El Vocero – Yaritza Rivera Clemente
Al inicio de la temporada de huracanes, la cual se perfila como una más activa de lo normal, todavía muchas comunidades en Puerto Rico están a merced de postes del tendido eléctrico en condiciones poco favorables para enfrentar el embate de un evento atmosférico.
En un recorrido que realizó EL VOCERO por distintas zonas del área metropolitana, se observaron postes de madera o en concreto inclinados, con luminarias dañadas y hasta partidos.
Aunque la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) había indicado que se iban a reemplazar todos los postes de madera con otros en metal o concreto, se desconoce a ciencia cierta cuántos quedan sin cambiar en la Isla. Tampoco se sabe si hay un plan activo para reemplazarlos, como se había anunciado tras el huracán María en 2017.
En datos enviados a este medio, la corporación pública informó que tiene en almacenes: 4,288 postes de 70 pies; 1,266 de 35 pies; y 3,140 de 45 pies galvanizados. A su vez, se indicó que hay 1,068 postes de madera para distribución, 3,897 para transmisión, 22,060 luminarias LED 65W y 41,855 luminarias LED 125W (avenidas). Se añadió que la AEE se mantiene activamente abasteciendo sus almacenes.
El director ejecutivo de la AEE, José Ortiz, reconoció ayer que hay que mejorar el área de distribución y “todo lo que queda cerca de las casas”. En ese sentido, mencionó los postes que se encuentran detrás de residencias, traspatios y urbanizaciones “viejas”, muchas de ellas en el área metropolitana.
“Eso hay que corregirlo. Ahora con el programa de mejoras permanentes de FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) se ha pedido que esas líneas que discurren por los patios de las propiedades, que puedan hacerse soterradas fuera de esos patios para tener acceso mucho mejor”, dijo Ortiz. Añadió que también trabajan en soterrar el sistema que suple, por ejemplo, a hospitales, refugios y hasta instituciones bancarias.
Sin embargo, afirmó que si un huracán como María azota la Isla este año y afecta el sistema eléctrico, los clientes de la corporación pública estarían sin luz no más de dos meses y medio.
“No es aceptable que el pueblo de Puerto Rico tarde 11 meses en que le llegue la luz. Teníamos la capacidad de aprender y hacer las cosas diferentes. Si viniera un evento similar a María, yo no veo más de dos meses y medio sin luz. Creo que todo el mundo puede estar dentro de ese lapso”, abundó.
Las declaraciones de Ortiz surgieron en una vista pública que realizó la Comisión de Desarrollo Económico, Planificación, Telecomunicaciones, Alianzas Público Privadas y Energía de la Cámara de Representantes, presidida por el legislador Víctor Parés, en la cual se discutió principalmente el plan de contingencia de la AEE.
Ortiz señaló que la AEE cuenta con un inventario de $138.5 millones en materiales que fueron distribuidos entre los 27 almacenes de la corporación pública, específicamente 12,561 postes, 4.7 millones de pies en cable de cobre, 17 millones de pies en cable de aluminio, 6,600 transformadores y 187,574 aisladores.
Además, mencionó que la corporación pública cuenta con un inventario de aproximadamente $98 millones en los almacenes que suplen materiales y equipos al Directorado de Generación.
En duda el inventario
Pero el presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier), Ángel Figueroa Jaramillo, recordó que cuando el huracán María se dañaron sobre 100,000 postes.
“La autoridad, en la conferencia de prensa (del viernes pasado) dijo que tenía 12,400 en inventario y ahí se ve ya que hay una diferencia. Y no es que tengas 100,000 postes de inventario, eso no es viable, pero eso te requiere una movilización de infraestructura de Estados Unidos a Puerto Rico y eso no se hace en un día. Eso puede conllevar dos o tres semanas”, aseveró a EL VOCERO.
Figueroa Jaramillo afirmó que es “irresponsable” establecer un estimado sobre el tiempo que tomaría restablecer el servicio eléctrico luego de un huracán sin saber los daños que el ciclón pueda ocasionar. “Estimar tiempo indistintamente de las condiciones que puede estar la infraestructura no es responsable porque dependes de los daños que pueden haber ocurrido”, abundó.
Ven falta de mantenimiento
Por su parte el vicepresidente de la Utier, Fredison Martínez, dijo que si bien es cierto que el sistema de transmisión y distribución está menos débil que cuando el huracán María, no es un nivel que se podría catalogar como aceptable u óptimo.
Agregó que el plan que se había establecido era que “se iba a utilizar un estándar de que los postes que se instalaran tras el paso de María que fueran de madera tenían que estar en un periodo, que entiendo que era de dos años, para que se hiciera el reemplazo por un poste de metal o de concreto… Eso a la fecha de hoy no ocurrió nunca”.
Recordó que antes la AEE contaba con un programa de mantenimiento con brigadas especializadas para atender este tipo de asuntos, pero que después del huracán Georges (1998) no se han vuelto a ejecutar.
Martínez precisó que cuando se cae un poste o una línea eléctrica se realiza el trabajo para repararlo, “pero la labor de mantenimiento -como cuando un cliente llama para informar que tiene un poste podrido, que las líneas están por caerse o malitas- pues no se le da prioridad o se deja hasta que se rompa. Cuando se rompe, pues entonces envían una persona a arreglarlo porque las personas se quedan sin luz”.
Afirmó que después del huracán María hubo un reemplazo bastante masivo de postes, pero en varias instancias las compañías contratadas no siguieron los estándares de construcción.
“En muchos de los casos, por el apuro, la cantidad de trabajo o la falta de materiales que hubiese en ese momento no permitió que eso se pudiese realizar de la forma adecuada. Muchas veces lo que se hizo fue enderezar el poste que estaba en malas condiciones, los aisladores que no estuvieran rotos reemplazarlos y trabajar con lo que había”, comentó el líder sindical.