Sony planea cerrar su planta de producción de smartphones en Beijing en los próximos días y trasladarse a Tailandia en un intento por hacer rentable el negocio de teléfonos móviles, informó Reuters.
La unidad de teléfonos inteligentes de Sony ha experimentado pérdidas continuamente, trimestre a trimestre.
En el tercer trimestre de 2018, la división de comunicaciones móviles del gigante tecnológico perdió 141.6 millones de dólares y, a pesar de los mejores esfuerzos de la empresa, la competencia es feroz y Sony no tiene una fuerte presencia en el ámbito móvil.
Luego del cierre, Sony sólo fabricará teléfonos inteligentes en una planta en Tailandia, pero continuará subcontratando parte de la producción a otros fabricantes, dijo un portavoz de la empresa.
La compañía tiene una participación de mercado global de menos de 1 por ciento y ha enviado sólo 6.5 millones de teléfonos este año financiero, principalmente a Japón y Europa.
Sony ha dicho que no tiene intención de vender, ya que espera que los teléfonos inteligentes sean una parte central de las redes inalámbricas de quinta generación, donde se pueden conectar automóviles y diversos dispositivos.
Su objetivo es hacer que el negocio sea rentable en el año fiscal que comienza en abril de 2020.