Es impresionante ver un cohete despegar hacia el espacio, pero aún así, utilizar los combustibles fósiles y las explosiones para perseguir nuestros sueños de exploración espacial es algo primitivo, irónicamente. Una empresa llamada SpinLaunch cree que tiene una idea mejor: quiere lanzar pequeños objetos al espacio utilizando una centrífuga giratoria gigante.
Hay una razón por la que la exploración espacial, hasta la fecha, se ha limitado a agencias gubernamentales financiadas con fondos federales o empresas respaldadas por multimillonarios que intentan desesperadamente cambiar la forma en que la historia los recuerda. Usar cohetes para lanzar carga al espacio es un esfuerzo muy costoso, incluso cuando esos sistemas de lanzamiento se pueden recuperar, reacondicionar y reutilizar de manera confiable.
Sin embargo, las alternativas al lanzamiento de cohetes no han sido exactamente un éxito. En la década de 1960, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y el Departamento de Defensa Nacional de Canadá formaron una asociación conjunta llamada Proyecto HARP (Proyecto de Investigación de Gran Altitud) para desarrollar, en esencia, armas gigantes terrestres que podrían lanzar objetos al espacio. HARP disparó con éxito un proyectil a la atmósfera utilizando un cañón de 42 centímetros construido en el campo de pruebas de Yuma del Laboratorio de Investigación del Ejército de Estados Unidos, pero a finales de la década de 1960 ambos gobiernos habían retirado los fondos para el proyecto de investigación, y se cerró oficialmente antes de que diera frutos.

Imagen: SpinLaunch
SpinLaunch está adoptando un enfoque algo similar al Proyecto HARP, pero el sistema de lanzamiento espacial cinético que ha estado desarrollando desde 2015 elimina por completo los materiales explosivos. En su lugar, hay una centrífuga eléctrica que hace girar objetos dentro de una cámara de vacío a velocidades de hasta 8.000 Km/h antes de que se liberen a través de un tubo de lanzamiento que es aproximadamente tan alto como la Estatua de la Libertad.
Una prueba exitosa el 22 de octubre en la base de la compañía en Spaceport America en Nuevo México envió un proyectil de 3 metros de largo que se elevó a varios kilómetros, pero eso fue con la centrífuga funcionando a aproximadamente el 20% de su potencia máxima.