México no fabrica chips, pero su oportunidad está en otra etapa de la cadena
Construir una planta de chips es un proyecto sumamente complejo y ambicioso. Requiere de inversiones multimillonarias, así como subsidios por parte de los gobiernos. Por lo tanto, pensar que México puede llegar a ser una potencia en este sentido es apuntar en la dirección incorrecta. Más bien, señalan especialistas, el país debe apostar por otras etapas en la cadena de suministro de semiconductores.
De acuerdo con datos de la Semiconductor Industry Alliance (SIA, por su sigla en inglés), el valor de la etapa de fabricación en la cadena de semiconductores representa entre 26 y 30%. Si bien es la fase que más valor representa, el 70% restante corresponde a etapas (investigación y desarrollo; diseño y validación; materiales; ensamblaje, pruebas y empaquetado, y distribución) en donde México puede tener una incidencia.