocarlas ligeramente. Era una sensación y funcionalidad totalmente diferente.
Los smartphones nacieron con pantallas pequeñas, de unas 4 pulgadas en promedio, luego la innovación los llevó a hacerlas más grandes porque comenzaron los servicios de consumo de contenido, sobre todo video, y había que hacerlo en pantallas de mayor tamaño y calidad.
La competencia llevó a los fabricantes de teléfonos inteligentes a darle a los usuarios cada vez más prestaciones. Al principio, la cámara de un teléfono inteligente, por ejemplo la del iPhone, era apenas de 2 megapíxeles. Y sí, dije cámara en singular porque sólo tenían una –no como ahora–, y la calidad era bastante baja.
Con el paso de los años comenzaron a aparecer los smartphones con dos cámaras, con mayor cantidad de megapíxeles y capacidad de grabar y almacenar videos en alta calidad. En la actualidad, hay smartphones con hasta cinco cámaras y un complejo sistema que permite hacer imágenes casi profesionales y videos Ultra HD 4K.
El smartphone poco a poco se convirtió en una navaja suiza. Les colocaron mejores componentes como procesadores ultra rápidos, procesadores gráficos potentes, memoria de almacenamiento enorme, y se convirtieron en computadoras portátiles, cámaras fotográficas, reproductores de música, televisión portátil, y mucho más.
Los teléfonos inteligentes cambiaron nuestra forma de vida. Pero hoy, a 15 años del nacimiento del iPhone, parece que llegaron a su límite de desarrollo. A decir verdad, hace un buen rato que los teléfonos inteligentes y sus servicios alrededor ya no son innovadores. Lo último fue que las pantallas ya se pueden doblar en teléfonos de lujo, pero es algo que en realidad no cambia la vida; se puede prescindir de uno de esos y no pasa nada.
Los fabricantes presentan sus nuevos modelos de teléfonos y, aunque tienen mejoras, sobre todo de procesamiento y en ocasiones de las cámaras, los smartphones son prácticamente los mismos; ya no se nota una diferencia en innovación mayor. Y eso ocurre con todas las marcas.
Sabemos que las redes 5G llegarán a revolucionar el mundo. Promete nuevos servicios como coches que se manejan solos, drones autónomos, Realidad Virtual y muchos servicios que ni nos imaginamos.
Es muy posible que las redes 5G se conviertan en el “killer” de los smartphones, pues las innovaciones se están enfocando en otro tipo de dispositivos, como los lentes de Realidad Virtual.
Ya lo predijo Cristiano Amon, CEO de Qualcomm, durante el Consumer Electronic Show 2022 en Las Vegas:
“El juego por streaming con 5G va a ser parte de todos los días. La Realidad Aumentada y los lentes de Realidad Virtual son algo que probablemente van a reemplazar a los smartphones. Ahora, lo que vemos en dos años es que empezaremos a realizar videollamadas con los lentes de Realidad Virtual”, apuntó el ejecutivo de Qualcomm.
¿La llegada de 5G será el principio del fin de los teléfonos inteligentes, dispositivos que cumplen 15 años de existencia?
Ya lo veremos.