México | El sistema financiero para el e-commerce

El Economista Ernesto Piedras

Uno de los eslabones esenciales que ha detonado el crecimiento del comercio electrónico es la tenencia y uso de medios de pago para realizar las transacciones de manera digital. Ahí, el sistema financiero es un aliado imprescindible para la cadena de valor del intercambio comercial de bienes y servicios a través de internet.

En años recientes, ha despuntado significativamente la transaccionalidad digital, y se vislumbran también los persistentes retos y barreras del comercio electrónico en la actualidad y en tiempos por venir.

Uno de ellos es la posibilidad de que los montos de venta puedan ser devueltos o revertidos al tarjetahabiente que ha realizado la transacción con un comercio, a pesar de haber recibido satisfactoriamente el bien o servicio provisto. A este fenómeno se le denomina contracargo.

Al respecto, el estudio “Tasas de Aprobación y Contracargos 2021” (bit.ly/3xhEPPF) elaborado por la Asociación de Internet MX (AIMX) provee evidencia sobre la intensificación en la aceptación de pagos digitales por las empresas del país, pero también sobre los obstáculos al comercio digital, como es el caso de los contracargos de tarjeta.

Aceptación de pagos digitales en México. En nuestro país, 8 de cada 10 empresas (77.8% del total) reciben pagos por la vía digital, 3 de cada 10 de estas adoptaron este método durante el curso de la pandemia. Ello demuestra la creciente incursión de las empresas al mundo digital para sortear el confinamiento y su creciente interés por transformarse digitalmente.

Casi una tercera parte (30.5%) de los negocios que han adoptado pagos digitales y han obtenido una proporción superior al 50% de sus ingresos por las transacciones realizadas por la vía de las plataformas de comercio electrónico. Asimismo, ha aumentado la tasa promedio de aprobación de cargos al momento de realizar una compra digital.

Contracargos: un reto. Por el lado negativo, casi 3 cuartas partes de las empresas (73.9%) han enfrentado contracargos y 6 de cada 10 afirman que esta práctica ha aumentado en los últimos 18 meses. Este principal reto para la transaccionalidad digital ha llevado al 65.2% de las empresas a utilizar algún sistema de detección de fraude en la realización de pagos.

También ante este fenómeno, 15.2% han adquirido un seguro de protección o garantía para los contracargos y para la mitad se han generado pérdidas de menos de $500 mil pesos anuales por esta práctica.

El sistema financiero al ser aliado y eslabón fundamental para la economía digital requiere trabajar en conjunto con las empresas para combatir el fraude por pagos digitales.

Al momento, el estudio de la AIMX apunta a que más de la mitad (54.3%) de las empresas considera que las medidas han sido “poco” o “nada efectivas” para contrarrestar esta práctica. Prácticamente la totalidad de las empresas están dispuestas a adoptar y promover herramientas derivadas de las instituciones financieras para reducir la incidencia de contracargos en la realización de transacciones digitales.

Ciertamente, todo lo anterior evidencia avances, retos, pero también áreas de oportunidad para impulsar y fortalecer la economía digital en México.

Para esto se requiere del ejercicio de acciones estratégicas, como es el caso de promover una “educación financiera digital”, por parte de empresas de todos los niveles, consumidores, instituciones financieras e intermediarios de pagos.

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