Los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordaron durante la pasada Cumbre de la organización en Madrid crear un nuevo programa de cooperación para responder rápidamente a las amenazas en el ciberespacio, en el que identifican claramente a Rusia y China como los mayores desafíos.
Según informó la Casa Blanca en un comunicado, el nuevo acuerdo firmado por los países miembros pretende establecer un nuevo plan de acción para fortalecer la cooperación cibernética en los niveles político, militar y técnico, convirtiendo al ciberespacio en “un componente clave de la postura reforzada de disuasión y defensa de la OTAN”.
“Sobre la base de las lecciones aprendidas del conflicto en Ucrania, los Aliados decidirán en la Cumbre utilizar la OTAN como una plataforma de coordinación para ofrecer activos nacionales para construir y ejercer una ciber capacidad virtual de respuesta rápida para responder a un ciberataque grave”, explica el comunicado.
La Federación Rusa “busca establecer esferas de influencia y control directo a través de la coerción, la subversión, la agresión y la anexión. Utiliza medios convencionales, cibernéticos e híbridos contra nosotros y nuestros socios”, señala la organización en su estrategia.
Como parte del acuerdo, el gobierno norteamericano se comprometió a ofrecer sólidas capacidades nacionales como parte de esta red de apoyo. Un reporte publicado el año pasado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) del Reino Unido afirmaba que Estados Unidos era el único país en el mundo que podría recibir la etiqueta de potencia cibernética.

Por otro lado, la OTAN también anunció un paquete separado de asistencia cibernética a Ucrania.
En un nuevo documento de estrategia, la OTAN reafirmó un compromiso de 2021 de que un ataque cibernético podría (pero no automáticamente) desencadenar el Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, lo que lo convertiría en un ataque contra la alianza en su conjunto.
También se comprometió a trabajar con el sector privado para contrarrestar las amenazas reconocidas formalmente en el ciberespacio planteadas por Rusia y China, y prometió actualizar la estructura de mando de la OTAN para reflejar las nuevas ciberamenazas.
Adicionalmente, los países miembros de la OTAN se habrían comprometido también a formar un fondo por mil millones de dólares para financiar la investigación de tecnologías emergentes, incluida la computación cuántica y la Inteligencia Artificial, según cita Politico con base en fuentes que solicitaron el anonimato.