¿Quién no ha escuchado hablar de la inteligencia artificial (IA) en el transcurso de este año? En el trabajo, en los medios o, incluso, en conversaciones con familiares o amigos, todas las personas comienzan a tener una opinión al respecto; además, cada vez es más común que la gente incorpore esta tecnología a su vida cotidiana. Y los números están ahí para confirmarlo, pues de acuerdo con el reciente reporte del Estado Global de la IA, de McKinsey, el porcentaje de organizaciones que ya utilizan herramientas de IA generativa de forma regular se duplicó, de 33% en 2023 a más de 65% para 2024.
Y si bien es un hecho que tanto el uso como el desarrollo de estas tecnologías requieren de marcos de trabajo y reglas de responsabilidad, la IA generativa representa un sinnúmero de posibilidades positivas, jugando el rol de catalizador en la productividad laboral y un aliado en el desarrollo de una nueva era creativa que permita a empresas y personas detonar proyectos o ideas que hasta hace un par de años era imposible o altamente costoso.