Los operadores que reciben recursos federales del Fondo de Servicio Universal en Estados Unidos dijeron que costará alrededor de mil 837 millones de dólares eliminar y reemplazar la tecnología de Huawei y ZTE de sus redes de telecomunicaciones.
Sin embargo, no todos los proveedores estarían calificados para recibir financiamiento. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) señaló que las empresas que sí estarían acreditadas necesitan mil 618 millones de dólares para cambiar los equipos chinos.
El monto necesario, manifestado por los operadores, para quitar a Huawei y ZTE es superior a los millones de dólares contemplados por el gobierno en la Ley de Redes de Comunicaciones Seguras y Confiables, promulgada en marzo de este año.
Entre las firmas que serían elegibles para el reembolso, se encuentran los asociados de la American Broadband Communications, Copper Valley Telephone Cooperative, Nemont Telephone Cooperative; e incluso participantes de mayor tamaño, como CenturyLink, América Móvil y Verizon.
A finales del año pasado, la FCC prohibió adquirir tecnología de Huawei y ZTE a los operadores que reciben subsidios federales, debido a que el gobierno del presidente Donald Trump considera a estos fabricantes “una amenaza a la seguridad” de las redes.
Desde entonces, el organismo regulador se dedicó a investigar cuánto costaría reemplazar los equipos chinos de las redes subsidiadas. Para la industria, sobre todo para los pequeños proveedores rurales, es urgente recibir recursos para financiar la sustitución tecnológica, porque no podrían asumir el gasto solos.
Ajit Pai, presidente de la FCC, instó al Congreso a que asigne pronto los fondos para que las compañías reemplacen los equipos chinos, ya que es un paso fundamental para “proteger nuestras redes”.