Libros de texto gratuitos e ideología

El Economista Jorge Bravo

Los libros de texto gratuitos en México siempre han tenido un componente ideológico. El 30 de agosto de 2019, en este espacio, escribí sobre los libros de texto gratuitos y cómo carecían de orientaciones pedagógicas respecto de la tecnología, sus oportunidades y riesgos para los alumnos.

Ahora, dichos materiales educativos están nuevamente politizados por sus evidentes sesgos ideológicos, los errores que contienen, la altivez de los funcionarios responsables de (mal) elaborarlos, la opacidad en torno al proceso de consultas, la suspensión judicial contra la impresión de los ejemplares y toda la polémica que se ha desatado.

El presidente López Obrador se hace la víctima en esta discusión, con sus ya manidas descalificaciones a sus adversarios, pero lo cierto es que los libros de texto gratuitos siempre han sido objeto de críticas desde su origen y en distintos gobiernos, precisamente por sus mensajes ideológicos o por temas de corrupción.

Los actuales funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) dicen que las críticas no son al material educativo en sí, sino al gobierno. Falso. Las advertencias surgieron de identificar temas tendenciosos, equivocaciones flagrantes y confusiones en los contenidos de los libros. Los defensores y propagandistas de los libros de texto de la 4T soslayan los errores de contenido y quieren hacer creer que las críticas sólo son políticas.

La novedad de la Cuarta Transformación, que ya no es tan novedosa, es el desastroso proceso institucional para su elaboración, imponiendo visiones distorsionadas de la realidad, eliminando materias sustantivas y dejando de lado a expertos que realmente conocen de temas educativos.

Pero los nuevos libros de texto gratuitos han generado controversia debido a su orientación marxista y socialista, aunque se ha exagerado. Aquí conviene recordar lo que decía un famoso filósofo marxista francés, Louis Althusser, en el sentido de que la escuela y los medios de comunicación (en este caso los libros de texto gratuitos) son aparatos ideológicos del Estado.

También se ha acusado a las autoridades de eliminar contenidos de ciencias, español, matemáticas, biología y otras materias; pero gobiernos anteriores también han sido severamente criticados por quitar de los ejemplares materias como el civismo.

La función social de los libros de texto gratuitos es garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a la misma educación, información y conocimientos, independientemente de su origen socioeconómico: promueven la igualdad de oportunidades y la equidad educativa en el país.

Más antes que ahora que dominan Internet y las redes sociales, los libros de texto gratuitos han sido herramientas que han desempeñado un papel esencial en la formación de las nuevas generaciones y en la transmisión de valores, conocimientos e ideologías. Pero a lo largo de su historia, han sido objeto de atención y debate sobre cómo presentan ciertos sucesos, ideas y perspectivas.

Hay que reconocer que todos los libros de texto, sin importar el país o el sistema educativo, están inevitablemente impregnados de alguna forma de ideología. La manera como se selecciona y se presentan los contenidos refleja la visión del mundo y los valores del régimen que los elabora.

En el pasado priísta, los libros de texto fueron criticados por promover una ideología nacionalista y autoritaria. En los años setenta incluían efigies de caciques militares y políticos, así como pasajes que glorificaban la Revolución Mexicana, omitían la violencia y la represión que se produjo durante ese período, así como problemáticas sociales como la pobreza, la desigualdad y la corrupción.

Esas ediciones fueron señaladas de promover una visión simplista y optimista de la historia y la realidad mexicanas, que ignoraba las contribuciones de los grupos minoritarios.

Los contenidos de los libros de texto siempre han reflejado la perspectiva oficial del gobierno en el poder en cada momento histórico. En otro ciclo escolar se cuestionó la visión eurocentrista de la historia, la exaltación de ciertos eventos y figuras políticas mientras minimizaban o excluían otros.

Los libros de texto gratuitos también han sido objeto de diversas críticas que van más allá de la ideología. Uno de los problemas recurrentes ha sido la falta de actualización de los contenidos en materia de ciencia y tecnología. Las publicaciones no siempre reflejan la diversidad cultural, étnica, regional, de género y de orientación sexual de México.

Se les ha acusado de ser excesivamente didácticos y unidireccionales, lo cual limita la participación activa, la interacción y la deliberación entre los estudiantes. La educación moderna valora la interactividad, la discusión y la participación, dinámicas ausentes en algunos libros de texto. Se ha argumentado que los ejemplares de historia promueven un enfoque memorístico en lugar de fomentar la comprensión profunda y la capacidad de aplicar conocimientos en situaciones reales. Desde luego, la creatividad, la innovación y el emprendedurismo no se fomentan.

En las últimas décadas hubo esfuerzos por abordar estas y otras preocupaciones y garantizar la objetividad y la diversidad en los contenidos de los libros de texto. La implementación de revisiones y comités de expertos ha buscado evitar la promoción de una única perspectiva ideológica y asegurar que los contenidos sean precisos y pertinentes para una educación integral. Es evidente que con la 4T ocurrió un retroceso hacia la ideologización versus el conocimiento.

El riesgo es que al presentar una visión sesgada de la historia y la sociedad, se limita la capacidad de los infantes de desarrollar un pensamiento crítico. Además, se fomenta el conformismo ideológico y se dificulta el análisis objetivo de los problemas y la búsqueda de soluciones.

A pesar de Internet, los libros de texto gratuitos todavía representan una oportunidad para fomentar la formación de ciudadanos críticos y reflexivos. Cuando los contenidos presentados son objetivos y ofrecen diferentes puntos de vista, los estudiantes tienen la oportunidad de desarrollar habilidades de análisis y discernimiento, para cuestionar, comparar y construir sus propias opiniones.

La oportunidad de una educación de calidad se ha perdido y tendremos que esperar a un nuevo gobierno y una nueva generación de libros de texto gratuitos menos ideologizada, mientras la actual generación de estudiantes, la misma que padeció la pandemia, se pierde.

Twitter: @beltmondi

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