El proyecto denominado BDI-CHA nació en el marco de una tesis doctoral de la ahora docente de ingeniería Alejandra González. De acuerdo con el director de esa tesis, Enrique González, lo que se aprendió fue a construir un sistema que controle un robot que responda a imprevistos en un ambiente complejo.
“Hay diversos usos, al inicio nos enfocamos en el fútbol robótico para justamente saber cómo actuaría el jugador y cuáles de las 30 opciones va a tomar en el campo de juego. Esto permite que las decisiones que se tomen emulen a las de los humanos, y luego pasamos el proyecto a la interacción hombre-robot”, explicó González.
Esa es una de las líneas de trabajo del grupo de investigación SIRP (Sistemas Inteligentes, Robótica y Percepción) de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Javeriana.
De hecho, el trabajo de las ingenieras Alejandra González y Flor Ángela Bravo en su tesis doctoral sobre este sistema de inteligencia artificial también logró una patente estadounidense para proteger su invención.
“Los robots deben no solo estarán atentos a las tareas que están realizando, sino también deben sortear otros obstáculos mientras interactúan con los humanos sea o no por un vinculo emocional. Además deben gestionarlos para cumplir oportunamente”, comentó el experto.
Este proceso se inició en 2006 o 2007 y se ha ido extendiendo hasta la publicación de la tesis en 2013. Ha sido base para otras tesis doctorales posteriores y entre 2018 y 2020 se buscó usar esa arquitectura para generar aplicaciones que gesten productos que puedan comercializarse, que es el nuevo enfoque.
“Ya no es solo tener cosas que nos permitan generar artículos, sino darles un uso a esas patentes que se han logrado y que sean la base para productos de innovación. Para lograrlo, ese entendimiento e inteligencia artificial nos podrá llevar a tomar la mejor decisión por software y hardware, y no solo robots, sino otros tipos de máquinas”, apuntó.
Para que se cumpliera con los requisitos de la oficina de patentes de Estados
Unidos se hizo una evaluación y ahí se determinó que se puede usar por empresas
para gestar y desarrollar nuevos productos.
También tiene posibilidades de escalamiento del modelo y así, si la tarea se hace
más grande, se podría usar. Ahora la protección está en Colombia y en Estados Unidos.
“Este modelo se usa en máquinas de diversos ambientes, como en la domótica, que son robots domésticos, y este tipo de patentes van a servir para el control inteligente
de los dispositivos y en el futuro. Con Flor Ángela Bravo se busca extender la adaptación de un robot en ambientes como el cuidado de niños o adultos mayores y que asuma un papel en esas condiciones ya sea de aprendizaje o cuidado. Esto también está en proceso de patente”, expuso González.
Para el futuro y la innovación en Colombia se busca dar una mayor ayuda a las personas, prestar servicios por medio de robots que interactúen y también desarrollar
productos para las empresas. Solo basta con que una compañía se interese en la adopción.