Reforma Jorge F. Negrete P.
Sí. Termina una jornada compleja pero relevante, donde se debatió el nuevo régimen de las telecomunicaciones en México. El debate no fue menor y reconozco la apertura para debatir y tomar en cuenta cada palabra de los profesionales invitados a los foros.
Me hubiera gustado que se incorporara un lenguaje más contemporáneo de infraestructura digital, eso le hubiera dado una perspectiva de modernidad a la nueva legislación y nos hubiera permitido comprender cabalmente el vasto horizonte al que se enfrentan las viejas telecomunicaciones y los retos regulatorios asociados a ellas.
Las telco ahora se encuentran en una jornada de transformación de su identidad. Las antiguas empresas de conectividad se están transformando aceleradamente en empresas tecnológicas, algo que se denomina techco.
Los altos precios del espectro, el bajo ingreso por usuario, la masiva inversión, la innovación tecnológica y la diversificación de la infraestructura digital están quitándoles identidad. La infraestructura telco despliega redes inteligentes poderosas que transportan insólitas cantidades de datos, están conectadas a centrales de cómputo, data centers, y gestionan cómputo al borde o edge computing.
Es en estas redes donde comienza y termina la habilitación de la inteligencia artificial. Conectar no es suficiente, hay que garantizar que la red transporte con eficiencia masivas cantidades de datos sin pérdida, con estabilidad y desempeño. Redes mediocres, generan mediocre conectividad.
La nueva ley genera un buen regulador, con una integración correcta y condiciones para una razonable independencia. El reto será la estabilidad de un regulador sensato diseñado para superar el tiempo. El regulador estadounidense, la FCC, se estableció en 1934 y sólo fue modificada en 1996. Sesenta años de estabilidad y continuidad regulatoria. La Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile cuenta con políticas precisas: visión a largo plazo, neutralidad tecnológica, precios de espectro bajos, ejecución marcial, obsesión por la cobertura, no hay empresas públicas ni fondos de acceso universal.
Les deseo el mejor de los éxitos a los funcionarios que vayan a ingresar. Deseo que tengan las mejores credenciales, la mejor formación, la más amplia estructura ética, independencia y visión reguladora moderna.
No. Todo lo que es competencia económica va para la Ley Federal de Competencia Económica. Es claro que hubo dos equipos para integrar cada ley. No me gustó la doble ventanilla, pero la comprendo. Si esto detona la inversión y el despliegue de infraestructura, sería fantástico. Va a ser difícil. Van las razones:
Primero, sólo contemplan descuentos en el pago del espectro en zonas marginadas: ridículo. Nadie va a invertir. Ojalá que, cuando se autorice la nueva Ley Federal de Derechos se consiga entrar en razonabilidad. Esta es una barrera a la inversión, a la competencia y a la inclusión digital.
Segundo, se mantiene la regulación de preponderancia, y la Ley Peña es adoptada por la 4T. La preponderancia es una figura de regulación ex ante de 3G a 4G, que nada tiene que ver en un entorno 5G, vuelve perezoso al sector, va en contra de la tendencia actual de destinar todo el financiamiento a la cobertura y las redes de alta capacidad, frena las inversiones, castiga la inclusión digital, la transformación digital y ataca el derecho a la información.
Esta ley fue trabajada directamente por el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar. Los efectos en materia de competencia económica tendrán un impacto en la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones que conoceremos.
Tercero, persiste la figura de la empresa pública que no será considerada monopolio (Altán). Espero que supere la prueba del T-MEC y se incorpore a competir en las mismas condiciones que sus pares.
Pronto veremos los efectos de esta reforma y espero que sean los que México necesita para ser un país con mayor inclusión digital, inversión en alta tecnología, transformación digital, innovación, ciencia, tecnología y competitividad.
Presidente de DPL Group.
X / @fernegretep