El Universal Irene Levy
Pues finalmente llegó el momento y Elon Musk adquirió efectivamente el control de Twitter. El recorrido de la compra es un caso para estudiar porque nos revela mucho del carácter del nuevo dueño de esta red social; varias veces dijo que ya no la compraría, estableciendo como causa, por ejemplo, el hecho de que el número de usuarios reales era mentira porque habría más bots o cuentas falsas de lo declarado por la empresa (5%); especuló también, en diferentes ocasiones, sobre el precio de las acciones, hasta que, finalmente, bien por la obligación legal de adquirirla, bien por decisión voluntaria, esta operación se concretó.
Más allá de sus extravagancias, como su llegada el jueves a las oficinas de Twitter en San Francisco cargando un lavamanos luego de escribir en su cuenta: “vamos a hundirlo”, Elon Musk es un hombre de negocios y buscará, sin duda, obtener ganancias de la red social. Recordemos también que fue muy crítico respecto a diferentes decisiones de cancelar ciertas cuentas, como la del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, sosteniendo que se trataba de un ataque a la libertad de expresión. Así que, sin duda, veremos cambios profundos en Twitter de manera muy rápida, pues si algo caracteriza a Musk es su impulsividad en la toma de decisiones.
CAMBIOS EN LAS POLÍTICAS DE CONTENIDOS
Todos sabemos que la línea que dibuja el límite entre la libertad de expresión y otros derechos, obligaciones y conductas incluso delictivas, puede ser subjetiva y dinámica en el tiempo y lugar. Musk hará mucho más flexibles y “tolerantes” estas reglas y las decisiones se tomarán, según él mismo lo anunció, a través de un consejo de moderación de contenidos, conformado por una amplia gama de puntos de vista. Advirtió que no se tomará ninguna decisión sobre estas políticas ni se reinstalarán cuentas hasta que este consejo así lo defina. No obstante, el perfil del rapero Kanye West, que había sido suspendida después de la publicación de mensajes antisemitas, volvió a ser habilitado con la llegada de Musk.
CAMBIOS EN LA PUBLICIDAD Y MODELO DE NEGOCIOS
Apenas llegó al mando, Musk envió una carta a los anunciantes en la que aseguró que no compró la red social para hacer más dinero, sino porque quiere ayudar a la humanidad. Les dice que la plataforma debe ser amigable y acogedora, a fin de que el usuario pueda elegir la experiencia que desee tener de conformidad con sus preferencias, por ejemplo, ver películas o jugar videojuegos. La publicidad, dice, cuando está bien hecha, puede entretener e informar, puede mostrar un servicio, producto o tratamiento médico que ni sabías que existía, pero ahí está para ti. “Por ello es esencial mostrar a los usuarios publicidad que sea relevante para sus necesidades, la publicidad de alta relevancia en realidad es contenido. Así, Twitter fundamentalmente aspira a ser la plataforma de publicidad más respetada en el mundo”.
Pero no olvidemos que Musk tiene otros negocios e inclinaciones que seguramente van a delinear las nuevas tendencias de Twitter: no me sorprendería que se convierta incluso en una plataforma de pagos con criptomonedas. La empresa dejará de cotizar en la bolsa de valores y su administración dependerá de la voluntad y capricho de un solo hombre, lo que para mí nunca será una buena noticia. Twitter ha cerrado una etapa en su historia y nunca volverá a ser lo mismo. Mire usted la cuenta de “Dios” en Twitter @TheTweetOfGod, que ayer escribió: “Elon Musk, tú quieres ir a Marte. Ve.” Y creo que somos muchos los que desearíamos lo mismo.