América Latina ha sido la gran ausente en la competencia de los Ericsson Innovation Awards. Desde su primera edición en 2014, ningún equipo de universitarios de la región ha ganado el concurso. Pero esta vez, la compañía sueca quiere que sea diferente.
Este 2020, Ericsson busca estudiantes que diseñen proyectos que apoyen el combate al cambio climático, a partir de soluciones que involucren las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y las telecomunicaciones.
Catalina Irurita, vicepresidenta de Marketing, Comunicaciones y Relaciones Corporativas de Ericsson para América Latina Norte, dijo en entrevista con DPL News que este año es la oportunidad de que los latinoamericanos destaquen y propongan iniciativas innovadoras que tengan en mente o estén trabajando, las cuales no necesariamente tienen que venir de quienes cursan carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), sino de cualquier campo de estudio.
A pesar de que los países más desarrollados han dominado el concurso hasta ahora, algunos grupos de otras naciones no consideradas “una potencia mundial” han logrado destacar y ser galardonados.
Por ejemplo, en 2018, un equipo de Senegal, en África, se llevó el primer lugar con un proyecto para ofrecer clases de química, biología y física a través de teléfonos inteligentes en un entorno de Realidad Virtual. Para Ericsson, la problemática del cambio climático debe abordarse desde una óptica de diversidad, pues se trata de un fenómeno de impacto mundial.
En una primera etapa, la competencia será a nivel regional e incluirá la categoría de América del Norte y América del Sur y Central. Habrá siete ganadores que recibirán mil euros y otros siete que avanzarán a la fase dos, en la que podrán obtener tutoría de un grupo de expertos. La última etapa serán las finales y el premio mayor es de 25 mil euros. La convocatoria está abierta hasta el 30 de septiembre.
La meta: reducir la huella de carbono
El sector TIC genera 1.4 por ciento del total de las emisiones de carbono y, aunque no parece una gran cantidad, puede hacer una diferencia significativa para el mundo y las operaciones de la industria si se apuesta por una visión sostenible, señaló Irurita.
Sólo al utilizar energías renovables el sector podría reducir hasta 80 por ciento su huella de carbono, aseguró. Por ello, Ericsson pone énfasis en la necesidad de optar por energías limpias, optimizar el consumo de los equipos, alargar su vida útil e incluso adoptar una suerte de operación ‘inteligente’.
Irurita ejemplificó que en Colombia existen torres de telecomunicaciones que hacen un uso más eficiente de la energía, pues la gestionan conforme al consumo o incluso pueden entrar en modo de ‘apagado’ cuando no son utilizadas.
Para 2030, la firma sueca se comprometió a eliminar las emisiones de carbono de sus propias operaciones con el fin de abonar al esfuerzo por evitar que el calentamiento global supere los 1.5º C, por encima de los niveles preindustriales, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.
De acuerdo con su Informe de sostenibilidad y responsabilidad corporativa 2019, hasta el año pasado ya había reducido en un 24 por ciento sus emisiones de CO2 y para 2022 lo hará en un 35 por ciento. Además, busca alcanzar un 35 por ciento de ahorro energético en los sistemas de radio dentro de dos años (lleva 32%) y desarrollar una cartera de productos 5G diez veces más eficiente en el consumo de energía en comparación con 4G.
La tecnología de quinta generación no sólo traerá beneficios para la conectividad de usuarios finales, industrias o Internet de las cosas, sino que también será una buena noticia para el medio ambiente.
Según un reporte conjunto de Ericsson, Huawei y Orange, 5G disminuirá 60 por ciento el consumo de energía por bit respecto a 4G y sólo necesitará una décima parte de la energía de las redes actuales, por lo que las emisiones de dióxido de carbono serán menores.
Además de los beneficios para la lucha contra el cambio climático, Catalina Irurita resaltó que las empresas pueden obtener otras ventajas, como ahorros en sus costos de producción y operación, lo cual las ayuda a mejorar sus modelos de negocios.
Más mujeres en las TIC
Hasta hace poco, “nosotras no existíamos” en el sector, comenta la vicepresidenta de Marketing. Y es que, aunque cada vez hay más presencia de mujeres en las TIC y las telecomunicaciones, aún se deben redoblar esfuerzos para impulsar su papel de liderazgo.
Al igual que la región latinoamericana no ha tenido una marcada presencia en los Ericsson Innovation Awards, no se han registrado muchas mujeres participantes. En 2017, un equipo de cuatro estudiantes de India ganó la competencia al presentar una solución de SNAP para tener datos en tiempo real sobre el comportamiento del suelo, a fin de elegir los fertilizantes más apropiados para diferentes terrenos de agricultura. Sólo una mujer integró el grupo, y en otros años ellas ni siquiera ocupan un lugar en el podio.
“Este año, conscientes del problema de equidad de género que existe en el sector de las telecomunicaciones, queremos hacer un énfasis especial en que más mujeres participen en la iniciativa (…). En México, solamente un 8 por ciento de las mujeres eligen estudiar carreras STEM y solo un 16 por ciento logra graduarse. Es un número muy bajo”, expuso Irurita.
Agregó que “la diversidad en todas sus formas contribuye a la productividad y a la creatividad”, y los premios organizados por Ericsson “desempeñan un papel muy importante para ayudarnos a identificar, reconocer y ayudar a desarrollar las ideas innovadoras de las estudiantes”.
Las mujeres en el campo de las TIC en la educación superior representan únicamente 3 por ciento de las matrículas a nivel mundial, de acuerdo con datos de las Naciones Unidas. Durante su formación, la organización señala que se enfrentan a un contexto de prejuicios y estereotipos que las alejan de este tipo de carreras y más adelante, en la carrera profesional, tienen obstáculos de brecha salarial y también sesgos de género que les dificultan avanzar.
Frente a este escenario, el sector se ha comprometido a contribuir al cierre de la brecha de género en el sector: gobiernos, empresas y organismos internacionales han acordado sumar esfuerzos para acabar con la desigualdad de género en el desarrollo de las TIC y telecomunicaciones, un problema que, en voz de algunas expertas, “está profundamente arraigado”.