México ha dejado de percibir 738 millones de dólares desde el año 2020 por la renuncia de las compañías telefónicas a sus concesiones de espectro.
Este 1 de enero se cumplieron cinco años desde que por primera vez una empresa de telecomunicaciones devolviera todas sus bandas radioeléctricas al Estado mexicano, porque el costo de explotarlas ponía más en riesgo a su operación financiera que la propia dinámica competitiva del mercado móvil.
Este era un espectro que las compañías telefónicas habían comprado en licitaciones previas, pero que se encareció a doble dígito por los montos anuales de derechos que la Secretaría de Hacienda y la Cámara de Diputados fijan cada año en la Ley Federal de Derechos.