El caso Bait de Walmart

El Economista, Jorge Bravo

El Operador Móvil Virtual Bait (Bodega Aurrera Internet y Telefonía), propiedad de Walmart, ha logrado un crecimiento exponencial en los últimos años, llegando a 8 millones de líneas de Internet móvil o 6.61% del mercado de banda ancha móvil al tercer trimestre de 2023.

Este rápido crecimiento ha generado suspicacias en la industria y desencuentros entre Altán Redes, que provee el servicio mayorista a Bait, y los operadores Telcel y AT&T, que también alquilan su capacidad para que otros operadores móviles virtuales revendan paquetes de telefonía e Internet al consumidor final. En el caso de Telcel, sus servicios mayoristas están regulados por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

Tanto Telcel como AT&T han llamado al IFT a revisar cómo contabiliza las líneas telefónicas, debido a que las cifras proporcionadas por Altán Redes, Bait y los otros OMV podrían distorsionar el mercado móvil.

La preocupación radica en que las cifras de Bait podrían estar infladas. Por ejemplo, clientes que adquieren una SIM, contratan un paquete de servicios móviles, consumen el saldo pero no vuelven a hacer recargas, quedando la línea activa pero sin uso.

Bait inició operaciones en junio de 2020 como OMV. En 2022 ya tenía 5.5 millones de líneas de telefonía móvil, superando rápidamente al resto de los 110 operadores móviles virtuales al cierre de 2022, y creciendo por encima de los operadores tradicionales Telcel y AT&T.

En las tiendas Walmart, Superama, Bodega Aurrera y Sams se ofrece el servicio de Bait, la venta de tarjetas SIM y recargas, así como el cambio de operador y la portabilidad con el mismo número. Bait ofrece paquetes con Internet ilimitado, Internet en casa e Internet portátil. El servicio está condicionado a la cobertura de Altán Redes, que actualmente es de 70.97%.

Altán Redes es una Red Compartida que utiliza la totalidad de los 90 MHz en la banda de 700 MHz y su modelo de negocio es mayorista, es decir, comparte su infraestructura y vende capacidad de minutos y megas a los operadores móviles virtuales para que puedan ofrecer planes y paquetes a precios atractivos en sus respectivos nichos de negocio y clientes finales, debido a que no tienen que instalar y operar una red propia de telecomunicaciones. Cabe recordar que Altán Redes no pagó por operar la banda de 700 MHz y tampoco paga derechos por el uso del espectro radioeléctrico, por lo que su red está subsidiada.

La última vez que Altán Redes informó el número de usuarios dentro de su red fue el 17 de mayo de 2002, cuando la Red Compartida alcanzó 6 millones de usuarios finales. Llama la atención que sólo Bait, al término de 2022, tuviera 5.5 millones de líneas y que nueve meses después haya alcanzado 8 millones.

Según Altán Redes, “este crecimiento es resultado del agresivo plan de negocios que empezamos a impulsar desde finales de 2019, incluyendo el lanzamiento de ofertas disruptivas de la mano de nuestros OMV con planes hasta 4 veces más baratos que la competencia”.

A pesar de que el principal accionista de Altán Redes es el Estado mexicano a través de la inversión pública realizada por la banca de desarrollo, Altán Redes no informa ni actualiza el número de usuarios que posee. Aunque el Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (Promtel) vigila el despliegue de la Red Compartida, tampoco comparte el número de usuarios de Altán Redes. Aunque el IFT regula el sector de telecomunicaciones, su Banco de Información de Telecomunicaciones tampoco transparenta los usuarios de esa empresa público-privada.

En su “Análisis sobre el Mercado de Operadores Móviles Virtuales 2023”, el IFT explica la estrategia omnicanal de comercialización de Bait: “Este operador tiene presencia en 705 tiendas y 24 estados del país con paquetes desde 10 pesos al día y ofertas que incluyen Internet ilimitado por 300 pesos. Como parte de su estrategia comercial, los clientes que compran en las tiendas de esta compañía reciben recompensas como datos de regalo.” En efecto, al realizar compras y escanear el ticket, el cliente obtiene megas gratis para continuar conectado.

Sólo en el submercado de los OMV, Bait posee 53.2% de las 10.5 millones de líneas reportadas al término de 2022, seguido de FreedomPop (14.1%). Bait ofrece sus servicios a través de las más de 2,700 tiendas de la compañía Walmart de México y Centroamérica y todas las recargas incluyen llamadas nacionales y de larga distancia a Estados Unidos y Canadá.

El rápido crecimiento de Bait puede atribuirse a varios factores. Su asociación con Walmart le ha permitido tener una amplia presencia en todo el país a través de las tiendas de la cadena minorista. Además, Bait ha adoptado una estrategia de precios agresiva, ofreciendo planes de telefonía y datos a precios más bajos que los de sus competidores tradicionales.

Los operadores temen que la oferta de Bait, basada en tarifas bajas, sea insostenible a largo plazo y que desestabilice el mercado, lleve a una competencia desleal y a una situación de dumping, en la cual Bait estaría vendiendo servicios por debajo de los costos reales. El dumping puede provocar pérdidas económicas para los operadores tradicionales y obstaculizar las inversiones en infraestructura.

Entre los OMV, Bait tiene uno de los precios por GB más bajos del mercado, pero su ingreso promedio por usuario (ARPU, por sus siglas en inglés) también es de los más reducidos, sólo 31 pesos mensuales. Bait está apostando por una estrategia de atracción de clientes a bajos precios, sacrificando también sus ingresos y los de la industria. Al ofrecer tarifas por debajo de costos, Bait utiliza su posición dominante en el mercado de los OMV para desplazar a otros operadores. Esta práctica se considera ilegal si se demuestra que tiene un efecto anticompetitivo, es decir, si la estrategia de precios bajos de Bait lleva a la salida de otros competidores.

Algunas empresas ven el crecimiento de Bait como una amenaza, otras como una oportunidad para innovar y ofrecer mejores servicios a los consumidores. El IFT debe ejercer su función reguladora sobre estas dinámicas para asegurar un mercado de telecomunicaciones justo, competitivo, sin distorciones y con estadísticas confiables.

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