Facebook y otras empresas tecnológicas podrían verse obligadas a dejar de transferir los datos de los usuarios europeos a Estados Unidos.
Este fin de semana, el Tribunal Superior de Irlanda rechazó la apelación de la red social para suspender una investigación que encabeza el regulador de datos irlandés sobre la garantía de protección de los datos europeos por parte de las empresas estadounidenses.
El dictamen permite que la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (IDPC) reanude su análisis sobre la revocación del protocolo conocido como Privacy Shield, que actualmente permite el flujo de datos trasatlántico.
Este caso se remonta desde hace ocho años, en que el abogado y activista austríaco, Max Schrems, ha presentado quejas en varios tribunales europeos para anular el protocolo, con el fin de cuidar a los ciudadanos de la Unión Europea de los programas de vigilancia masiva operados por agencias de inteligencia estadounidenses como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Por su parte, un abogado de Facebook dijo que si se interrumpe el flujo de datos entre naciones daría como resultado “consecuencias devastadoras” tanto para el negocio de Facebook como para los 410 millones de usuarios activos que existen en Europa.
La decisión tendrá un gran impacto en la mayoría de los negocios de Internet, especialmente en la industria de la computación en la nube, las redes sociales y la publicidad, dando como resultado pérdidas de miles de millones de dólares.
Es probable que Facebook tenga que rediseñar su servicio para aislar los datos que recopila de los usuarios europeos o suspender el servicio, al menos temporalmente.
Antes de que pueda entrar en vigencia, pasarán algunos meses para que la Comisión irlandesa concluya su investigación y pueda ordenar la suspensión de las transferencias de datos, luego de haberlo presentado a otros reguladores de privacidad europeos para su aprobación final.