La Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de México está consciente de que el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil tendrá que comenzar a construirse a pesar de posibles amparos, por lo que ofrecerá su ayuda al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para construir los lineamientos que debe emitir a más tardar en seis meses.
Gabriel Székely, director General de la Anatel, aseguró que lo importante ahora es acercarse al IFT para orientarlo sobre cuál es la tecnología que debería utilizar para resguardar la información de los más de 125 millones de líneas móviles que existen actualmente, más las que se acumulen.
El representante empresarial comentó que dependerá de cada empresa interponer recursos legales; sin embargo, aunque así lo hagan, en tanto estos se resuelven, deberán cumplir con el mandato que ahora está por la modificación hecha a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Aunque criticó la creación del nuevo padrón celular, Székely dijo que es urgente comenzar con los trabajos para delinearlo.
“Los amparos, si existieran, tienen que partir de las empresas en lo individual. Dependiendo de cómo evolucionen las decisiones que tomen las empresas es que pudiera presentarse una situación en donde habría acciones solidarias, pero no sabemos porque tienen que definir las empresas qué tipo de acciones seguirán.
#InfografíaDPL | El ABC del nuevo Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil
“Por lo pronto, lo más importante es con el IFT, que es el que va a operar este padrón, asegurarnos lo más posible de que vamos a proteger los intereses de los usuarios de servicios de telecomunicaciones. Vamos a cuidar eso y los lineamientos son el mejor vehículo, contribuir técnicamente con todo el conocimiento muy amplio que hay en la Anatel y las empresas para este tema (…), incluyendo el de los datos biométricos”, comentó Gabriel Székely en entrevista con DPL News.
“Todos somos usuarios, debemos protegernos”
Al cuestionarle sobre el presupuesto que permita garantizar la seguridad de los datos de los usuarios móviles, Székely dijo que lo ideal es que el IFT invierta en la protección con lo último en tecnología. No obstante, si por falta de presupuesto se eligen herramientas endebles o insuficientes, entonces los operadores y la Anatel lo advertirán de inmediato.
Explicó que se trata de una base de datos sin precedentes, pues la más grande que existe por parte de una institución pública es del Instituto Nacional Electoral (INE), la cual tiene alrededor de 80 millones inscritos, mientras que el padrón móvil tendrá más de 125 millones.
“Este registro (el padrón móvil) es 50 por ciento mayor que el que tiene el INE. El IFT emitió una cifra aproximada del costo, pero una cosa es cuando tú preguntas en el mercado cuánto podría costar, y otra cosa es sentarse a negociar un contrato. Se tendrá que preocupar por preguntas como cuáles son las tecnologías que existen –los biométricos es un tema muy amplio–, cuáles son los mejores sistemas de almacenamiento y manejo de datos, y cuáles son los mejores sistemas de protección de los datos en un mundo donde las grandes tecnológicas líderes constantemente tienen problemas de hackeo.
“No creo que las empresas, si ven que se adopta un sistema con grandes riesgos, no externen su preocupación de todas las maneras posibles. (…) Tampoco el gobierno de México es una entidad inmutable ante las realidades que sea instrumentar una política pública por ley, pues tendrá que haber esfuerzo adicional que se requiera para que se hagan las cosas bien; eso tenemos que presionar todos para que sea el caso”, comentó el director General de la Anatel.
Imposible registrar a 125 millones sólo presencial
Gabriel Székely advirtió que registrar los datos de más de 125 millones de usuarios de líneas móviles que existen en México será una tarea prácticamente imposible si se quiere hacer de manera física en los centros de atención de los operadores, por lo que será necesario usar herramientas a distancia.
“No hay manera de registrar en oficinas físicas a 125 millones de personas en un par de años, nadie lo ha hecho en ningún lugar. Entre 730 días que tienen los dos años, incluidos sábados y domingos –y que además no son dos años, porque seis meses son para que el IFT emita lineamientos, ya que no puedes empezar a trabajar hasta que no estén esos lineamientos–, se tendrá que echar mano de otras opciones.
“El ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado), por ejemplo, tiene un sistema donde a sus pensionados les pide llamar en coordinación con su Afore y graba tu voz (la voz es considerada un dato biométrico). Cada seis meses debes llamar y tienes que decir una frase, y el reconocimiento de voz es de tal precisión que tú puedes vivir 25 años de esa pensión, pero cuando ya no es esa voz entonces ya no te van a pagar”, ejemplificó Székely, aunque dijo que esperarán a las definiciones que haga el IFT.