Reguladores de América Latina y representantes de organismos internacionales de telecomunicaciones coincidieron en la necesidad de que, para impulsar Redes de Nueva Generación en América Latina, se requiere estimular la demanda de servicios y promover habilidades digitales con un enfoque colaborativo de la regulación.
Durante el panel de discusión “Experiencias de Redes de Nueva Generación en Iberoamérica y mejores prácticas regulatorias” de Chile Digital 2024, Mercedes Aramendía, presidenta de la Unidad Reguladora de Comunicaciones (URSEC), enfatizó la vocación del regulador uruguayo en trabajar en desarrollar las habilidades digitales de la población y educar en el consumo digital inteligente, con un enfoque en protección de la privacidad, ética en el uso de la Inteligencia Artificial, protección de derechos de autor y ciberseguridad.
Aramendía llamó a promover la competencia, la compartición de infraestructura pasiva y activa y la neutralidad competitiva y tecnológica.
Daniela Castillo, moderadora y Vicepresidenta de la Cámara Chilena de Infraestructura Digital (Idicam), recordó que la regulación puede ser una barrera para ejecutar los proyectos de digitalización y para que la ciudadanía reciba los beneficios de la tecnología.
En su turno, Javier Juárez Mojica, comisionado Presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), explicó que en México ya existe cobertura de redes y los servicios son asequibles, pero el principal desafío con las habilidades digitales, porque 54 por ciento o 13 millones de la población no usan Internet porque no lo saben utilizar, por lo que se necesita “fomentar la alfabetización digital”.
Juárez Mojica dijo que “a las autoridades les compete definir el impacto de las redes” digitales y estimular la demanda en salud (cirugías a distancia), minería conectada, Realidad Virtual y Aumentada para desarrollar experiencias inmersivas en turismo o educación, agricultura o transporte inteligente.
“Para que las redes tengan impacto hay que hacer la regulación de forma colaborativa”, resaltó el regulador mexicano. “Las políticas deben estimular inversiones, adopción de tecnologías y despliegues de redes en un entorno justo, competitivo y eficiente.”
Javier Juárez habló de armonizar el espectro radioeléctrico con enfoque de neutralidad tecnológica.
Sin embargo, reveló dos desafíos: primero, los altos costos anuales del espectro que deben pagar los concesionarios se ubican 60 por ciento arriba del promedio regional, por lo que “debe verse como un problema de Estado”. Explicó que los operadores móviles han devuelto frecuencias del espectro o han quedado desiertas algunas licitaciones por el costo de las mismas.
Segundo, resaltó que deben existir facilidades para los despliegues de redes y trabajar para que los municipios sean sensibles al despliegue de infraestructura.
En Colombia, “las condiciones para el despliegue de infraestructura son inhóspitas”, por lo que “la regulación no debe ser un obstáculo para el desarrollo y debe operar bajo el principio de neutralidad tecnológica”, explicó David Agudelo, asesor Jurídico Senior de la Comisión de Regulación de las Comunicaciones (CRC) de Colombia.
Detalló que el regulador colombiano promueve y facilita la entrada de agentes económicos al mercado y busca que se exploten al máximo las redes existentes, mediante la eliminación de las barreras de entrada.
Explicó que en la reciente licitación de espectro 5G, la CRC de Colombia definió obligaciones de hacer como pago por el uso del espectro.
Sergio Scarabino, representante para Sudamérica de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), destacó el modelo de las subastas de frecuencias con obligaciones de hacer para garantizar la conectividad en las zonas no conectadas y mejorar la conectividad en los centros de educación y salud.
Insistió en “promover la regulación colaborativa” y que “debe existir diálogo público-privado desde el proyecto de regulación para incorporar las participaciones” de todos los interesados en la digitalización.
