Reforma Jorge Fernando Negrete P.
Primero conectar, después transformar digitalmente la sociedad. ¿Para qué conectar? Para igualar oportunidades sociales, económicas y jurídicas. Para garantizar el derecho humano de acceso a Internet y, con él, la entrada a una sociedad de derechos digitales y una economía digital.
¿Para qué transformar digitalmente la sociedad? Para generar inclusión digital, homologar capacidades profesionales, educativas, laborales, competitivas y mejorar la calidad de vida de ciudadanos, empresas y gobierno.
La innovación mejora nuestra vida, procesos, cadenas de valor; crea nuevos modelos de negocio y exige mejores políticas públicas. La mala regulación y los marcos jurídicos antiguos destruyen la innovación, el derecho de los ciudadanos a Internet y sus beneficios, entre ellos, la movilidad y la logística.
Un éxito que nadie esperaba. En plena pandemia, las plataformas de entrega, logística y comunicación digital (Uber, DiDi, Rappi, Mercado Libre, Amazon e incluso Facebook y WhatsApp) generaron la mayor cantidad de empleos en el menor tiempo posible en la historia de la civilización.
Habilitaron cientos de miles de empleos en toda Iberoamérica, México y dinamizaron la economía de un ejército de ciudadanos, pequeñas y medianas empresas, restaurantes y tiendas a lo largo y ancho de todo el país. Un éxito de los gobiernos que no destruyeron el modelo de negocio, ni de la innovación.
Mala regulación y malas leyes. Las plataformas digitales han encontrado sus primeros adversarios, funcionarios públicos y legisladores, nostálgicos de la revolución industrial. En nombre de la competencia económica, expulsaron a Uber de Internet en Colombia, en nombre de los derechos de los trabajadores, dejaron sin trabajo a casi 40 mil colaboradores en un año en España y Reino Unido. En nombre del justo uso de la infraestructura urbana de la Ciudad de México, se impuso un impuesto discriminatorio a las empresas de entrega y logística digital.
Los aeropuertos de México no permiten la entrada de las empresas de movilidad digital y protegen los derechos de sindicatos y mafias, no a los ciudadanos. La ciudad de México es enemiga de la movilidad digital y desaparecieron empresas de bicicletas y patinetas por aplicación. En nombre de la soberanía y privacidad, Europa ha dejado de ser un Hub Digital.
¿Para qué quieren conectar si después destruyen la innovación?
Legislar en materia de trabajo a las plataformas de movilidad. La Secretaría del Trabajo y el Seguro Social preparan un nuevo marco legal para regular en esta materia las plataformas. Este es un ejemplo de desconocer la materia, su impacto social y beneficios. Es el triunfo de la urgencia para legislar, marginando su propio éxito: el empleo y bienestar generado.
La revolución industrial quiere regular a la sociedad digital. La marginación selectiva por delante. ¿Esta ley será para todos los taxistas de aeropuertos y gremios del país? No. ¿Regularizará la relación laboral entre los empresarios que tienen 100 o 200 taxis y sus respectivos trabajadores? No. Sólo regulará a los que innovaron, mejoraron el mercado, pagan impuestos, piensan en financiamiento Fintech para sus socios, respetan su libertad y autonomía. Privilegios para la corrupción, destrucción para la innovación.
La secretaria del Trabajo ya sabe que bajo su gestión se ha creado la mayor cantidad de empleo, en el menor tiempo posible que se haya visto. Pero, ¿sabe la secretaria Alcalde que si repite la experiencia europea va a destruir empleos?
Necesitamos más política pública y menos leyes. El equipo de la secretaria debe diseñar algo que no existe: política de empleo para el sector digital. Debe promover la generación de más empleos, innovación, más apps y plataformas digitales para las asociaciones de taxistas. Debe coadyuvar para facilitar la regulación positiva de estas plataformas en alcaldías, estados y poblaciones para generar más y mejores empleos.
Es el triunfo de la política pública sobre leyes que destruyen.
Presidente de Digital Policy & Law
Twitter @fernegretep