El sueño de Elon Musk de transportar seres humanos a Marte se convertirá en una mayor prioridad nacional bajo la administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, según fuentes, lo que significa grandes cambios para el programa lunar de la NASA y un impulso para SpaceX de Musk.
El programa Artemis de la NASA, que tiene como objetivo utilizar el cohete Starship de SpaceX para poner a los seres humanos en la Luna como campo de pruebas para posteriores misiones a Marte, se espera que se centre más en el Planeta Rojo bajo la administración de Trump y apunte a misiones sin tripulación esta década, según cuatro personas familiarizadas con la floreciente agenda de política espacial del presidente electo.
Apuntar a Marte con naves espaciales construidas para astronautas no sólo es más ambicioso que centrarse en la Luna, sino que también está plagado de riesgos y es potencialmente más caro.
Musk, que bailó en el escenario de un mitin de Trump con una camiseta de “Ocupemos Marte” en octubre, gastó 119 millones de dólares en la candidatura de Trump a la Casa Blanca y logró elevar la política espacial en un momento inusual de la transición presidencial.