La empresa brasileña de telecomunicaciones Oi aseguró que el Plan Estratégico de la compañía, anunciado el 16 de julio, se está siguiendo estrictamente y con la supervisión directa de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), y negó la posibilidad de una intervención por parte del regulador.
La junta directiva emitió un comunicado después de que un periódico local informó que la situación financiera de Oi sería muy preocupante, lo que aceleraría una posible intervención en el operador.
Sin embargo, el presidente de la Anatel, Leonardo Euler de Morais, también negó planes de realizar una intervención en la compañía de telecomunicaciones. Explicó que el regulador lleva a cabo de forma permanente el seguimiento especial en la compañía, y afirmó que las intervenciones son excepcionales y se emplean como última solución.
En la nota oficial, Oi enumera sus puntos de acción en el proceso de recuperación judicial:
- Los acciones a seguir incluyen el enfoque en inversiones en fibra y la recuperación del posicionamiento de la compañía en varias áreas clave, incluyendo FTTH, B2B, mayorista y la generación de valor estratégico a través de operaciones móviles.
- También se destacaron las acciones de generación de liquidez, incluida la venta de activos no estratégicos y un amplio programa de reducción de costos a través de las acciones de transformación estructural de la compañía.
La estrategia de recuperación judicial de Oi se basa en la expansión de los accesos de fibra óptica, para lo cual planea mantener inversiones de 7 mil millones de reales por año, dinero que vendrá de la venta de activos considerados no esenciales.
La proyección presentada por Oi calcula entre 6.5 mil millones y 7.5 mil millones de reales con los activos hasta 2021.
La lista de activos para la venta incluye las torres y la participación en el operador angoleño Unitel, la cual, según los planes, se venderá hasta finales de este 2019.
